18. SAL DE MI MENTE

198 3 0
                                    

PRESENTE

Seis meses después...

OCTUBRE 30- 2014

ISABELLA 


Un año. Ha pasado ya un año. Un año desde que Diego me pidió que fuera su novia. Un año de mucho amor. Muchos besos, abrazos y te amos. Un año de estar juntos. Un año de felicidad infinita. Un año junto a la persona que seguramente amo.

¿Seguramente?

No lo sé. Tal vez sí, quizá no.

Últimamente Felipe me ha escrito varias veces. Invitándome a salir, sacando excusas de que quiere que seamos amigos. ¿Amigos? No sé él qué entiende por amistad. Solo me busca cuando necesita algún favor, cuando necesita alguna tarea, algún trabajo o simplemente cuando se siente solo.

En el colegio me ignora totalmente. Para él no soy nadie, y probablemente para mí él en algún momento de mi vida fue mi todo. 



-Brindo por estos doce meses, porque este tiempo junto a ti ha sido maravilloso, tú llenas de felicidad mis días, tú colmas de amor mi vida. Eres tú el hombre con quien quiero estar toda mi vida, gracias por estar siempre junto a mí y ser la mejor persona del mundo. –Cierro los ojos tratando de creerme todo lo que le he dicho a Diego. No sé hasta qué punto sea cierto todo lo que acabo de decir-. ¿Te he dicho que te amo?

Sonrío y abro los ojos. A mis diecisiete años sigo con la timidez que abarca mi cuerpo. Me cuesta demasiado demostrar mis sentimientos, sean verdaderos o no.

Diego se acerca a mis labios susurrando:

-Nunca me lo has dicho.

Deposita un dulce beso en mis labios y luego se separa para alzar la copa.

Miro de reojo mi Crepe de arequipe con helado y a pesar de que sea mi favorito en el día de hoy no me inspira tanta gracia comerlo.

Alzo también mi copa y las chocamos juntando nuestros rostros. Fijo mi mirada en sus ojos castaño claro y sonrío. Son tan hermosos y muestran la sinceridad y felicidad que lo embriaga en estos momentos. Nada parecido con los ojos oscuros e intimidantes de Felipe.

Niego con la cabeza. No sé qué me sucede hoy. No he podido sacarme de la cabeza a Felipe. Ha estado todo el tiempo vagando por mi mente, creando un desastre que nadie puede reparar. Solo él.

Trato de volver a la realidad y acoplarme lo mejor posible a la situación. Diego y yo hablamos de nuestra relación, de nuestras vidas, de todo el tiempo que hemos pasado y vivido juntos. Muchas veces él menciona cosas maravillosas y tan hermosas que solo podrían salir de su boca. Naturalmente hoy ha dicho muchas cosas graciosas que me han sacado un poco de mis pensamientos.

Diego es un hombre perfecto. Ofrece todo lo que tiene y me entrega sus más dulces sentimientos. Es el hombre que toda mujer podría desear. Guapo, cariñoso, amoroso, dulce, chistoso, atento y sincero. Lo que más me encanta de él es su forma de expresarse, su forma de decirme todo lo que siente. Simplemente su forma de amarme aunque yo no pueda demostrarle lo mismo.

Mis pensamientos vuelven a salirse de contexto y empiezo un debate mental entre Felipe y Diego. Donde uno es todo dulzura y felicidad, el otro es todo frío y secreto. Y aunque me duela aceptarlo por primera vez, siempre me ha llamado más la atención lo último.

Cuando regreso de mis ensoñaciones me fijo en Diego que al parecer también está muy concentrado en algún tema divagante en su mente. Sonrío porque se ve tan adorable, mirando al techo y con sus ojos firmes como si viera a través del techo.

Más Allá Del SexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora