Capitulo 2

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Agobiada me sentía... Creí que iba a morir por hemorragia...

Cuando entre a urgencias con Sara, solo podía escuchar las voces de los doctores, parece que Sara salió menos herida de lo que yo estaba, podía oír su voz, pero no podía abrir los ojos, la sensación tan horrible que sentía se volvía cada vez más fuerte, no podía describir el gran sufrimiento...

Desesperación sentí todo ese tiempo en el que los doctores me revisaban y me curaban mis heridas. Aunque tenía los ojos cerrados, podía escuchar todo lo que decían los doctores sobre mi, le contaban a mi mamá que si el accidente hubiera sido peor, hubiera perdido mi pierna.

Cuando desperté, me sentía muy débil, no lograba mantenme en pie. Habían pasado 6 semanas desde que ocurrió el accidente, aún podía sentir el dolor y el miedo que me consumía. Más aún, no conseguía hablar con Sara respecto al accidente, ni mucho menos con su mamá.

Desde ese momento supe que existen obstáculos que se interpondrían en tu camino, no solo una vez, sino muchas.

Cada día que pasaba, sentía miedo y muchos sentimientos de tristeza se apoderaban de mi.....y me resultaba difícil de superar e incluso lloraba en las noches, pero nada cambiada al día siguiente.

En el colegio, nada cambió, lo único que cambio fue la manera en la que me discriminaban, por ser diferente a ellos. Gracias a eso el miedo fue creciendo, prácticamente cada día, mis compañeros me destruian; de hecho ellos no quedaban satisfechos con lo que me hacían y llamaban a otras personas de otros cursos para hacerme males. Ningún profesor sabía que me hacían eso casi todo el tiempo, ni siquiera mi madre sabía que me hacían eso ni que lloraba por la horrible discriminación que me hacían, terribles sensaciones sentía....¿Esto seguirá así hasta el final?

Se me hacían eternos los días, no me sorprendía encontrar papeles en mi maleta, cada papel contenía un mensaje distinto:
Eres la persona más repugnante del mundo, porque no mejor te mueres.
Ojalá no vuelvas, tú no sirves aquí.
Cada día era así, me tocaba botarlos en la basura del conjunto para que mi mamá no los encontrará nunca, ni supiera lo que me hacían sentir mis compañeros cada día en el salón de clase....
Desde ese entonces, mi vida comenzó a tornarse en un gran color gris, nada podía sacarme una sonrisa..
No tenía amigos, todos me apartaban, solo por ser diferente a ellos me despreciaban. Ese día decidí cambiar de escuela pero pensé...¿Sería lo correcto?....

Without  A  Happy  EndingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora