Capítulo 10 - Al fin

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Muy bueeeeeeenas pues tenía que comentar que de ahora en adelante subiré una semana sí y otra no. :') Problemas de gestión de tiempo, gomenasai. Además de que lo hago entre ese tiempo pues lo intercalo con Amazonas que tocaría subir capítulo la semana que viene (por quienes la sigáis también y sino... ¿a que estas esperando para pasarte a leerlo? ¿eh?)

Respecto al capítulo de hoy: hay Jerza, Gruvia y Nalu. De todo, como dije que pasaría en el festival de las flores. El siguiente capítulo, será la cena. Y puede que ocurran... cosas pervertidas, je.

Fairy Tail ni sus personajes me pertenecen, son de Mashima.

Capítulo 10 – Al fin

Nadie's POV

Erza se odió por sentirse tan bien después de aquella visita. También lo hizo al despertarse de un sueño donde cierto peliazul volvía a visitarla por la noche. Mientras se peinaba, su mente bailaba e imaginaba que podría pasar si aquel día volvía a evitar a Jellal. ¿La visitaría como había amenazado antes de irse? "No tiene por qué obligarme a visitarlo, lo haré solo si mi trabajo lo requiere...", pensaba. Pero hoy no era un día en el que podía permitirse evitar a Jellal. Aquel día era el festival de las flores, cuando compartiría una cena real con el Rey y tendría que intercambiar algunas palabras con él para que todos vieran los lazos que unían al ejercito con el monarca.

Con pesadumbre, se puso su armadura de gala. Era un body blanco que hacía que se le marcase el cuerpo, con el escudo imperial azul oscuro sobre su pecho. Se colocó la capa blanca y las botas altas blancas. No se olvidó de colocarse un cinturón donde llevar su espada.

-Lo siento, mañana tu y yo practicaremos.- le dijo a su lanza que se quedó apoyada en la pared.

Tras bajar las escaleras que la llevaban hacia la planta principal, fue participe del ajetreo que conllevaba preparar la cena de esa noche. Jellal, a diferencia de su padre, no solo se dedicaba a invitar a todo habitante que fuera participe de la alta sociedad sino a todo ciudadano de Edolas que quisiera asistir. "¿Daría hoy las noticias sobre la guerra?", se preguntó Erza con preocupación. Saludó a Kagura quien no tuvo tiempo a pararse para conversar pues su compañera la arrastraba hacia otra dirección opuesta.

Suspiró pesadamente y se dispuso a salir del castillo para dirigirse a la plaza central donde la gente comenzaría a preparar sus coronas en breves. Como todos los festivales de flores, Erza pasearía durante unas pocas horas para saludar a la gente, cerciorarse de que no había nadie peligroso por la zona y no diese problemas al Rey cuando saliera del castillo. Aunque estuviera creado el dispositivo de seguridad y que una docena de guardias acompañarían al monarca y la princesa; Erza Knightwalker no se fiaba de nadie pues sabía que había varios incompetentes entre los responsables de esta tarea.

Y en la plaza donde se creaban las coronas, una rubia comenzó a gritarle a una dependienta.

-¡COMO QUE NO QUEDAN BLANCAS!- exclamó Lucy cabreada. - ¡Yo quiero blancas!

Lucy entró en cólera, llevaba varios días pensándolo y todo se había desmoronado.

-Lo-lo siento, señorita.- dijo la dependienta agachando la cabeza.- La princesa de Hisou pidió que se le reservaran todas pues quería ser la única con corona blanca.

Lucy comenzó a gritar en voz alta palabras que una princesa normalmente no diría. Cruzó los brazos y se exprimió los sesos para decidir un nuevo color.

-Yo quiero una corona naranja.- pidió Levy haciendo caso omiso a la rabieta de su compañera. La dependienta asintió y comenzó a pedirle a Levi opinión sobre el diseño. Que hojas quería. Que tamaños de flores. Qué posición...

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