Sin cielo alguno [Stephen] (1) 《Editando》

Desprotegida

Con el abandono de ella, como lo mencioné antes me quedé con mi padre y en los próximos 3 años fué tan complicado, pues él tenía que empezar a trabajar pero tenía que asegurarse de que yo me quedara en un lugar en donde me encontrara a "salvo", pero era todo lo opuesto.

El primer lugar en donde me quedé fué en casa de mis abuelos (los padres de mi papá), mi abuelita era muy cariñosa y amable, pero no se podía decir lo mismo con mi abuelo, él siempre era conmigo estricto, abrazo alguno no había o un simple gesto de amabilidad.

En la casa de mis buelos también estaban (y están) tres tíos en los cuales dos viven en el interior de la casa, uno se llama Hugo; él por lo regular casi no lo veía, pues se la pasa la mayor parte del tiempo encerrado en su habitación pero no se puede decir lo mismo con el otro: Ernesto, es muy callado y también se pasaba la mayor parte en su habitación pero de un cierto tiempo, desde que llegué él ha estado observándome.

Me encontraba jugando con uno de los barcos de mi abuelo, a él le encantaba hacer navíos de madera en su taller así que hoy se encontraba allí, mi abuela, por el otro lado, estaba lavando ropa en el patio de atrás, mi tío Hugo se había ido a trabajar hace una hora (6:00 am), pero mi tío Ernesto estaba en la casa y lo peor de todo, me estaba observando jugar, me sentía algo incómoda ya que me daba miedo cómo me miraba, sus ojos oscuros observándome entre la tenue luz de la sala. Yo no le hacía caso, al contrario seguía jugando hasta que de repente, sentí su mano en mi pequeña cintura, atrayéndome a él y fué cuando pasó... él, me estaba besando.

Temblaba al sentir sus labios como una sed insaciable, mientras que con una de sus manos tocaba mi entrepierna, aterrada quería irme, no sabía lo que pasaba ¿quién lo comprendería al tener el tan sólo 4 años de edad? Todo fué inútil, hasta que a lo lejos se escuchaba la puerta del patio de atrás, definitivamente era mi abuela, estaba dispuesta a irme corriendo en sus brazos y tratar de explicarle lo sucedido pero él, me sentó en sus piernas y luego se volvió a escuchar la puerta para después quedarnos en un gran silencio, hasta que él me dijo:

-Si dices palabra alguna, puedes despedirte de tus abuelos porque no los volverás a ver ¿eso quieres?

-No, tío

-Muy bien, es todo por hoy, mañana "jugaremos" de nuevo ¿entendiste?

Yo sólo asentí con la cabeza, mi mirada estaba fija en el suelo, sentía que esto estaba mal, pero tenía miedo de que les llegara a hacer algo ¿qué podía yo hacer? Nada, absolutamente nada, debía quedarme callada o algo malo pasaría.

Durante los siguientes 6 meses pasaba lo mismo pero empeoraba, apenas era de día y él se encontraba en la cama donde dormía y empezaba a "jugar" conmigo, esto se estaba saliendo de control, me tocaba más, era más brusco, nadie se daba cuenta de lo sucedido, en la hora de dormir, era eterno no quería que amaneciera, era una pesadilla para mí.

Había veces en que miraba fijamente a mi padre y cuando dormía en mi casa con mi padre lloraba porque sabía que tendría que regresar no quería que esto siguiera, mas sin embargo continuó y... me acostumbré a ello.

Una tarde como de costumbre, mi abuela estaba en el patio de atrás y mi abuelo también, mientras tanto yo me encontraba "jugando" con mi tío, en el cual no me oponía a ello, ya le había dicho antes que no quería jugar, que no quería que me siguiera lastimando pero fué peor así que simplemente me dejé.

-Que linda niña, ahora si no me das problemas.

-No tío.

Le respondí queriendo romper en llanto, y al parecer él lo notó.

-¿Qué pasa?, ¿a caso no te estás divirtiendo?

-S-sí tío, no pasa nada.

Siguió con lo suyo hasta que de repente se escuchaban los pasos de mi abuela, me dejó e hizo como si estuviera hablando conmigo.

-Que lindo barco ¿no crees sobrina?

-...s-sí tío.

-Que lindos, ¿a qué juegas Ailyn? ¿Estás con tu tío?

-...sí abuela, estoy jugando con un barco.

Y así era, así pasaba el tiempo hasta que... empecé a verla de nuevo, a ella.