Capítulo 5 ~ Te echaba de menos

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Bueeno hacia tiempo que no subía a Lealtad porque estoy estudiando y escribí "Mi mejor amigo" y "Amazonas"; en fin, lo siento :')

Aquí he intentado meter dos momentos de Earthland en Edolas, a ver si adivinais cuales son ajjajajajajaja Son momentos muy... Mejor no digo pistas xD

Los personajes ni la historia de Fairy Tail me pertenecen

Nadie's POV

Erza acabó de entrenar a Kagura. Tenía iniciativa, pero aún había mucho que entrenar para llegar a la mínimo que exigía Erza para poder ser llamado caballero. La capitana se dirigió a la cocina tras ducharse antes que nadie, pues quedaba aún media hora para la comida, y así tomar un zumo. Hoy comería, haría una visita al gremio para descansar y luego volvería para dar la reunión con el consejo y entrenar a Jellal.

Había un gran revuelo en el castillo. Todos los sirvientes limpiaban con esmero las alfombras, las cortinas, las lámparas gigantes de cristal que colgaban de las salas más lujosas que pocas veces eran utilizadas... En la cocina tampoco había la tranquilidad habitual, sino que todos se esmeraban en limpiar la cubertería, rellenar sus reservas, cocinar sin pausa... Poco tardó la capitana en enterarse de la causa, el Rey y la princesa del Reino Hisou venían de camino.

Poco se sabía de sus intenciones respecto a la visita ya que no habían sido aclaradas con el mensaje que avecinaba su llegada, pero que trajera consigo a su única heredera solo podía apuntar a una cosa para Knightwalker. Matrimonio.

-Jellal debe de cumplir con su deber como monarca y casarse con una princesa que de seguridad al Reino- le dijo fríamente Knightwalker a Coco al coincidir en la cocina y esta preguntarle sobre su opinión- Pero no considero el Reino de Hisou como una de las mejores posibilidades para realizar este pacto. Hay casas de nobles que nos pueden ayudar mucho, ya sea aportando dinero o apartando armas o aportando hombres.

-Entonces, ¿no aprobarías el matrimonio?- preguntó Coco mientras sonreía maliciosamente sin que la capitana la viese.

-Claro que no, ya que va a ser un matrimonio de conveniencia se debería de optar por la mas certera para el país, no la que venga antes... -dijo Knightwalker dando un golpe en la mesa exasperada y haciendo que toda la cocina se girase asustada- Aunque claro, la última palabra la tendrá el Consejo y el Rey.

En cuanto dijo esto, Coco salió corriendo hacia el despacho del Rey para poder darle las noticias sobre lo que ella denominaba casi una declaración de su capitana. De mientras, Erza se reunió con el resto de capitanes para almorzar.

La inminente llegada de la comitiva real era el tema del día, y fueras por donde fueras del castillo, no se oía otra cosa que murmuros sobre el tema. Knightwalker intentó tranquilizarse pues no habían sido muchas las ocasiones en las que se habían dado aquel ambiente que como ella denominaba se parecía a un gallinero. Y es que, con Faust, muy pocos reinos querían acercarse a crear amistad con Edolas, pues todos temían acabar mal, preferían guardar respeto a Edolas desde sus respectivos reinos.

Sin embargo, en las pocas ocasiones en la que Edolas había recibido una visita, la capitana había procurado aparecer lo mínimo posible en los pasillos del castillo. Gruñendo a cada persona con la que cruzaba la vista, la capitana maldecía a todos los infiernos al Reino de Hisou.

Ella ya había visto al bajito Rey de Hisou, tan extravagante en su vestimenta y con ese aire de superioridad. Estuvo en una de visita aun cuando reinaba Faust para poner el reino de Hisou a sus pies. A quien no había llegado a conocer fue a la princesa.

Esa noche no había podido descansar bien a causa de la conversación que mantuvo antes de despedirse con Jellal, y el día parecía torcerse a cuanto más pasaban las horas. Por eso, cuando llegó al viejo y escandaloso gremio, se esperó lo peor.

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