La voz del Silencio [HISTORIA CANCELADA]

Capítulo XV "Trabajo Duro"

Va a ser un capítulo bastante más largo que de normal...para compensaros la tardanza bebés ❤ A ver si os gusta :3 Empecemos~

Bajaron del barco casi sin creerse el hecho de que por fin estaban en Jonia. Se encontraban en un pequeño y humilde pueblo pesquero.
Sona miró a su alrededor emocionada. Hacía tanto tiempo que no sentía la aromática brisa jonia que se le puso la piel de gallina.
Draven por su parte nunca había estado en la tranquila y pacífica isla, pero de momento lo que había visto no le había parecido nada del otro mundo. La gente en el puerto no parecía muy feliz. Aunque el hambiente era mucho mas limpio que el de Noxus, no pudo evitar recordar las calles de su problemática ciudad natal al contemplar las calles de aquél pueblo. Algo no iba bien en aquel lugar y no tardó mucho tiempo en darse cuenta de lo que sucedía.
Militares Noxianos.
¿Qué hacían allí? No lo sabía, pero suponía que nada bueno.
La presencia de los soldados sumaba un nuevo problema a la pareja, puesto que no le parecía una buena idea dejarse ver por allí después de haber desaparecido de repente. Estaba seguro de que si lo veian su hermano Darius bo tardaría en tener noticias suyas. Cogio a Sona de la mano y tiró de ella conduciendola a un callejón. La joven lo miró a los ojos confundida.
-Esto está lleno de Noxianos, si nos ven podemos meternos en lios y no quiero darte más problemas cuando ya estamos tan cerca de nuestro objetivo.
Sona asintió comprendiendo las preocupaciones del verdugo.
Avanzaron con precaución y sin prisa atentos a todos los que se paseaban a su alrededor y ocultándose cuando se acercaba algún militar.
Llegaron a un mercado, una zona en la que podían ocultarse entre la multitud.
Se hicieron con unas capas sencillas y algo raidas con las que ocultaron su rostro con capuchas.
Pero hubo un artículo que a Sona le llamó especialmente la atención.
Su mirada se iluminó al descubrir SU instrumento, con su perfecto brillo y color dorado.
Llamó la atención del vendedor y señaló el instrumento con desespero.
-Ese es mi mejor y mas caro artículo señorita.-le dijo educadamente.
Sona rebuscó en la pequeña bolsa que llevaba. Tenía un saquito de monedas el cual le entregó al vendedor sin ni siquiera contarlas. Su instrumento era tan valioso que pagaría cualquier cosa por el.
-Me temo que con esto no es suficiente... Son malos tiempos y no puedo permitirme rebajas tan grandes muchacha.
-Ese instrumento es muy valioso e importante para ella.-dijo Draven.-No tenemos mucho pero yo también pondré algo. -dijo entregándole al mercader lo poco que le quedaba.
El hombre sopeso las dos pequeñas bolsas de dinero entre sus manos y su frente se arrugó un poco.
-Sigue sin ser suficiente...
-¿No lo entiende? ¡Es muy importante!-empezó a impacientarse Draven. -Haré lo que sea por ese instrumento, pero no podemos pagarle más.
-¿Lo qué sea?
-Lo que sea.

***

Bostezó mientras luchaba sin ganas de desenredar una vieja red de pesca. Quedaba aún una hora entera para el amanecer y el suave movimiento de las olas meciendo el barco lo adormecia más de lo que ya estaba. Mataría por dormir un poco más, pero mataría aún más por ver a Son sonreír y disfrutar de su amado instrumento de nuevo, y por eso estaba allí, ayudando en las labores de pesca de la familia del humilde mercader.
-¡Espabila muchacho! ¡Parece que en lugar de desenredarla quieras enmarañarla un poco más!
Draven sacudió la cabeza tratando de despejarse. Finalmente logró deshacer el enredo y echó la red al mar no sin antes haberse asegurado de amarrarla bien. Lo último que quería era tener que trabajar horas extra para pagar la red si esta se iba por la borda.
Obedeciendo ordenes las horas fueron transcurriendo y Draven empezaba a cojerle el gusto a aquéllo de la pesca. El mar estaba increíblemente tranquilo y la leve brisa fresca y salada lo relajaba. A demás el hambiente a bordo era muy animado y agradable. Disfrutaba mucho de la compañía del humilde mercader y sus hijos mayores. Le asombraba la sencillez y la amabilidad que mostraban.
Trabajar para otra gente siempre había sido molesto y engorroso para Draven, pero ayudar a aquélla gente ni le costaba ni le importaba lo mas mínimo. Puesto que estaba trabajando mas agusto que nunca.