La puerta se quedó abierta, las luces estaban encendidas, un cigarro a medio fumar apoyado en el cenicero del salón, una taza de café sobre la revista Vouge.
Esos pequeños datos que dentro de la monotonía hacían nuestros días especiales.
Aún seguía sonando el disco de Supersubmarina. La música se oía por toda la casa. Llegaba esa parte de la canción, mi parte favorita.
"Deja ese momento en el cajón de los recuerdos, y recuerda su olor, y piensa en esas cosas que le hacían maravillosa, y que están en tu interior."
Quizás no sea la mejor parte, pero sí la que no dejaba de resonar en mi cabeza.
La puerta se quedó abierta, por eso entró aquel ladrón, el ladrón que le robó el corazón.