Bienvenida a nunca Jamas

Emboscada

Nos quedamos sentados viendo a las hadas danzar, eran muy bonitas. Peter me extendió su mano para bailar con él. Sonreí y acepte bailar, lo cual no duro mucho.

-Sabía que mi hija nos traería hasta aquí... no se los dije chicos-

Unas manos me alejaron de Peter mientras que otras lo tomaron a él.

-¡Peter!-

-¿Sabías de esto?-

-No... te lo juro-

Entonces nos golpearon en la cabeza haciendo que ambos cayéramos al suelo inconsciente. Cuando desperté me encontraba en el barco. Me levante y toque mi cabeza aun dolía.

-Lo siento hija... pero no podíamos dejar que intervinieras-

-¿Qué le harás?-

-¿A quién?-dijo Garfio poniéndose de pie-A las hadas, les robare su polvo mágico y luego las matare a todas... a Peter se lo daré de cenar a los cocodrilos-

-¿Qué?-

Salí afuera, nos encontrábamos dentro de una cueva y Peter estaba amarrado con cadenas y se encontraba parado en la tabla.

-Peter-

El solo me miro, estaba molesto, de verdad no creía en mi palabra. Me acerque a Smith ya que note que el cargaba las llaves.

-Smith ¿Qué es este lugar?-

-Nos encontramos en la cueva de calavera, hogar de los cocodrilos-

-¿Y ahí muchos?-

-Por supuesto niña...-

-¿Tú quieres que Peter de verdad muera?-

-Yo... yo solo sigo órdenes-Smith era un buen tipo después de todo-

-Tengo un plan entrégame las llaves y si alguien pregunta, diré que te las quite mientras estabas alabando a Garfio-Dije sonriente-

-Elizabeth no puedo hacer eso.... Tu padre me mataría-

-Por favor Smith nadie tiene porque saber que me la entregaste-

Le hice puchero y me las entrego. Ahora solo tenía que llegar a él. Empecé a acercarme a Peter escabulléndome entre los piratas pero cuando estaba por llegar Thompson me detuvo. Garfio se pare frente a Peter.

-Por favor no lo hagas-Le grite-Mamá no querría que lo hicieras-

-Mamá ya no está aquí-

-Pero estoy yo... Papá-

-M... No eso no me convence... adiós Peter-

Le dio una patada a Peter y este cayo, me soltaron y corrí a verlo. Garfio reía.

-Ya olvídalo niña el no volverá...-

-Bien pues yo tampoco-

-¿A qué te refieres?-

Me deje caer al mar. Quizás podía alcanzarlo antes de que el cocodrilo llegara a él. Se hundía con facilidad y me estaba quedando sin aire.