Amor Entrelazado.(LenxRin)

Capitulo 8.

Rin:

—Rin, yo te ayudare a olvidarte de esos sentimientos que tienes hacia Len—Kaito rodeo mi cuello con su brazo.

—¿Puedes dejarme sola?—Logré decir, mi voz no me ayudó mucho, ya que me sentía muy desanimada.

—Pequeña, no puedo simplemente dejarte aquí sola—Kaito tomó mi mano.

—Kaito, yo...—Trate de decirle, pero el se acerco mucho ami y me beso otra vez, está vez, yo lo aleje.
—No Kaito, no puedo hacerlo, entiendeme, porfavor, déjame sola—Mi voz temblo, me sentía muy débil, jamás había llorado tanto en mi vida, mucho menos delante de alguien.

—Mirate Rin, no me pidas cosas imposibles—Kaito limpio mis lágrimas pero ellas no dejaban de salir, Kaito me volvió a abrazar, está vez sí correspondi a su abrazo, y lloré hasta más no poder.

Len:

—Miku yo...—Ella puso su mano en mi boca, impidiendome terminar de hablar.

—Se que yo no te gusto, pero sí lo intentas, te ayudare a olvidar tú sentimientos hacia Rin, sólo aceptame—Miku entre lazo sus dedos con los míos y apreto mi mano.

—Miku, en serio, no es momento para esto, por favor, comprendeme—Intenté soltar su mano pero ella aún apretaba la mía.

—Te esperare el tiempo que se necesario, no me rendire—Soltó mi mano y se acerco hacia mi, se próximo hacia mi rostro intentando besarme, pero me puse de pie de inmediato.

—Ya basta, quiero estar solo—Abri la puerta y Miku se paro de mi cama.

Salió de mi habitación cabizbaja y cerré la puerta de golpe tras ella, me recarge sobre la puerta hasta caer al piso.

Esto duele, duele mucho, el saber que en algún momento Kaito puede enamorar a Rin, me agobia, me siento tan estúpido, pero no puedo hacer nada más, el estar juntos, es imposible, nadie aprobaria nuestra relación, y todos nos despreciarian, no puedo permitir que Rin sufra eso, ella simplemente no podría soportalo, es decir, las únicas personas que amabamos, nuestro mismo padres, nos abandonaron a nuestra suerte, siempre nos repetía que no nos querían, que éramos un error, que para ellos, sólo habíamos sido una noche de lujuria y el "a ver que pasa", en ese momento, Rin estaba destrozada, no comía no dormía e incluso ni siquiera hablaba con alguien, es por eso, que no quiero que pase algo parecido otra vez, jamás, y no por mi culpa" pense, mientras por mis mejillas corrían abundantes lágrimas que no cesaron, hasta que me quedé dormido, ahí mismo en donde me había acostado.

Rin:

—Rin, ¿ya estas un poco más tranquila?—Kaito acaricio mi mano.

—Un poco, gracias—Conteste y no estaba mintiendole, en realidad el me había ayudado mucho en estos momentos.

—Me alegro—Él me sonrio. —¿Puedo hacerte una pregunta?—Agregó después.

—Sí, ¿de que se trata?—Pregunté mientras lo miraba a los ojos, jamás había notado que sus ojos azules eran realmente lindos, de echo, jamás me había puesto a ver detenidamente que el era realmente atractivo, hasta ahora.

—¿Quieres salir a pasear?, a distraerte un poco—Me pregunto, pero en la forma que me lo dijo, note que había cambiado su pregunta repentinamente. —Creo que se tú respuesta, pero debes tratar de alejarte de ese pensamiento aunque sea por un rato, no te servirá de nada quedarte aquí pensando en eso todo el día—Musito Kaito tratando de convencerme.

—Está bien, tienes razón—Conteste, por que, en realidad estaba en lo correcto, sólo seguiría más triste quedándome aquí encerrada.

—Sólo me cambio de ropa y nos vamos—Dije mientras me ponía de pie y me dirigía al baño, me vesti y salí.

Salimos de mi habitación y caminamos hacia la salida, la verdad era que tenía miedo de encontrarme con Len, pero esto lo hacia por mi bien, porque hacia podría despejarme.

—¿Van a salir?—Escuche la voz de Miku desde detrás de la mesa de la cocina.

—Iremos a comprar unas cosas regresamos luego—Kaito contesto y camino hacia la puerta llevándome consigo.

—Bien cuidense—Miku sonrio.
Salimos y primero nos dirigimos al parque que estaba cerca de ahí, comimos helado, alimentamos a unos patos, viajamos en unos pequeños botes, hicimos muchas cosas, la verdad era que me divertí mucho con el, mis pensamientos había sido reemplazados por las preguntas: "¿ahora que vamos a hacer?, ¿a donde iremos?, ¿que vamos a comer?", Kaito era una persona increíble, y muy amable.

Len:

Me desperté muy adolorido, ya que la noche anterior había dormido en el suelo, y lo primero que escuche fueron unos golpes en la puerta, pero los ignore y me dirigí al baño a tomarme una ducha.
Estaba hundido en mis pensamientos, por lo que estaba pasando, jamás me había sentido tan miserable, pero lo echo así se iba a quedar, no importaba que hiciera.

Salí de el baño sólo con una toalla enrollada en mi cintura y con otro me secaba el cabello, y me dirigirme a el armario.

—Hola Len—Escuche la voz de Miku y me sobresalte tomando fuertemente la toalla de mi cintura.

—¿Q—que haces aquí?—Pregunté aún apretando la toalla.

—Toque varias veces y no saliste así que entre ya que la puerta estaba abierta, vengo a contarte algo—Miku me miro detenidamente y se sonrojo.

—¿Puede ser en otro momento?—Pregunté y retrocedi un poco.

—Así está bien—Dijo y sonrio picaramente, eso me incómodo.

—Tranquilo Len, no te violare o algo parecido—Estalló en carcajadas.

—Lo dudo, sólo déjame ponerme algo de ropa—Me acerque a la puerta y la abrí.

—Vuelve en un momento porfavor—Dije un poco más calmado.
Miku se acerco hacia la puerta pero antes de salir de ella me acorralo contra pared y su cuerpo, no reaccione eso me sorprendió mucho, acerco sus labios con los míos y antes de que estos se encontrarán lleve mi mano hacia mi boca, siendo está quién recibiría el beso.

—Largo de aqui—Le susurro amenazante pero ella sólo rio y camino hacia la puerta.

—No importa que tanto te hagas del rogar, se que pronto caeras—Rio y me guiño el ojo.

Cerré la puerta y le dí un puñetazo a está, lastimandome un poco el puño, Miku era un chica muy linda, pero era demasiado fácil estar con ella, es decir, todos le parecían atractivos y con todos quería acostarse, pero aún así, ella me hacia escuchado cuando más los necesitaba, así que le debía un favor, pero no uno de los que ella pensaba.