Martes por la mañana y las ganas de asistir a la escuela me eran pocas. Estábamos en los primeros meses del año y ya no tenía ganas de ir. Esto es algo que me pasa siempre, no se crean, y la verdad lo único que quería era irme de casa y para siempre. Poder alejarme de todo y hacer algo por mi misma, pero para poder lograr aquello, debía trabajar y así conseguir un sustento con que poder vivir. Poder llevarme a Sophie a un lugar mejor y si era necesario, raptármela si mamá o papá me lo impedía (son ideas que de repente se me vienen a la cabeza y que me gustaría realizar).
Estaba en las graderías del patio, esperando que alguno de mis amigos aparecieran y pudiera así distraerme un poco, ¿distraerme?, aquella mañana había discutido con mamá por lo mismo de siempre y la verdad no estuve de humor de escucharla diciéndome que: " eres una desconsiderada, no entiendes lo mucho que trabajo por ti" (¿trabajar por mi?, ¡Ja!. Solo lo hace por deber) o bien "no se en que momento cambiaste tanto Emily" y muchas más cosas que en este momento no quisiera recordar por que me son un tanto dolorosas. Escuchar esas cosas de boca de tu madre suele ser doloroso y yo que era cerrada en mi mundo ( y sigo siéndolo) me lo tragaba y demostraba que nada me hacia daño. Pero por dentro sabía que era otra cosa.
Nadie llegaba aún y comenzaba a inquietarme. Hasta que...
- Hola-. Escuché que decían a mi costado. Levanté la vista y me topé con una cara familiar. Solo que estaba con lentes.
- ¿Hola?-. El hombre se sentó a mi costado y se sacó las grandes lentes negros que le tapaban casi toda la cara.- ¿Qué haces aquí?-. Pregunté al reconocerlo.
- Em... trabajo acá-. Dijo con un tono burlesco en la voz. Curvé la boca con disgusto y no dije nada.- Oh vamos, era broma-.
- Lo se, es que no estoy de humor-. Dije sin despegar la vista de al frente
- ¿Le pasó algo a tu hermanita?-. Comentó Billie preocupado por Sophie, de seguro ella le contó lo que le hacían en el hospital
- Despreocúpate, Sofía esta bien-. Dije con una risita.- Es otra cosa-.
- Dime, soy todo oído-. Dijo sonriendo ampliamente. Dudé un poco en decir algo, ahora se por que Sophie conversaba tanto con él. Inspiraba confianza el hombre.
- No quiero sonar pesada, pero son cosas personales-.
- Hagamos un trato, tu me cuentas que te pasa y yo... te cuento el porque estoy acá-.
- Gran cosa-. Dije ironizando y levantando las manos.
- No me digas que no te interesa el porqué estoy acá-. Dijo como un niño de 5 años, con los brazos cruzados y la boca estirada. Como haciendo puchero.
- Ok, ok. Trato hecho-. Dije entre risas.
- Bien... escucho-. Espetó más serio y colocando atención en mí.
- No es que pase muy frecuente... pero discutí con mamá en la mañana-. Me dio un poquito de pena decirlo. Incluso sentí que mis mejillas ardían.
- Pero eso no es nada-.
- Claro, no es nada. No es nada que siempre te este diciendo las mismas cosas horribles y que te haga sentir mal, pero no es nada-. Lo último lo dije un tanto alterada. Billie Joe se me quedó mirando por unos segundos sin decir nada.- Perdón-. Dije disculpándome con el agachando la cabeza.
- Tranquila ... te entiendo-. Levantó la vista mirando hacia el cielo.- Cuando tenía tu edad era así. Hacía lo que quería pero cuando me decían lo que debía hacer, no lo acataba y terminaba yéndome de la casa a alguna okupa-. Luego rió para si mismo como si algo gracioso se le hubiera acorrido.- No digo que lo hagas... solo ten más paciencia con los demás, sino serás una gruñona-.
- Gracias-. Dije sonriéndole con amabilidad. Me fue tan fácil escucharlo y yo poder decir lo que me pasaba. Con nadie me pasaba pero con el si.
- Ahora tú-.
- Yo qué-. Espeté sin entender.
- Pregúntame por que estoy acá-. Dijo colocando los ojos en blanco.
- Dígame Sr. Armstrong, ¿Por qué está usted acá?-. Dije entrelazando mis dedos y colocándome seria.
- Primero... nade de "Sr. Armstrong", ok-. Dijo serio y apuntándome con un dedo, para luego reír.- y segundo... estoy acá por que necesitaba distraerme-.
- ¿Distraerte, Por qué?-.
- Digamos que en casa las cosas no están bien y salir de ahí fue una opción-.
- Huiste-. Espeté levantando una ceja.
- ¡No!, llamémoslo ... escapatoria temporal-.
