Navidad

95 4 0
                                    

Dedicado a éstas fechas de "felicidad" y "unión familiar"...

La hipocresía siempre ha reinado en el hogar... más que nada, eso es de 'herencia'.

Navidad...

Más que nada, se acercaba la peculiar fecha de paz, armonía y felicidad. (Jajaja)

*****

- Vamos a tener una buena y alegre Navidad.

Decía mi padre mientras conducía.

Desde un cierto tiempo, las cosas parecieran cambiar un poco ya que ahora mis padres se hablaban y en parte, se llevaban bien. Era eso, o simplemente lo hacían por nosotros.

- ¡Sí papi!

Gritaba mi hermano de emoción.


Mi madre, había hecho una larga lista y discursos ridículos sobre de lo que haría de cenar para el afamado día, recalcando lo importantísimo que éra ésta fecha.

- Vamos a pasárnosla bien, en familia, juntos, sin problemas... todo será tan lindo y perfecto.

Yo, aún así, decidí darles otra oportunidad, y esperar que algo bueno pasara respecto a ésta fecha.

Cuando se estacionó mi padre, todos contentos nos bajamos de la camioneta.

Aún así, cada vez que me subía a ella, de vez en cuando recordaba aquél día en el que todo se hizo de mal en peor...

Dejando a un lado mis pensamientos, me enfoqué en ellos.

Todo saldrá bien, tranquila Ailyn...

Terminamos de hacer las compras.

Pero algo no estaba bien...

Sentía cómo mi corazón se agitaba y mi respiración era pesada, cuando de repente mi hermano me susurra:

- Hermanita... presiento algo malo...

Ésto no estaba bien, cuando ámbos teníamos aquella horrible sensación era porque algo iba a pasar, y era cosa seria.

- No te preocupes hermanito, no debe de ser nada, tranquilo.

Le sonreí y abracé para que no sospechara que yo también sentía aquello.

24 de diciembre...

Eran alrededor de las 10 de la noche, mi madre ya se encontraba terminando de preparar la cena (ésto éra debido a que mi padre siempre tiene hambre y también porque hubo una fuerte discusión el año pasado en Año Nuevo).

El pino de navidad, a pesar de que era uno artificial, lo habíamos decorado bien, y juntos.

Lo único malo (hasta ahora) era que no tenía comunicación alguna con Alfonso, debido a que se fué a visitar a unos familiares en Q. Roo., pero hasta ahora no me preocupaba, sólo había rezado para que le fuera bien en su viaje.

- ¡Mira hermana, cuántos regalos!

Mi hermano ya sabía que nuestro padre compraba los regalos, así que a él no le dolió tanto, ya que él mismo se dió cuenta.

- Sii, son muchos.

Mientras tanto, yo me encontraba grabando con mi celular, para que jamás nos olvidáramos de ésta fecha...

Todo era felicidad, habíamos jugado, reído y cantado.

Mi hermano había sacado su spray de serpentinas, cuando mi padre había salido a la terraza y vuelve a entrar, mi hermano le quiso dar una sorpresa, apuntando a él y lanzando las serpentinas.

- ¡¡Ya basta!!

Su grito fue lo que nos provocó una gran tensión y un silencio de miedo y nerviosismo.

- ¡¡Niño, ya guarda eso!!

Mi hermano, casi a punto de llorar (que no lo hizo). Entonces mi padre le arrebató el spray y lo tiró a la calle lo más lejos posible.

- ¡¡Lárguense a dormir!!

Ambos nos fuimos escaleras arriba. Mi miedo cambió drásticamente a la ira y el coraje.

Ya acostados, le abrazaba a mi hermano.

- Tranquilo, estás conmigo, no es nada más que un loco, no le hagas caso.

Mi madre subió, su semblante era el mismo que el mío, ambas estábamos en desacuerdo por el cambio drástico de él.

- Tranquilo hijo, es mejor que duermas.

Mientras tanto, me susurró a modo de que mi hermano no escuchara.

- Siempre es lo mismo con él.

- Lo sé, pero tranquila, no te preocupes, mejor nos dormiremos.

- Está bien, que descansen.

¿Cuántas familias han de estar pasándola tan bien en este mismo momento? Y nosotros aquí.

¿Cuántas personas internadas con la mayor y dolorosa enfermedad aún así han de estarla pasando bien con la visita de sus familiares?

Una y otra vez, mi mente era como una infinita conversación, hablaba y hablaba sin parar, hasta que...

- Niños, su padre quiere que bajen para abrir los regalos...

- ¿Y si no queremos?

Dije con gran enojo.

- Hija, ya se le pasó, así que...

- Oh, ¿y será cuando él lo quiera?

- Hija... por favor...

- Ya que, vamos...

Forsozamente fuimos escaleras abajo, donde se encontraba mi padre con una sonrisa tan fingida.

Fue la primera vez que abrí un regalo forsozamente...

- La Navidad no es nada más que una época de hipocresía, disfrazada en la felicidad y paz...

- Stephen...

Sin cielo alguno [Stephen] (1) 《Editando》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora