Recién acababa de levantarse de la cama queriendo no hacerlo, su cara mostraba cansancio debido a unas grandes ojeras marcadas debajo de sus hermosos ojos color miel tenia el cabello despeinado y debía alistarse para las clases.
Se puso de pie frente al espejo y comenzó a cepillarse el pelo para dejarlo atado en una coleta con flequillo se puso el uniforme que consistía en una falda azul marino, calceta azul marina, blusa blanca de manga tres cuartos y un sueter color gris.
Era el primer dia de clases en la preparatoria y apesar de haber dormido apenas 4 horas se sentía emocionada por ingresar a una nueva etapa de su vida.
Tomo una pequeña mochila en la cual colocó una pequeña libreta y el libro que había estado leyendo por la noche y finalmente la colocó sobre su hombro para salir por la puerta y bajar a la cocina en donde se encontraba una mujer adulta de cabello castaño al igual que ella.
- Buenos días. - saludó al oír pasos dirigiéndose hacia la puerta que separaba la cocina de la sala.
- Buenos días mamá - contestó mientras tomaba asiento frente a la mesa.
- Desayuna y apresurate para que no llegues tarde. - dijo dejando un plato con cereal frente a sus ojos.
- Ambas sabemos que llegaré puntual el primer día y que los demás días serán diferentes. - contesto con una sonrisa en los labios.
- Entonces debes darte prisa en el único día que llegaras temprano o también arruinaras la primera impresión. - dijo mientras miraba su reloj de mano con una sonrisa.
- Ok, me voy - dijo rodando los ojos mientras salia por la puerta sonriendo.
- No llegues tarde, te esperaremos para la comida. - dijo sin importar si aun la oía.
Ambar caminaba rumbo a la escuela mientras el viento soplaba una brisa refrescante, en el transcurso del camino podía observar como algunos chicos acudían hacia el mismo lugar que ella, algunos de un grado mas avanzado que ella, chicos con gafas, chicos atléticos, rebeldes y de todo tipo.
Al llegar a la entrada podía sentir los nervios pero aun asi siguió por el pasillo hasta llegar a un auditorio donde todos los chicos se reunían con antiguos compañeros que habían decidido estudiar en el mismo lugar o con chicos de los demás grados, Ambar aun no encontraba a ninguno de sus antiguos compañeros pero aun tenia esperanza faltaban 15 minutos para que sonara la campana aun podría llegar alguien.
La espera era larga o eso le pareció, no quería sentirse un bicho raro entre la multitud de chicos, asi que se dirigió hacia un banco a la orilla de todo el escandalo y abrió su libro.
- Valla, una chica vampiro - dijo una voz sacandola de su mundo.
Era un chico alto de cabello negro y piel blanca, tenia el cabello despeinado, y la veía con una sonrisa.
- No soy una chica vampiro, tengo nombre - contesto mientras despegaba la vista de las paginas. - ¿Acaso por leer un libro con temática oscura me convierte en una? - decía mientras sacudía el libro frente la cara del chico.
- Lo siento pero el libro dice "gothic doll".
- Oh, sabes leer - dijo sarcastica interrumpiendo al chico.
- Bueno, pensé que... tu sabes. - contesto pasando una mano sobre su cabello mientras se le escapaba una sonrisa
- No te preocupes, lo entiendo. - hizo una pequeña pausa - la gente juzga un libro por su portada.
El chico correspondió a su comentario con una pequeña sonrisa al mismo tiempo que se escucho un silbido que los hizo girar la cabeza en la dirección del sonido topandose con un chico rubio que hacia señas con la mano.
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Lagrimas de un corazón suicida
JugendliteraturÁmbar una chica dulce e ingenua de 16 años, comienza la preparatoria lejos de sus viejos amigos y principiante en el juego del amor se ve envuelta en una sería de desastres del corazón seguida de desgracias y contratiempos que la llevaran a descubri...