Enfermo~ [Wigetta]BL Fanfic

Vacío~

POV'S Guillermo~

Hace varias noches Frank me hablo sobre ese alguien especial para mí, la verdad no es que a mí me interese tomar esos temas con alguien que no tenga una bata o un gafete de por medio...

Es vergonzoso, estúpido... por lo menos mi confidencialidad está en una tumba al igual que el viejo sujeto que solía ayudarme con estas cosas; Nunca he sido bueno hablando de mis sentimientos...

Pero, digamos que yo tengo a ese alguien especial, desde hace dos años, conocí a alguien que cambió mi vida... de un día para otro sin previo aviso.

Alguien gracioso, muy sincero y que tenía una infinita capacidad para matar y ver las cosas buenas de cada situación aun cuando nos viésemos rodeados en más de una ocasión.

Cuando estábamos juntos, no me importaba nada más... ningún policía, ningún arma apuntándome, ninguna amenaza de por medio...

Puede sonar egoísta, y en ese tiempo no me importaba una mierda porque para ser honestos he estado con muchas personas que me han hecho sentir muy mal durante mucho tiempo para que en ese entonces me hiciese a un lado solo por unos cuantos polis.

Y tener eso, con su compañía calma y amor, me hacía sentir que lo tenía absolutamente todo...

Jamás había sido tan feliz, y lo deje ir... porque al fin y al cabo todas y cada una de esas fantasías que acabo de contarles, son eso... fantasías.

Aquel sujeto gracioso no era más que un abusivo, con el que con cada palabra no hacía más que hacerme sentir algo menos que él aun cuando llegue a salvarle el pellejo en más de una ocasión.

La gente suele decir que "Nada es para siempre".

Qué realidad tan cruel...

Que el final siempre está a la vuelta de la esquina y no te das cuenta hasta que tropiezas y caes en él. Y solo de ti depende cuánto quieres alargar el dolor por ese rasguño.

Mi doctor me lo explico con heridas, tomemos por ejemplo una herida causada por una bala que, aunque no logro atravesarte por completo pudo arrancarte una buena parte de piel.

Aunque no esté ahí por mucho tiempo, arde...

Porque será inevitable que arda, como también, será inevitable no querer que nadie intente sanarlo, porque ardera más. Y eso es a lo que más tenemos miedo, al dolor, a sufrir.

También me decía que no creía que en este mundo hubiera nadie fuerte, ni nadie débil en esto del amor.

Yo en lo personal creo que hay gente que quiere mucho, y hay gente que quiere a matar. Yo era de los segundos...

Quería y mataba por él.

Él era de los primeros, me quería hasta la peor de mis crueldades, aunque en un principio no éramos los mejores compañeros, sabíamos que jugábamos en dos ligas diferentes.

Yo siempre fui un delincuente, asesino por conveniencia... él era un monstruo sin la capacidad para saciar su sed de muerte.

Desde el momento en que nos vimos comenzamos una lucha, algo interno...

Ese fue el juego más divertido que haya jugado en mi vida, lleno de cicatrices que se sanaban con caricias, disculpas hipócritas, y besos que extinguíamos con pasión.

Al final logre un empate, que me sigue sabiendo por alguna razón a derrota y este estúpido vacío dentro de mi seguía sin tener una solución o algo que aparentase llenarlo.