8. TE LO DIGO EN FRANCÉS...

273 10 0
                                    

PASADO

OCTUBRE 30- 2013

DIEGO

Me siento tan decepcionado...

Aún no entiendo por qué el karma juega de ésta manera conmigo. Nunca le he hecho daño a nadie. ¿Por qué Dios, si yo no he hecho nada malo? Ah sí, ya me acordé.

Tal vez no reenviaste una cadena en el BBM hace años y por eso te va mal en el amor.

¡Oh, sí, claro! Eso debe de ser. Estoy completamente seguro.

Me disculpo con Isabella. Tal vez el destino no quiere que seamos novios, así que me resignaré.

Quiero marcharme y dejarla ahí tirada. Fuera del centro comercial y con frío. Tengo demasiada ira, yo sé que ella no tiene la culpa, pero estoy furioso, y cuando me pongo furioso lo hago con todo el mundo. No quiero darle la cara a Isa, por poco y le parto la cara a la vieja esa, de no ser tan caballeroso...

Algo me saca de mis ensoñaciones, y lo hace de la mejor manera. Los labios de Isabella buscan los míos, abro la boca por un instante para recibir sus dulces labios, esos labios que nunca llegaron.

-Discúlpame Diego, esto nunca debió haber sucedido.

Y segundos después veo su figura un poco más lejos. El shock me tiene mal.

Marica, se está yendo.

Mierda, Isabella se está yendo. Es momento de reaccionar. No puedo dejarla ir, tengo que ir a por ella. Pero aún no salgo del shock. Estoy tipo: no sé, no respondo.

Corre maricon, la dejarás ir.

-¡ISABELLA, ME GUSTAS!- Pero ella ya se encuentra al otro lado de la avenida. Me doy la vuelta y empiezo a caminar.

Llevo las manos en los bolsillos, pateo todo lo que se me atraviesa, y además voy con la cabeza mirando pa' el piso.

Me siento fatal por no haber declarado todos mis sentimientos frente a ella. Soy un cobarde, un perfecto marica, así nunca voy a conseguir nada ni a nadie. Me gusta demasiado, pero la timidez y el miedo al fracaso me inunda, del solo hecho de pensar en el rechazo se me hace un nudo en el estomago.

Amigo tienes ganas de cagar.

Solo quiero una voz de esperanza, una voz de aliento, simplemente algo que me motive, alguien por quien luchar. ¿Acaso es mucho pedir?

Y como si el cielo me hubiera escuchado y los ángeles estuvieran a mi favor, escucho estas melodiosas palabras:

-Tú también me gustas, Diego- ésa voz, ésa dulce voz que me deleita. La madre si no estoy soñando. Pero bueno, por lo menos tengamos sueños mojados.

Inmediatamente beso a Isabella, la agarro de la parte baja de su cabeza y comienzo a explorar su boca y su lengua.

Cálmate, vas demasiado rápido.

Nos separamos un momento, pero nuestras frentes aún siguen unidas.

¡Vamos por ese sueño húmedo! ¡Ya casi lo logras!

La vuelvo a besar, esta vez con más pasión, con más lentitud, con más amor.

Nuestra respiración es agitada y sacudida. Puedo ver el tono rojizo que se acumula levemente en las sus mejillas. Oh, pero qué tierna, Dios. Ésta mujer me va a matar. Me va a matar.

-Isa... besas espectacular- suelta una pequeña risa, y la abrazo, dulce y sensualmente.

-Gracias Diego, creo que ha sido de las mejores noches de mi vida. De verdad muchas gracias.

Más Allá Del SexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora