Capitulo 5.

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Rin.

—¿De verdad está mal?—Meiko me miro seriamente, y asintió con la cabeza. —Yo de verdad lo quiero—mire a Meiko ella me tomó del hombro.

—Sí, como hermano, o al menos así debería de ser, entiéndelo Rin, no pueden ser más que hermanos—Meiko soltó mi hombro.

No respondí, un nudo en la garganta obstruyo mis palabras.

—Lo siento pequeña, es la verdad, así que deberías de rendirte ante ese sentimiento, porque sólo estas confundida, intenta conocer a alguien más, tienes a muchos tras de ti, Kaito, es uno de ellos, inténtalo, sólo eso—Meiko se paró de la cama y caminó hacía la puerta.

—Descansa nena, hasta mañana—Meiko abrió la puerta y salió de mi habitación, las lágrimas cayeron por aquellas palabras.

Ese día, por la madrugada, no pude conciliar el sueño, las palabras de Meiko resonaban dolorosamente por mi mente, creando un nudo en mi garganta, "yo sólo quiero estar a su lado", pensé y mi vista se nublo, dejándome inundada en un sentimiento de enojo pero a la vez de agonía."

No puedo quedarme así, tengo que hablar con el, no me importa sí tenemos que escondernos para estar juntos, haría lo que fuera para estar con el", pensé mientras me limpiaba las mejillas húmedas por las lágrimas, me paré de la cama y salí en dirección a su cuarto. Toque suavemente su puerta varias veces sin recibir respuesta, así que abrí su puerta y me introduje sigilosamente en su habitación.

—¿Rin que haces aquí?—escuche decir a Len, que estaba sentado en la cama tallandose los ojos, me sobresalte un pasó hacia atrás y lleve mi mano al pecho.

—Casi me matas de un susto Kagamine—dije un poco molesta aún con la mano en mi pecho, pude notar que se había aguantado la risa.-Quiero hablar contigo-Dije mirando que se había puesto serio ante mi comentario.

—Te escuche—de cruzó de brazos.

—De verdad quiero estar a tú lado—dije sin más preámbulos y lo mire fijamente.

—No—no me volteó a ver, pero su respuesta me dolió. —Imposible, no....no podemos estar juntos—Len me miro y sus ojos no emanaban más que crueldad y realidad.

—¿Que importa sí nadie aprueba lo nuestro?, sólo debemos ser felices, Len, mírame a los ojos y dime que estas hablando en serio—dije acercándome a él.

—Hablo en serio—me miro fijamente, lentamente pude oír como mis sentimientos se quebraban, mi vista se torno de una borrosa imagen la cual se aclaró al parpadear, pero de esa forma las lágrimas rodaron por mis mejillas.

—Por favor, sal de mi habitación, no quiero que nadie te vea aqui—dijo mientras se paraba de su cama y me abría la puerta.

Salí corriendo hacia mi habitación, me eché en la cama, hundiendo mi rostro en la almohada, "¿pero que?, no tuvo que haber sido tan cruel, ¿que le pasó?" pensaba mientras inundaba mis sollozos bajo la almohada hasta quedarme dormida.

Len.

—Ustedes son hermanos, no pueden estar juntos por más que quieran—Meiko mató el silencio.

Me invadió un sentimiento de decepción y me hizo salir corriendo de la habitación.

—¿Te pasa algo Len?—Miku tocó mi hombro antes de que yo entrara a mi habitación. —¿Necesitas a alguien que te escuche?—me preguntó, yo asentí con la cabeza.

Entramos a mi habitación y le conté lo que había pasado, la verdad es que no quería decírselo a nadie, pero en realidad necesitaba desahogarme.

—Veras, yo opino lo mismo que Meiko, perdóname Len, pero dime, ¿crees que alguien aceptaría su relación?, Rin no podría soportar tanto desprecio, piensa por ella, sería lo mejor—Miku me miro consoladamente.

—Ver por el bien de Rin—bajé el rostro, pensando en lo que Miku dijo. —Tienes razón—dije al poner todo en claro, era la verdad, estaba mal, esto que habíamos echo estaba mal y todos pensaban lo mismo. Aunque ella me gustara, era imposible estar juntos, tenía que acabar con esto, tenía que decírselo, tenía que terminar con estos sentimientos confundidos hacia mi hermana.-Tengo que decírselo-Me aproxime hacia la puerta y Miku tomo mi brazo.

—Déjalo para mañana, cuando este más calmada, por ahora intenta dormir—dijo mientras ella abría la puerta.

—Buenas noches—Miku abrió la puerta y se regreso, para darme un beso en la mejilla, salió por la puerta y yo me deje caer en la cama, dejando libres todas esas lágrimas que había aguantado hasta ahora, hasta quedarme dormido.

Desperté tras escuchar el ruido de mi puerta cerrarse, me levante y vi a Rin caminando sigilosamente.

—¿Rin que haces aquí?—me senté en la cama y me talle los ojos para acostumbrarme a la luz que venía de mi ventana.

—Casi me matas de un susto Kagamine—dijo un poco molesta, mientras se echaba hacia atrás y llevaba su mano hacia su pecho, aguanté la risa.

—Quiero hablar contigo—dijo, yo me quedé serio suponiendo que quería aclarar lo de antes.

—Te escucho—me crucé de brazos.

—De verdad quiero estar a tú lado—dijo sin más preámbulos y me miró seriamente.

—No—pronuncie con todo el dolor que jamás había sentido. —Imposible, no....no podemos estar juntos—Le dije seriamente sin mirarla a los ojos.

—¿Que importa sí nadie aprueba lo nuestro?, sólo debemos ser felices, Len, mírame a los ojos y dime que estas hablando en serio—dijo acercándose a mi.

—Hablo en serio—la mire, sentí un inmenso nudo en la garganta, pero no quería que ella sufrirá por todo el desprecio que recibíamos de todo el mundo al saber que estábamos juntos.

No pude explicarle nada como yo tenía planeado.

Una lágrima rodó por su mejilla, entonces ahí fue, cuando escuche como algo dentro de mi se rompió y me sentí terrible.

—Por favor, sal de mi habitación, no quiero que nadie te vea aqui—dije aguantando las ganas de abrazarla y besarla, mientras me paraba de mi cama y le abría la puerta.

Ella salió corriendo, cerré la puerta y no pude contener más las lágrimas, había lastimado a la persona que más amo en está mundo, ella había llorado justo frente a mis ojos, pero entonces fue cuando a pesar de que me sentía realmente mal, sabía que era lo mejor para los dos.

Amor Entrelazado.(LenxRin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora