Capítulo 14

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El corazón de Shiro palpitaba aceleradamente, no podía creerlo, ¿Misaki lo había besado?.

Al separarse, Misaki lo miraba sonriente y levemente sonrojada, como si hubiera hecho una travesura. Shiro estaba muy sorprendido, muy feliz, muy sonrojado, sin embargo, un dolor agudo en el pecho le impidió moverse.

- ¿Shiro?-

- Misa... - solo eso alcanzó a decir Shiro antes de desplomarse.

Misaki corrió en busca de un profesor, esta vez era diferente de la anterior. Él había puesto una cara de dolor antes de desmayarse, no como la otra vez. Aún así, no era normal que le pasara eso.

Llamaron a un hospital y a la casa de Shiro, quien fue hospitalizado . Misaki solo supo de él tres días después, cuando fue a visitarlo.                                                                                                                                                  Estaba muy triste, en pijama, sentado en una cama de sábanas celestes, rodeado de flores y regalos de sus familiares. Cuando Misaki entró se enderezó y sonrió tristemente.

- Hola Shiro, ¿cómo estás? ¿cómo te sientes?

- Hola, muy bien, gracias.

- O-oye... Lo siento mucho, creo que fui la que causó todo ésto... no debí haber hecho eso

- Tranquila, no es tu culpa... Me alegré mucho de lo que hiciste - dijo Shiro un poco sonrojado.

- No puedo evitar sentirme culpable, pero me tranquiliza que al menos puedas sonrojarte cuando recuerdas el beso-  dijo, intentando levantar el ánimo del chico

Misaki caminó hasta la cama, se sentó a un lado y le revolvió el cabello a Shiro.

Tengo que decirte algo - dijeron al mismo tiempo - no, primero tú.

Rieron hasta que Misaki interrumpió.

- ¿Recuerdas cuando te desmayaste la otra vez? ¿que te llevé a la enfermería?

- Sí ¿por ?

- ¿Recuerdas que soñaste que me había quedado dormida junto a ti?

- Sí, ¿qué pasa con eso?

- Pues que no fue un sueño, Shiro.

- ¿Qué? 

- ¡Que me quedé dormida al lado tuyo la otra vez!- dijo Misaki rápido, apenas se le entendió lo que dijo. Estaba muy avergonzada.

Shiro estaba muy sorprendido. Aquella vez en que se había quedado dormida dulcemente a su lado no fue un sueño, fue una realidad, y aunque no fue la gran cosa sintió una gran ternura. 

Shiro sonrió, Misaki estaba un poco roja y tenía una cara de puchero. Estiró los  brazos y le dio un fuerte abrazo, al cual ella tardó un poco en reaccionar, pero lo correspondió. Se quedaron así un rato, hasta que Shiro recordó lo que debía decirle a Misaki.

- Misaki...- dijo separándose de ella

- Dime-

- Lo que pasa es que... tengo que irme pronto-

- ¿Acaso te queda poco tiempo de vida?- dijo Misaki al borde de las lágrimas.

- ¿Eh? ¿qué? ¡No! No llores, no es eso - Dijo Shiro un poco divertido mientras le secaba las lágrimas a Misaki - Tengo que irme del país por un tiempo... por unos años.

- ¿Por qué? ¿para estudiar? ¿por negocios de tus padres?  - dijo Misaki con una profunda tristeza.

- Por salud, Misaki. Mi corazón no está funcionando como es debido, así que allí pueden ayudarme más ya que tienen más práctica y más conocimiento en cuanto a ésto. Si me pasa algo grave pueden ayudarme más rápidamente. Es muy posible que más adelante pueda estar tranquilo con mi salud si voy.

- ¿Y por cuánto tiempo vas a estar ahí?

- No está muy claro, solo me dijeron que como mínimo unos cinco años... si no me va muy bien, serían ocho años.

- ¿Y cuándo te irás?

- En tres semanas, muy poco tiempo.

- Sí... Te voy a extrañar mucho, Shiro. Por favor, no me olvides nunca, ya que yo nunca te olvidaré a ti.

Shiro comenzó a llorar, pero asintió. Misaki también lloraba, pero mantenía una sonrisa e esperanza en su cara. Sabía que eso no era un "adiós" sino un "hasta luego".

El Diario de una KuudereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora