Capítulo 3

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Llego a la habitación, algo que me ha costado, y empiezo a sacar las cosas de la maleta para empezar el trabajo que tengo que hacer en dos meses. Me pongo música con mi Ipod y empiezo a hacer los deberes que nos habían mandado.
Llevo media hora de reloj haciendo un trabajo cuando de repente alguien toca a la puerta. Al oir el ruido miro a mi al rededor a ver si hay alguien pero no, parece ser que nunca veré a mi compañera a no ser que sea durmiendo y de espaldas. Abro la puerta y veo al chico, ósea a Aiden.
-Hola-me dice.
-¿Que quieres?
-Tu ya sabes lo que quiero-me sonríe y hace que casi me derrita aquí en medio. Tiene una sonrisa preciosa, bueno, más que preciosa.
Se acerca poco a poco a mi hasta que entra en la habitación, cierra la puerta y se acerca más y más a mi. Su mano roza mi cara y hace que me derrita, mucho más, muchísimo más.
En cuestión de segundos tengo su cara a tres centímetros de la mia. Noto su respiración y el corazón se me acelera, me va a mil por hora. Me palpita tan rápido, el corazón digo, que me empiezo a poner muy nerviosa y me aparto de el.
-No te vas a librar tan fácilmente de mi.

Se vuelve a acercar a mí y cuando volvemos a estar a tres centímetros el uno del otro pega sus labios a los mios y me estampa contra la pared. Casi no puedo moverme cuando sigue pegado a mi boca, me agarra la camiseta por abajo y me la levanta hasta que estoy en sujetador, yo intento quitarle la suya pero cuando voy a cogerla el me coje de las manos y me las pega a la pared.

-Aquí mando yo.

Me dice y sigue pegando sus labios y su lengua a mi. Me encanta. Este chico me encanta. Su cuerpo, su cara, su todo. Me vuelve loca tan solo con una palabra o un movimiento.
De un empujón me tumba en la cama. Se separa de mi y se quita la camiseta.
Dios mio. No puedo dejar de mirarlos es tan... tan uff. El se da cuenta de que me he quedado embobada con sus abdominales y se ríe antes de volver a pegarse a mí. Empieza a meterme los dedos por debajo de los pantalones hasta llegar a levantarme las braguitas. Sigue pegado a mi, bajando cada vez más sus dedos cuando de repente alguien abre la puerta.

Aiden salta del susto y cuando abren la puerta yo me tapo enseguida con un cojín.

-Hola- dice la chica, supongo que mi compañera de habitación.
-Nos vemos.

Me dice Aiden, me guiña un ojo y se va. Mierda. ¿Porque ha tenido que venir en este momento?

Bad boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora