Capítulo 10

58 14 0
                                    

Acabamos de comer bastante rápido; yo me he pedido unos macarrones a la carbonara y el carne, pero una carne muy rara. Aiden pide la cuenta y salimos de ahí, todo está muy oscuro y no hay nadie por la calle.
-¿Que quieres hacer?- me pregunta.
-No sé, ¿podemos ir a la playa?
-Claro.

Aiden me coge de la mano y me lleva corriendo hasta la orilla. Los dos nos quitamos los zapatos, para que no se mojen, y seguimos caminando. Aiden acerca su mano a la mia y junta sus dedos con los mios, una sensación incómoda y a la vez encantadora me llena por dentro cuando sus dedos rozan los míos, es tal y como yo había deseado que pasara. De repente se para, se acerca a mi, me mira a los ojos y me besa lenta pero apasionadamente. Me encanta. Esta sensación que tengo ahora mismo me encanta.
-Lissye...- me empieza a decir y yo me pongo nerviosísima- no se que haces conmigo pero...

Se nota que le cuestan decir estas palabras, porque supongo que serán demasiado bonitas como para que el chico malo de Aiden Collins las diga, pero a la vez es tan tierno ver como este chico del que nunca esperaba ver salir de su boca semejante cosa bonita intenta ser cariñoso.

-No sé como decirlo Lissye.
-Solo dilo.
-Te quiero.

Me besa otra vez justo cuando acaba de hablar. Esas palabras me hacen pillarme más y más por él, más de lo que estaba antes. Nunca pensé que alguien como yo podría conseguir que alguien como el me dijera te quiero, nunca pensé que fuera a pillarme por el, ni siquiera pensé que fuera a hablarle... pero ahora es todo diferente, ahora las noches se me hacen largas pensando en el, en este chico que no conozco de nada pero que ha hecho que le quiera más que a nada. Sé que suena precipitado, y un tanto alocado, pero me encanta, me encanta el simple hecho de saber que está conmigo, que me quiere porque me lo ha dicho y, sé que suena una tonteria, pero creo que estoy enamorada de el. No le conozco pero me ha hecho sentir cosas desde el primer día que le vi, aquel dia que me ayudó a abrir la maldita puerta, pues desde ese día.

-¿Nos bañamos?- me dice y me sonríe.
-No he traído bañador.
-¿Y qué?

Empieza a quitárselo todo hasta que se queda completamente desnudo, me mira y después se dirige hacia el agua. Se abraza a sí mismo en cuanto sus píes tocan el agua, debe de estar congelada.
-¡Ven!- me grita desde el agua, ya esta mojado entero.
-¡No voy a ir!
-Si no vienes ire yo a buscarte.
-Vale, voy, pero no mires.

Pone cara de tonto y se tapa los ojos. Sé perfectamente que va a mirar, pero no pasa nada por intentarlo. Me quito los vaqueros y luego la blusa.
-¡Quítatelo todo!-me grita y se ríe.
Me giro y le saco la lengua como una niña pequeña. Acabo de quitarmelo todo y me voy hacia donde el está.

No lo encuentro por ninguna parte y empiezo a asustarme de no verlo hasta que de pronto sale del agua y me empieza a salpicar. Esta congelada. Me meto de golpe para no pasar más frío y el me coje de la cintura y me empieza a besar y a subirme a el. Estamos uno encima del otro cuando noto su... ya sabéis, ahí abajo. Parece ser que lo bonito va a acabar con un buen final feliz.

Bad boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora