Bajo las mangas de esa sudadera guarda momentos que antes eran de debilidad y ahora lo son de fuerza. En el mismo paquete de pañuelos con los que limpia sus lágrimas, guarda a sus poetas metálicas. Con ellas a escrito tantos poemas...
Su corazón quemado y su ciega cabeza le guían entre cristales.
-Emma.