Capitulo 6.

175 20 1
                                    

Len.

—Len, ¿vas a comer algo?—escuche una voz femenina que me llamaba desde atrás de la puerta.

Abrí los ojos pero no moví ni un músculo.

—Len, sal de ahí son las 2 de la tarde—reconocí por fin aquella voz, era Miku, que había comenzado a golpear frenéticamente la puerta.

—No tengo hambre—grite para luego rodar por la cama quedando frente a la pared.

—¿Puedo pasar?—Miku giro el picaporte pero estaba cerrado.

—No, déjame dormir—le grite aún acostado y tratando de cerrar los ojos mientras me tapaba con la sábana hasta la barbilla.

—Sólo dejare la comida aquí—los golpes cesaron. —No puedes quedarte ahí todo el día tienes que salir a liberarte un poco—dijo Miku para después marcharse.

"Tiene razón", pensé mientras de mala gana, me paraba de la cama para aproximarme a la puerta, la abrí dudoso y salí por el plato de comida que estaba junto a ella en el pasillo.

—Buenos días—escuche una voz temblorosa y algo entristecida, levanté la vista.

—Rin—me sorprendí. —B-buenos días, ¿como has amanecido?—levanté el plato y le sonreí enardecidamente.

—Bien—respondió cabizbaja y caminó delante de mi.

—Espera—tomé su brazo para impedir que se fuera.

Ella continuó encogida de hombros.

—¿Que pasa?—me pregunto sin levantar la vista pude notar como hacia un esfuerzo para que su voz no se quebrara.

—Lo siento—dije intentando referirme a lo que le había dicho la noche anterior.

—N-no te preo...—su voz se acorto seguida de una tembloroso sollozo.

Sentí como algo dentro de mi terminó por romperse.

Ese sentimiento al saber que haz lastimado a la persona que tanto amas, aunque te habías prometido a ti mismo jamás hacerlo, y que inconscientemente, sin que yo quisiera, lo había echo, había roto su corazón en más de mil pedazos y ahora uno de esos pedazos me estaba asesinado lentamente ami.

—Rin—tomé su mentón y levanté su rostro, abundantes lágrimas rodaban por sus mejillas, una consiguió aterrizar en mi mano, ella salió corriendo de vuelta a su habitación.

Deje caer el plato que anteriormente había tomado, se estrello contra el suelo dejando un rastro de pequeños trozos de marfil por todo el pasillo.

Entre a mi habitación y cerré la puerta de un golpe estruendoso, me tiré en el suelo de rodillas arrepentido por todo aquello que le había dicho a Rin anoche.

"Ya no pudo hacer nada, nada de lo que haga remediara el dolor que ella siente por mi culpa, pero soy idiota, no debí de haber sido tan impertinente, creo que le debo una disculpa, solo eso y después la dejare tranquila" pensé mientras le daba un fuerte golpe al suelo.

Me pare y me dirigí hacia la puerta, la abrí y encontré a Miku limpiando el desastre que yo había dejado en el pasillo.

—Len, ¿que significa esto?—Miku me miro realmente furiosa.

—Yo, lo siento, me resbale y el plato salió volando—dije tratando de justificar aquel acto.

—¿Porque no lo limpiaste?—Miku se puso de pie y me entregó la bolsa de residuos que había usado para depositar los trozos de marfil del plato.

—Me fui a poner unos zapatos no quería causar más estragos al lastimarme con algun pedazo de marfil, de verdad lo siento, yo terminaré de limpiar—dije sosteniendo la bolsa y comenzando a limpiar la comida que también se había distribuido por el pasillo.

—Bien—Miku caminó hacía mi.

—¿Has hablado con ella?—me pregunto antes de cruzar todo el pasillo en dirección hacia la sala de estar. —Hace un momento vi a Kaito entrar en su habitación, al parecer, ella, estaba llorando—Miku se puso sería.

—¿Kaito?—susurre, recordando los sentimientos de el hacía Rin, me puse furioso, pero trate de tranquilizarme, no podía simplemente ir y sacarlo a patadas de la habitación de Rin, para mi mala suerte, ya no podía hacer nada, no importaba ya lo celoso y frustrado que estaba.

—Kaito y ella harían una linda pareja—Miku sonrió.

—De ninguna manera—dije mirando a Miku con repudio. —Kaito no es apropiado para ella, después de todo sigue siendo mi hermana, así que tengo que protegerla—dije disfrazado mis celos en aquella justificación.

—Lo que digas, pero Kaito te está tomando ventaja—dijo Miku desapareciendo por el final del pasillo.

"¡Mierda!, estúpido Kaito, no te atrevas a tocar a mi Rin, porque conocerás al Len que tanto eh guardado" pense mientras terminaba de recoger el desorden para después regresar habitación para darme una ducha.


Rin.

—¿Entonces eso fue lo que pasó?—Kaito me miro preocupadamente mientras acariciaba mi mejilla para secar una lágrima que había comenzado a rodar por ella.

—Comprendo tú situación, pero, por más que el te guste, es imposible—Kaito situó su mano en mi hombro.

—Eso ya lo se—respondí fríamente.

—Sólo necesitas tiempo, yo, te ayudaré a sanar—Kaito me acarició nuevamente la mejilla y llevo su mano a mi mentón levantando mi rostro de este.

—Eso creo—no lo mire, desvíe mi vista hacía el techo.

—Rin, tú me gustas—Kaito consiguió que lo mirará a los ojos.

—Yo...—intenté decirle, pero el se acerco hacia mi, para posar sus labios con los míos.

Me quedé perpleja sin poder siquiera rechazar o corresponder el beso, apesar de que Kaito era muy atractivo, su beso no me hizo sentir, lo que Len conseguía hacer con mirarme siquiera, era un beso muerto, sin razones aparentes, ni amor, sólo un pequeño roze de dos superficies sin sentimientos libidos.

Amor Entrelazado.(LenxRin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora