6. Crime.
Ashton había estado divagando en los viejos y desgastados libros de la biblioteca del psiquiátrico. Uno de ellos llamó especialmente su atención; era un manual de trastornos mentales. Tardó un poco en encontrar lo que buscaba, pero eventualmente lo hizo.
-¿Ashton? ¿Pero qué haces aquí? Muy bien sabes ya que no puedes ingresar a ésta área sin tu debido permiso.
La voz de la auxiliar de uno de los psiquiatras que le trataban le hizo dar un gran pánico. El libro cayó estruendosamente al suelo.
-Yo... Ahm... Lo siento -dijo a la vez que se retractaba de haber sonado tan patético frente a personas que alimentaban su misantropía. -Vaya crimen el querer leer algo por un rato, ¿verdad? Que lógicos.
-Cielo, deja tu sarcasmo para otra persona. Estás aquí, tienes que someterte a las reglas y ya está.
-Ni que tuvieras un puesto de gran importancia, bajate de esa nube de una jodida vez -prosiguió mientras cerraba la puerta detrás de la mujer con un gran azote. La puerta tenía unos barrotes desde afuera e igualmente dentro para bloquearla. La idea de dejarla encerrada cruzó por su mente fugazmente y llevó a cabo lo mencionado. No tardó mucho tiempo para que la auxiliar se diera cuenta y empezara a golpear sin cesar la puerta mientras gritaba y chillaba.
-¡Eres un bastardo! ¡D-dejame salir de una vez!
-No, cielo. Adiós, que te diviertas ahí dentro.
-Haré que te den el peor castigo en la medida posible, te lo prometo.
-Lo esperaré con ansias.
Ashton logró averiguar que los signos continuos del trastorno de Sky persisten durante un mínimo de seis meses. Y como si sus pensamientos la hubieran invocado, Sky salió por la puerta secundaria de hospitalización, con su cabello enmarañado y su mirada sin expresión alguna.
-Hola, Sky -le sonrió cálidamente.
-Hola, perdona pero, no recuerdo tu nombre...
-Soy Ashton. Ashton Irwin.
-Vaya, es un placer, Ashton -le estiró su mano a Ashton mientras fruncía levemente el ceño.
-Igualmente, Sky. ¿Te puedo hacer una pregunta?
-Ya la haz hecho -rieron al unísono.
-Bueno, pues otra más entonces.
-Por supuesto, dime.
-¿Desde hace cuánto te internan aquí?
-Oh, pues no sé con exactitud. Los medicamentos que me suministran a veces no me permiten recordar determinadas cosas... Pero diría que un año y medio o así...
-¿Con intensidad por cuánto tiempo?
-Dios, ¿porqué tan interesado en todo esto?
-Curiosidad...
Sky bufo, seguido de meditar su respuesta unos segundos.
-Cuatro meses o así. No lo sé.
-Ahm... ¿Sabes? Es raro hablar contigo como si fueras una persona normal -en cuanto las palabras salieron de su boca se retractó de inmediato.
-¿Entonces qué se supone que soy? ¿Eh? Vaya que eres un completo patán.
-No quise decir eso. Me refería a que ahora estás más calmada que las veces anteriores. Muchísimo más. Y es la primera vez que sostenemos una conversación casual y eso...
-¿Casual es hablar de los trastornos que las demás personas padezcan? Porque para mi no lo es. Y si estoy calmada es porque les di a ellas lo que querían. Ah, por cierto, tus cicatrices dan asquete. Sin embargo no tengo la insolencia para preguntarte porqué las tienes, ni porqué tus padres te dejaron botado aquí como si fueras un desecho en sus vidas.
Sky salió a paso apresurado mientras se encerraba en su cuarto. Ashton no tuvo oportunidad de replicar así que sólo se quedó sentado mirando un punto muerto en el suelo.
-¡Eh, Ashton Irwin, ven con nosotros! -una voz exclamó bruscamente mientras dos hombres más iban a por él. La auxiliar estaba detrás de ellos, admirando la escena con furor.
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Esquizofrenia. {Ashton Irwin}
Fanfiction«—¿Oye voces ahora? —quiso saber. +¡Dile que no! —No. —¿No? —No. +¡Dile que no sabes de qué está hablando! ¡Dile que nunca has oído ninguna voz! —No sé a qué se refiere con eso de las voces —aseguró.» John Katzenbach.