Capítulo 8

48 12 1
                                    

Aiden me lleva hasta su habitacion, que está alejada de las demás habitaciones de chicos. Entramos y lo primero que hace es estamparme contra la pared y pegar sus labios a los mios.
Me empieza a temblar todo el cuerpo cuando me tumba en la cama y se quita toda, toda, toda la ropa.

Levanto la espalda de la cama del dolor que siento, sí, soy virgen, y como nunca había hecho esto me duele, y mucho. Empieza a ir cada vez más y más rápido, dentro y fuera mientras mueve sus caderas al ritmo de las mias que no paran de moverse, de un lado a otro. Noto su espina dorsal y se nota que el ya lo ha hecho y muchas veces, parece un profesional y todo. Me duele, y me sigue doliendo mientras clavo mis uñas en su espalda.
-Aiden...- gimo entre sus brazos cuando acaba.
Aunque me haya dolido tengo que reconocer que cuando he llegado al clímax se me ha olvidado todo. Todo el dolor ha desaparecido cuando hemos acabado. Aiden se tumba al lado mía, con la respiración agitada.

-Levantate- me dice.
Aiden se levanta y se pone sus bóxers.
Yo intento levantarme pero me duelen mucho las caderas y me caigo en el intento. Aiden se ríe y me ayuda a levantarme. Le cuesta un poco llevarme hasta la silla en la que me deja. Dios mio. Qué vergüenza, desde aquí veo la enorme mancha de sangre que he dejado en la cama de Aiden.
-¿Que vas a hacer con eso?-le pregunto asustada.
-Tirarlo, ¿que coño crees que voy a hacer con esto?
Yo me quedo callada mientras el se ríe de mí, sigo sentada ahi, sin nada de ropa puesto de caderas para abajo. Esos calconcillos le hacen un culo irresistible, me quedo embobada mirando su maravilloso culo y el se da cuenta.
-Deja de mirarme el culo y vistete si puedes.
-No te miraba el culo- miento.
-Ya claro- se ríe y yo me intento levantar, pero no puedo-¿te ayudo?

Me acerca la mano y me levanta, me acerca a el y pega sus labios a los mios. Esta sensación que tengo es encantadora, estoy como a tres metros sobre el cielo, me llena. Me acabo de vestir y Aiden me acompaña hasta la puerta de su habitación.
-¿Esta noche haces algo?- me dice.
-No, creo.
-¿Vienes a...- parece que tiene vergüenza, se acaricia el pelo y sigue hablando- ¿quieres venir a... cenar?
-Si, claro.

Me besa una vez más y salgo de ahí. Parezco de lo más tonta caminando, me cuesta tanto que parezco un pato. Quien me esté viendo se debe de estar divirtiendo mucho.
Llego a mi habitación, me pongo una alarma a las 19:00 porque a las 20:00 vendrá Aiden a buscarme y me tumbo a dormir.

Bad boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora