Strong connection ✨ Stydia

Círculo interno.

Rodeó su cuerpo con sus brazos, no logró recogerle a tiempo, porque su jeep comenzó a tener fallas por novena vez esa semana.

—¿Cómo has dormido bebé? —besó su cabeza.

—De maravilla —le sonrió plantando un beso en sus labios—. ¿Qué tal ha estado tu noche?

—Agotadora, he terminado el proyecto para historia a última hora.

—Has destacado todo en rojo, ¿No es así?

—Puede que... —sonrió—. Te veo luego cariño, debo ir a clases.

—Hasta pronto.

Ambos tomaron caminos separados, el día comenzaba sin el otro y eso les ponía triste.

Lydia se preocupaba demasiado, quizás su chico tendría una clase con la nueva estudiante y eso le ponía los cabellos de punta. Quizás ella sería mejor para Stiles, al fin y al cabo ella le dejó esperando demasiado tiempo hasta confesarle su amor.

Pero ella no se fijaba que lo único que Stiles tenía en su mente eran los ojos de ella, su hermosa cara y su adorable actitud.

Stiles estaba casi dormido escuchando la voz de su maestro y como Kira conversaba con la nueva estudiante a un lado de él.

—¿Por qué no te sientas con nosotros en el almuerzo? Te lo pasarás genial.

—No sería mala idea, acepto.

Un libro de gran tamaño de estampó contra el escritorio del señor Yukimura.

—¡Segunda guerra mundial! —Stiles gritó—. ¡Dios, que susto!

—Espero que las siestas en clases no se vuelvan a repetir Stilinski.

Salió directo a la cafetería, su novia y amigos deberían estar esperándole y él ya estaba atrasado.

—Justo a tiempo —reprochó su mejor amigo con una sonrisa.

—Lo siento.

—He traído a alguien nuevo, ella es Malia chicos y ellos son los chicos Malia.

Todos le dieron una sonrisa a la castaña.

Stiles miró hacia todos lados, esperando ver la vistosa y radiante cabellera rubia-fresa de su novia.

—¿Han visto a Lydia?

—Fue a buscar la comida de ambos, no debe demorar en llegar.

—Resulta que ya a llegado —carraspeó detrás de Stiles, besó su mejilla y se sentó a su lado—. Lydia Martin.

No diría que estaba encantada, porque verdaderamente no lo estaba, no le agradaba y no quería tener una relación de amistad con ella, porque podría quitarle a lo único que amaba.

—Malia Tate.

No había tensión, solo un incómodo silencio, todo se calmó cuando Liam llegó enfadado a la mesa junto a Mason.

—Claro, Mason no puede ser invitado al círculo interno. Pero una linda chica aparece y todos quieren integrarle.

—¿Círculo interno? —preguntó la castaña—. ¿Qué es eso?

—Nada —respondieron todos al unísono.

Y el silencio volvió, los chicos tomaron asiento y comieron en silencio.

—¿Cómo puedo entrar al círculo interno?

—No hay forma —respondió Lydia.

Malia frunció el ceño, tal vez estaría algo enfadada por el repentino rechazo que la rubia-fresa tenía hacia ella.

—Puede haberla —respondió aun con enfado, no podría enojarse demasiado, se volvería un coyote si su pulso aumentaba y no quería ser descubierta.

—No la habrá —contraatacó.

—Tranquila cariño —con su brazo rodeó sus hombros con su brazo y besó su frente—. No debes discutir con ella.

Ella solo asintió.

—Debo volver a clase, les veo luego.

—Cielo... El receso aún no termina...

Fue lo último que logró decir, su novia ya se había alejado. No le vio durante toda la tarde, siquiera le llevó a casa puesto que no logró encontrarle.

Se mantuvo en su habitación toda la tarde, llena de tristeza, pensó que su novio le defendería, pero prefirió defender a Malia.

La estúpida Malia Hate o cómo quiera que se llamase, pensó ella.

Decidió alejar la molesta imagen que tenía de la nueva y empezar a hacer su trabajo para biología avanzada.

Al terminar decidió contestar los mensajes que Kira le había enviado.

De Kira:

¿Qué harás esta noche?

¿Película y palomitas?

Para Kira:

Suena bien. ¿Vienes a casa?

De Kira:

Pensaba en el cine, hay un nuevo estreno por la noche. Podríamos ir al centro comercial antes de la función.

Para Kira:

Me anoto. Una tarde de chicas, excelente.

De Kira:

Vienes por mí.

Para Kira:

Es un hecho.

Arregló su maquillaje y salió de casa, entró en su coche, su salida con Kira mejoraría su ánimo y, así, podría resolver lo del incidente con Stiles con más calma y tranquilidad.

Aparcó fuera de la casa de los Yukimura. Apretó el claxon dándole la señal a Kira, ella salió corriendo con su katana rodeando su cintura.

—Es hora de la diversión, he visto una camiseta el otro día, te encantará.

—Ya lo creo —sonrió.

Aparcaron en el primer nivel del edificio, entraron con sus brazos entrelazados, sonrientes.

La rubia-fresa se detuvo observando uno de los aparadores de una tienda, la pelinegra detuvo a sus pasos al mismo tiempo y miró junto a su amiga.

—Es un vestido bastante lindo —le sonrió—. Deberías usar un color así para el baile de fin de año, te sienta bien.

—¿Crees eso?

—Por supuesto, te verías deslumbrante, no hay duda.

Ocuparon al menos hora y media probándose los atuendos de cada tienda a la que accedieron, luego de que el tiempo se les agotara caminaron directo al cine del centro comercial.

Se sentaron en medio de la sala, tenían una vista perfecta de ese lugar.

La película transcurrió como cualquier otra, esta trataba de un romance cliché. La típica película de dos personas que se odian el uno al otro y terminan juntos, pero aún así la película atraía a todos al igual que a Lydia.

Quien ahora alojaba un grito en su garganta, al cual no podía dejar salir, porque sabía lo que vendría y no quería aceptarlo.