Mi verdadero hogar

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Empezaba a perder el conocimiento, aun así seguía intentando llegar a él. Entonces vi como algo se acercaba a lo lejos. Era la sirena de aquella vez, me estaba rodeando. Me dio un beso par que pudiera respirar.

-Debo salvarlo, pero no alcanzo-

-Y no lo harás...-

-¿A qué te refieres?-

-Nunca llegaras a él con esas piernas- Dijo observándome-Yo puedo ayudarte-

-¿De verdad?-

-Obvio después de todo llevas nuestra sangre... puedo devolverte el cuerpo que siempre debiste tener, uno similar al de tu madre-Dijo sonriendo-Pero nada es gratis debes saberlo-

Miraba como Peter se alejaba.

-El cocodrilo no tarda en llegar-

-Bien, que es lo que debo dar a cambio-

-Bueno no necesariamente tienes que entregarme algo, pequeña si aceptas esto no podrás volver a recuperar tu cuerpo, al menos solo en la noche de luna roja que es cuando todas podemos salir a caminar-

-Está bien hazlo-

-¿Tanto te importa ese chico?, supongo que sacaste el coraje de tu madre-

-Supongo que si-

-Bien, chicas...-

Aparecieron tres sirenas más, las cuales empezaron a girar alrededor mío, una luz empezó a rodearme y me dejo un poco atontada, cuando este desapareció, tenía una cola de color azul.

Realmente me veía... fascinante.

-Bien chica, será mejor que vayas a ayudar a tu amigo, nos veremos luego-

Empecé a nadar hacia Peter, de verdad ahora me movía con más rapidez, era como si fuera parte del mar. Cuando llegue con el solté las cadenas y lo tome. Parecía haber perdido la conciencia. Mientras nadaba hacia la superficie vi al cocodrilo, se acercaba a nosotros, cambie de dirección para evitar que nos atacara, pero seguía nadando en nuestra dirección. Entonces varias sirenas empezaron a molestar al cocodrilo haciendo que se alejara. Cuando logre llegar a la orilla deje a Peter allí.

-¿Travis?- Era Tigrilla- ¿Qué te paso?-

-Lo siento Tigrilla, pero mi nombre verdadero es Elizabeth-Ella se acercó a Peter-Creo que ha tomado mucha agua, Garfio lo tiro en la isla calavera, esperaba que se lo comiera el cocodrilo, por favor sálvalo-

-Está bien, vamos a mi aldea-

-No puedo...-Dije sumergiéndome-

-¿Nos volveremos a ver?-

-Si-dije sonriendo-Somos amigos-

Ha pasado un tiempo desde que me convertí en sirena, con las chicas evitamos que varios piratas entraran en la selva. Son muy fáciles de manejar. Los compañeros de Tigrilla junto a los niños perdidos protegieron a las hadas y estas se cambiaron de lugar. Hoy era noche de luna roja por lo que me prepare para salir.

Entre en el bosque, era extraño volver a tener piernas, me costaba un poco caminar. Visite primero a Tigrilla quien estaba durmiendo por lo que se sorprendió mucho al verme. Fuimos a la orilla de la isla y nos quedamos allí a conversar.

-¿Entonces ahora eres una sirena?-Asentí- wow y yo que de verdad creí que eras hombre-

-jajaja si no fuiste la única-

-¿Y te gusta?-

-Si... la verdad he aprendido mucho sobre mi madre y el mar me gusta mucho- dije sonriendo-

-Me alegro... ¿le dirás a Peter?-

-En algún momento-

Tigrilla me conto que estaba comprometida y pronto pasaría a ser jefa de la tribu lo cual la tenía muy emocionada. La luna roja empezaba de apoco a cambiar de color. Me encamine hacia el mar y sentí como mi cola volvía Tigrilla me miraba sorprendida. Entonces apareció Peter.

-No puede ser-Dijo ganándose sobre mí -¿Esto lo hiciste para salvarme?-

-Hola Peter, también me alegra verte-Dije sonriendo-

-Corazón de león-Dijo sonriente-Eres una chica increíble... gracias por tu ayuda-

-Cuando quiera líder-Dije poniendo mi mano en mi cabeza-

-Supuse que algo así había sucedido cuando Tigrilla me conto como había sobrevivido al cocodrilo-

-No podía permitir que Garfio se saliera con la suya- dije encogiéndome de hombros- Cualquiera hubiera hecho lo mismo-

-Pero tú lo hiciste-

-Supongo que está en mi sangre-

-¿Eres feliz?-Asentí y el beso mi frente- Entonces siempre estarás con nosotros-dijo sonriendo-

-Si-dije sonriendo-Me quedare con ustedes, aunque no nos veamos siempre-

-Bien entonces cuando puedas salir a caminar te esperaremos con Tigrilla y saldremos de aventura-

-Si...-Dijo Tigrilla desde la orilla-Seremos un gran equipo-

-Está bien- dije feliz-Ahora debo volver o mi abuelo se enojara, vivo con él es el único familiar bueno que me queda-

Me despedí de los chicos y volví a casa. Desde entonces soy parte de nunca jamás y siempre que es luna roja salgo de aventura con los chicos.

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