13. BAILE DE HALLOWEEN (PARTE 3)

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PARTE 3: Una tarde de Rebelde

PASADO

NOVIEMBRE 06- 2013

DIEGO

Isabella ha decidido no ir al Baile de Halloween, y realmente la entiendo. Sé que no le gustan ese tipo de organizaciones, a ella no le gustan la fiestas. Supongo que no sabrá bailar y por eso se siente un poco afligida. Ella es del tipo de mujeres que buscan una diversión diferente al resto. Las mujeres de su edad se divierten en fiestas, yendo de compras, compartiendo con sus amigas, teniendo muchos hombres, y hasta el punto de tomar alcohol. Ella es totalmente diferente. Es inversa a todo lo que le rodea. Ella no va a fiestas, no bebe, no fuma, no es de buscar novios, simplemente es ella. Tan sutil y ligera. Esa mujer de pelo castaño ondulado, de ojos color miel, esa sonrisa que me desequilibra. Ella a sus dieciséis años me ha desestabilizado totalmente.

Después de haber almorzado con Isa, decidimos ver un par de películas románticas en la que se nos pasaron la tarde. Cocino crispetas y pido pizza. Pasamos una tarde espectacular, con muchos besos, caricias y amor. Realmente amor.

Antes de salir de su casa, le comunico que la llamaré en la noche y acomodo un rizo suelto de su hermosa cabellera detrás de su oreja, dejando un delicado beso en sus labios.

Al subirme en el auto reviso mi celular, tengo un mensaje de Esteban que llegó hace tres minutos.

-Esteban: Hey parce, voy para su casa. Necesito contarle algo. ¿Puedo quedarme esta noche?

-Diego: Claro, acuérdese que mañana tenemos clase. Aquí lo espero.

Prendo marcha y sé que probablemente estaré unos cinco minutos en casa antes de que llegue Esteban.


Al llegar a casa, mis dos hermanos mellizos corren a saludarme. Esos pequeños son una dulzura, con tan solo cinco años Matías y Juana alegran mis días en casa. Los alzo a ambos teniendo en mi derecha al niño y en la izquierda a la niña. Me dirijo primero a la derecha.

-Hola Mati, ¿qué tal todo? ¿disfrutaste?

-Hola Lale, muy bien, el mar de San Andrés es hermoso.

-Sí, hermanito, es azul y también verde. Fueron unas bonitas vacaciones, lo malo fue que tú no viniste con nosotros.

-Ya saben pequeños que es por el colegio, no puedo faltar. Pero me alegra que hayan disfrutado. ¿Mamá y papá?

-Mami está en la cocina -dice Mati bajándose de mi brazo.

-Y Papi tuvo que ir a la empresa, dijo que regresaría más tardecito, Lale.

Los despido y voy en busca de mamá, hace unos diez días que se fueron de viaje y cuando salí esta mañana para donde Isa, ella estaba durmiendo. Recuerdo el apodo impuesto por los mellizos, Lale, según ellos es una abreviación de mi segundo nombre, Alejandro, pero de Juanita suena más tierno.

-Hola mami, ¿qué tal todo?

-Hola hijo, ¡qué felicidad al verte hijo! -Me abraza y me deja un beso en la mejilla- muy bien, preparando la cena. ¿Y tú? ¿Dónde estabas?

-Organizando un trabajo para mañana -miento-. Mami, Esteban viene a quedarse hoy, no demora en llegar, así que creo que hay que poner un plato más en la mesa.

-Vale.

Salgo de la cocina y escucho el timbre de la puerta. Veo que Matías corre hacia ella y cuando la abre se lanza a los brazos de Esteban, realmente es su favorito. Él lo carga pero Mati se remueve.

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