Effie decidió quedarse más tiempo del planeado, hubo un retraso con la entrega de materiales para la panadería, además, se le veía cómoda aquí con nosotros. Ella tampoco tenía a nadie más.
Peeta y ella se seguían reuniendo por las mañanas, por las tardes nosotros volvimos a centrarnos en el libro de recetas. A Peeta se le daban mejor todos los platos hechos al horno y a mi los guisos.
- Mira – me dijo Peeta señalándome un postre – esto nunca lo he preparado. ¿Quieres que probemos?
- Claro, pero si me queda mejor que a ti luego no llores – le dije, haciéndole reír.
Una vez las tartas estaban listas para hornear Peeta las espolvoreó por lo que a simple vista se veían iguales, así que cuando se giro para abrir el horno las cambie de sitio, para que pensara que la suya era la mía y al contrario.
Cenamos los cuatro juntos y llegó la hora del postre.
- Bueno, ¿por cuál empezamos? - pregunta Peeta, trayendo las dos tartas.
- Por la de Katniss – dice Haymitch – así podremos quitarnos el mal sabor con la tuya.
Peeta corta ambas tartas y nos reparte un trozo de cada una. Empezamos por la que creen que es la mía, que en realidad es la de Peeta. La cara de asombro de todos es insultante. Está deliciosa por supuesto. Y les cuesta creer que yo haya hecho algo tan exquisito.
- Sin palabras – dice Haymitch – no se si podrás superar esto chico.
Ahora prueban todos la otra. Effie intenta disimular su cara de asco pero Haymitch no hace nada por disimularla. Sabe horrible. La masa es muy gorda y está cruda por dentro. El pobre Peeta ... su cara muestra confusión y pánico. Yo intento ocultar una sonrisa. Pero le voy a hacer sufrir un rato más. Que siga pensando que es la suya.
- Yo ... - dice Peeta muerto de vergüenza – yo ... no se que ha pasado. Creía que había seguido bien los pasos pero se ve que no.
Sin decir nada más se va a la cocina. Yo lo sigo. Está revisando la receta. Me da mucha pena y no puedo seguir engañandole.
Cuando me mira no puedo evitar echarme a reír.
- ¿Qué? - me pregunta extrañado - ¿has tenido algo que ver en que mi tarta sepa tan mal?
Una larga carcajada se escapa de mi garganta. Lo ha pasado tan mal pensando que no le había salido bien.
- ¿Qué has hecho Katniss? - me dice intentando parecer enfadado – confiesa.
Su cara ahora luce indignada. Creo que me toma el pelo pero me empiezo a asustar. Así que me acerco y empiezo a hacerle cosquillas en los costados. Intenta resistirse pero no puede contener la risa. Empiezo a perseguirlo por la cocina sin dejar de hacerle cosquillas.
- Para Katniss – me dice en un ataque de risa – estoy realmente enfadado contigo por lo de la tarta. Les has dado el cambiazo, ¿verdad? - sigue diciendo entre risas.
Se pega a la pared y se deja caer al suelo, yo me quedo de pie mirándolo. En un momento de despiste se levanta de un salto y me agarra antes de poder esquivarlo. Me sienta sobre la mesa de la cocina e intenta hacerme cosquillas. Prueba bajo los brazos, en los costados, en la espalda y nada. Pongo cara de superioridad hasta que veo que me quita una de las botas y entonces ahí ya me asusto. Va a descubrir donde tengo cosquillas. Me retuerzo todo lo que puedo para intentar bajarme de la mesa pero Peeta es mucho más fuerte que yo. Y descubre mi punto débil. Termino tumbada en la mesa chillando y dando botes.
- Para, para Peeta, te lo suplico – digo medio riendo medio chillando – pediré disculpas públicamente si hace falta por lo de la tarta, pero para.
Él deja mis pies tranquilos, y cuando yo me calmo vuelve al ataque. Casi me caigo de la mesa, menos mal que ha tenido reflejos y me ha cogido antes de llegar al suelo.
Y así, conmigo en brazos de dirige al salón y me suelta en el sofá delante de Effie y Haymitch.
- ¿Ya habéis terminado de corretear y chillar como niños? - dice Haymitch. Effie le da un manotazo.
Peeta lo ignora y me mira.
- Habla Katniss – dice intentando de nuevo parecer enfadado – venga.
- Yo – digo, sentándome en el sofá – yo quiero pedir perdón. No sé que ha pasado para que Peeta haya hecho ese desastre de tarta, os pido perdón por eso.
- ¡¿Qué?! - chilla Peeta – eso no es cierto, diles la verdad Katniss.
- Tranquilo chico – le dice Haymitch – no pasa nada por que te haya salido mal el pastel. No se lo diremos a nadie, no arruinaremos tu fama.
- Pero es que esa no era mi tarta, Katniss, díselo – me suplica.
- Peeta, asúmelo – le digo sin mirarlo, veo a Haymitch guiñarme un ojo, él sabe la verdad pero quiere seguir haciéndolo sufrir – siempre hay una primera vez para que algo te salga mal. No puedes hacer todo bien siempre.
Él, desesperado se marcha de nuevo a la cocina.
- Que malos que sois – nos regaña Effie – pobre chico – se levanta y sigue a Peeta.
- ¿Qué ha pasado allí dentro hace un momento? - me pregunta Haymitch sorprendiéndome.
- Nada – le contesto de forma seca.
- ¿Nada? - dice – parecían una manada de búfalos del jaleo que han montado.
- ¿Tienes algún problema en que pasemos un rato riéndonos? - le digo empezando a enfadarme.
- No, no es eso – dice serio – estoy muy feliz de ver que los dos estáis bien, pasáis mucho tiempo juntos, os reís, disfrutáis de estar el uno con el otro ...
- ¿Entonces? - le interrumpo, porque de verdad no entiendo donde ve el problema.
- Tengo miedo – le miro asombrada, sigo sin entenderlo – te conozco, llegara un momento en que te asustaras y querrás salir huyendo, y él no se merece eso. Ya ha sufrido bastante. No quiero que vuelvas a dañarle.
Y hago precisamente eso, me voy corriendo a mi habitación dando un portazo. No estoy enfadada con él, sino conmigo, porque tiene razón y se lo acabo de demostrar.
Soy muy egoísta. Debería alejarme de Peeta, pero no puedo, lo necesito. Si él se fuera ... volvería al oscuro y profundo pozo en el que estaba antes de que regresara al distrito. Y no quiero pasar otra vez por eso. En dos días nos iremos al Distrito 4, quizás allí pueda aclararme un poco. Puedo hablar con Johanna, es lo más parecido a una amiga que tengo.
Los oigo hablar abajo, pero no entiendo lo que dicen ni tampoco me interesa. Intento dormirme pero me falta algo, más bien, alguien.
Un rato más tarde él sube y se recuesta a mi lado. No pregunta nada, y sé que Haymitch no le ha contado nuestra conversación, hay mucha confianza entre ellos pero Haymitch no me traicionaría de esa forma.
Se mantiene cerca, pero sin tocarme, a veces me asombra y me asusta que pueda llegar a conocerme tanto. Me da mi espacio, porque sabe que lo necesito.
Pero también lo necesito cerca, así que le sorprendo abrazándolo con fuerza y me corresponde el gesto.
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Dreams come true
FanfictionFanfic sobre Los juegos del hambre. Sé que hay muchos del estilo pero me apetecia escribir el mio propio. Narrado por Katniss después de que ella y Peeta volvieran al distrito 12 tras la guerra. Espero que os guste.