- Muy bien-. Reí - y ¿Por qué ser profesor?-.
- Esa es la respuesta que todavía busco-. Reímos los dos.- Hablando serio. Conozco a John hace más de... 20 años y me ofreció este trabajo como algo temporal-.
- Pero hay algo que no me queda claro... ¿Por qué "escapaste temporalmente" de tu casa?-. Quise saber. Pero no obtuve respuesta alguna. Creo que le había molestado que le recordara el porque. El timbre sonó justo cuando Billie habría la boca para responder. Como era de esperarse la volvió a cerrar y quedó observando el cielo.- Debo irme-. Dije parándome y comenzando a bajar un escalón de la gradería.
-No... espera-. Me detuvo tomando mi brazo, haciendo una leve presión en él.- ¿Irá Sophie hoy?-. Le quedé mirando con los ojos entrecerrados. Me molestó que no respondiera mi pregunta y aún así, ¿debía responder la suya?.
-No se-. Le respondí secamente zafándome de su mano y comenzando a bajar.Durante la mañana todo fue una completa tortura. A primera hora tuve prueba de matemáticas y este, obviamente, no era mi fuerte. Los números y los gráficos no son muy buenos amigos míos, y cada vez que puedo trato de esquivarlos, pero aquel día me fue imposible. No tenía ninguna mentira piadosa que decir, la Sra Heather ya se los sabia de memoria y provocar a que llamaran a mi madre no era buena idea. Aún recuerdo bien, era una prueba de trigonometría con su coseno, tangente y secante (ahora me acuerdo de cómo se llaman).
Luego, clases con Armstrong quien nos hizo sentar en diferentes puestos. Lo que me tocó a mi no me gustó, no me gustó para nada. Sentarse sola no es muy bonito que digamos. Según él "son un curso impar, y obviamente debía quedar alguien solo". No quise complicar la situación y me senté, frente suyo y sin quitarle la mirada de encima, con mis ojos completamente inyectados de rabia.- Hey-. Escuché que susurraban detrás de mío, mientras Billie escribía una pauta en la pizarra.
A la primera no quise hacer caso pero me llegó una bola de papel en la cabeza para poder hacerle caso a quien quiera que hubiera sido.Miré por todos lados, y me encontré con unos ojos que me miraban. Matt me hacia señas para que recogiera el papel que me había tirado. Busqué por el piso y debajo de mis pies estaba. Estiré el brazo para poder tomarlo y con cuidado de que Billie no me viera abrirlo, lo hice.
"Hoy podemos ir a tu casa para lo del trabajo de interpretación. Si quieres, obviamente".
Su letra era algo tosca, pero aún así pude descifrar lo que decía. Observe para ver si Armstrong estaba distraído y tomé un lápiz y le respondí el papelito. Lo arrugué tanto que me dolieron los dedos de tanto hacerlo. Lo tiré hacia atrás con un ademán torpe y seguí como si nada.
**
-¿Cómo era esto?-. Me preguntó Mattt, ya estando en mi casa. Estábamos sentados en el sofá del living, leyendo una parte del "guardián entre el centeno", desde donde pudimos sacar varias ideas geniales para poder interpretar.
-Tercera vez que te explico Matt-. Reclamé colocando los ojos en blanco, para luego sonreír.- leemos este libro y de acá sacamos una idea de lo que podríamos hacer para el trabajo-.
-Pero no lo copiaremos-. Me advirtió
-No... no lo aremos-.Sofía estaba con nosotros en esa oportunidad sentada en el piso con Charlotte y sus demás muñecas jugando a algo que no supe. Se le notaba que estaba enojada conmigo por no haberla llevado al parque, pero era mi deber hacer ese trabajo (además de poder estar un tiempo más con Matt).
Sophie aquel día no me dirigió la palabra, y ya cuando Matt se fue subió a su habitación cerrando la puerta con suma fuerza.
-Sophie, abre por favor-. Le pedí golpeando suavemente la puerta con mis nudillos.- Sophie sabes que no podíamos ir-. Dije co un tono amable en la voz.
-Si podíamos, solo que tú querías estar con tu novio-. Reclamó con su vocecita
Combatir contra el enojo de mi hermanita era una verdadera perdida de tiempo. No se le pasaba su terquedad hasta que uno le pidiera perdón de rodillas. Cosa que no hice (por mi orgullo) y por que no estaba para aguantar tonterías de niña de 6 años.
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Extraordinary Girl || Billie Joe Armstrong
FanfictionLas cosas SIEMPRE pasan por algo, eso decía mi madre; "si haz cometido un error, de los errores se aprende, cariño". Aún recuerdo su voz y su gracia forma de tratarnos a mi y a Nick con tanto cuidado. Para ese entonces, yo solo era una niñ...