Bienvenida a nunca Jamas

Mi padre

Cuando llegamos al barco, ella empezó a cantar hipnotizando a dos hombres que se encontraba haciendo guardia. Ellos bajaron un barco y con él me ayudaron a subir, luego se lanzaron al mar.

-¿Qué se supone que haga con esto?-

-Ya lo veras- luego de eso se sumergió en el mar-

Conseguí una espada e intente abrir el cofre, pero no funciono.

-Vamos estúpido cofre-

Solté un suspiro y deje la espada en el suelo.

-Valla, valla, mira lo que Smith encontró, Garfio estará muy contento cuando le devuelva lo que perdió-

Tomo el cofre y tomo mi brazo.

-Pequeño niño tonto no debiste volver-

Escondí mi collar antes de que él lo viera. Nos dirigimos a la habitación de Garfio donde estaba durmiendo.

-Se... señor mire lo que atrape-

-¡SMITH ¿Cuántas veces debo repetirte que no debes despertarme en medio de mi sueño embellecedor?!-

-Jajaja no creo que eso de verdad funcione- Dije sin pensar-

Entonces Garfio se levantó, se quitó lo que fuera que tenía en sus ojos y nos observó.

-Mi cofre-dijo casi saltando de la cama y tomando el cofre- Muy bien Smith al fin hiciste algo bien-

-Gracias mi capitán-

-¿Dónde conseguiste esto niño?-

-Importa-

-Veamos te encuentras solo, en un lugar extraño y rodeado por piratas que te pueden matar en cualquier momento y Tienes las agallas m... me caes bien solo por eso te daré una oportunidad-

-¿A qué te refieres?-

-Smith dale al chico una espada y llama a Thompson, peleara por su vida-

-¿eh?-

-Lo que escuchaste... si ganas podrás seguir con vida y volver con Peter-

-pero yo nunca he peleado-

-Lastima-

Thompson era un hombre realmente alto, musculoso y bueno daba miedo. Hicieron un círculo alrededor de nosotros y me entregaron una espada. Supongo que en esta isla pelear a muerte es una costumbre muy común.

-Bien en guardia-Dijo el hombre-

Empezó corriendo hacia mí, por lo que lo esquive corriendo hacia otro lado, aunque sabía que muy lejos no podría llegar debido a que había mucha gente a su alrededor. Decidí atacar con la espada, no me quedaba de otra, pero el hombre era muy bueno esquivaba todos mis ataques. Entonces empezó a atacar y yo esquivaba a la perfección, era como si la espada fuera parte de mi brazo. Los piratas empezaron a apoyarme, incluso Garfio sonreía al verme pelear. Logre en uno de mis ataques lastimar la cara del hombre a lo cual este se enfadó, me costó defenderme, mientras retrocedía, tropecé lo que hizo que el pirata logara alcanzarme con la espada, haciendo que mi musculosa se rompiera al igual que las vendas. Quede en peto frente a todos y el collar quedo expuesto.

El hombre se rio y empuño su espada.

-Ultimas palabra niña-

Mi espada había caído lejos por lo que no podía alcanzarla, sentí un disparo y el hombre callo. Garfio le había disparado. Todos quedaron atónitos.

-Es una chica-Dijo Smith-

-No puede ser...-Dijo otro- Peter dijo que jamás volvería a traer una chica después de lo...-

-¡SILENCIO!-grito garfio-Agane a un lado par de animales-

Me quede atónita, el hombre estaba tirado frente a mí con una bala en la cabeza. Garfio se paró frente a mí y me cubrió con su capa y tomándome en brazos. Me llevo en brazos a su habitación y salió. Al rato Smith entro con ropa para mí. Era una blusa de color azul y unos pantalones negros, me veía como una pirata de las que salen en las películas.

-Se puede- Era Garfio-

-Si...-

El hombre entro y se sentó en la cama con el cofre en su regazo.

-¿Quién te dio ese collar?-

-Lo encontré...-

-Eso es mentira...-Dijo molesto-vamos no tienes por qué mentirme...-

-Bien de todos modos da igual... lo tengo desde pequeña-

-¿Por qué vestías de chico?-

-Porque me divierte-dije encogiéndome de hombros-Además aleja a los pervertidos-

-Tu madre... ¿Cómo esta ella?-

-No lo sé, vivo con mis tíos-dije encogiéndome de hombros-Ella me dejo sola hace mucho tiempo-

-Eres idéntica a ella, tiene tus ojos- Dijo sacando una llave y abriendo el cajón-Ven siéntate-

Me senté a su lado y el me mostro lo que había en él. Habían muchas fotos de un hombre y una mujer que usaba el mismo traje que yo tenía puesto. Era una mujer realmente hermosa y tenía razón tenía mis ojos.

-La conocí hace mucho, era una hermosa mujer, amaba el mar tanto como yo... bueno después de todo lo llevaba en la sangre. Veras nos conocimos en una de mis aventuras, era una hermosa sirena, nos veíamos siempre a la misma hora. Estábamos enamorados, por lo que luchamos contra todo y todos para poder estar juntos, ella renuncio a su cola y yo... bueno yo me quede a su lado el tiempo que pude, pero ese niño no dejaba de molestar, nos alejamos de aquí, nos fuimos a otro lugar, pero él me molestaba incluso en mis pensamientos, no podía estar tranquilo sabiendo que él seguía aquí haciendo lo que se le antojaba, por lo que volvimos. Las cosas se complicaron y una noche ella se fue llevándote consigo-

Habían mas fotografías, tome la de la bebe que tenía el collar.

-¿Soy yo?-

El asintió, de verdad mamá era muy hermosa y aventurera.

-No creo que pueda llamarte padre...-dije sin soltar la foto-

-No espero que lo hagas... pero quédate, te enseñare todo lo que se- dijo entregadme una espada- Estoy seguro de que lo levas en la sangre-

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