Mi motivo

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"... hice lo mejor que pude... la molestaba a más no poder, le gritaba y sólo ella me abrazaba, me dedicaba una sonrisa... lo intenté... pero ella es más fuerte"

No había podido dormir casi nada, me era costumbre, pero ésta vez fué diferente, mi pequeña mente daba miles de vueltas y retorcidos pensamientos de cómo podría hacer que se fuera.

No pasó mucho, cuando dejé de verla, cuando desapareció (años después logré "comprenderlo").

Hacían meses que ya no miraba a mi madre, por lo que recuerdo, no me afectó mucho, no sé si fué por que mi actual madre hacía que la olvidara, distrayéndome con la dura realidad.

Fué cuando todo cambió.

Mi padre cada vez más se tornaba violento, si tenías un problema, tú misma tenías que solucionarlo.

Me sucedió cuando intentaba hacer que mi actual madre se fuera de la casa.

Uno: Intenté ensuciándole sus sandalias preferidas.

Recibí gritos descontrolados de mi padre.

Dos: Le arruinaba sus cosméticos (los mezclaba con otras cosas como gel o shampoo)

Recibí aventones bruscos en la sala.

Tres: Desordenaba la casa y la ensuciaba a más no poder.

Recibí golpes con el cinturón hasta casi por el amanecer...

Todo por lo general me salía mal.

Hasta que una noche, comencé a escuchar unos quejidos, me dieron mucho temor y pánico, provenían de la habitación de mis padres, me desesperé por no saber el motivo por el cual esos quejidos eran de ambos, hasta que...

Cesaron.

No se volvieron a escuchar, a la mañana siguente cuando barría la habitación (desde esa edad ya casi sabía hacer los quehaceres), me encontré con un plástico entubado que estaba en el suelo, cerca de la cama.

Me preguntaba una y otra vez qué diablos era esa cosa.

Meses después, me dan la noticia de que tendría un hermano...

Conforme pasaban los meses, me emocionaba un tanto por ello (no lo mal entiendas), sino que lo tomaban a un tema tan importante, a tal grado que provocaba que fuera mal en la escuela y por ende que los golpes fueran cada vez más fuertes...

Comencé a odiar la idea de que alguien estuviera en "camino", no originé plan alguno para deshacer me de ello.

Un día, acompañé a mi actual madre, a lo que era al parecer, una cita con una doctora.

Y fué cuando la vi...

Su cabello finamente recogido en una larga y castaña coleta, su bata blanca como la nieve y su sonrisa tan encantadora.

No sabía cuál era su nombre, pero lo que sí sabía, era que ella era preciosa (y aún no pasaba por la estaba de cambio de gustos).

- Hola pequeña.

Con una cálida sonrisa me hizo el saludo.

- Hola.

Respondí una gran sonrisa.

En una de las citas recuerdo perfectamente que mi madre actual estaba en una camilla en semisentada, al lado estaba una pantalla.

- ¿Qué es eso?

- Es en la cual podremos ver a tu hermanito o hermanita.

De repente observé que sacaba un largo objeto y que lo ponía en el vientre de mi actual madre mientras que del otro extremo se lo colocaba en sus oídos.

- ¿Qué es eso?

Sin dudar, pregunté.

- Es un estetoscopio, ¿Quieres escuchar los latidos del corazón de tu hermanito?

- Sí.

Respondí emocionada.

...Jamás olvidaré, y hasta ahora mismo tengo en mente el sonido de los instantáneos latidos de un pequeño corazón...

La doctora me puso con sumo cuidado en mis oídos el supuesto estetoscopio.

-Son muy rápidos.

Contesté con asombro.

- ¿Cómo se escuchan los míos?

- ¿Quieres saberlo?

- Sí.

- Deja que te escuche.

En mi pecho puso el extremo por el cual al parecer captaba el sonido de los latidos. Luego de un minuto se lo quitó con agilidad y elegancia.

- ¿Y cómo se escuchan?

Pregunté ansiosa.

- Como a una zebra.

Me dijo con una gran sonrisa.

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Decidí nombrarlo como "Mi motivo", ya que ése es el único recuerdo con el que me mantiene viva, con el que en mí, está lo que es un sueño, un anhelo...

Cada día lucho constantemente para que ese únivo motivo, viva en mí...

Más delante explicaré el por qué...

Efectivamente quiero ser doctora (lo dice la que ni se puede ayudar a ella misma), sé que todo esto lo sanaré con ello, con ayudar a los demás, no todo está de rosas apartir de aquí, cada vez más siguen los dolorosos recuerdos... No escribo muy seguido porque me duele el recordar... Aún así, no es motivo para dejar de escribir a lo que se ha convertido... Mi desahogo...

- Stephen

Sin cielo alguno [Stephen] (1) 《Editando》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora