El gran bastardo

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Para el fin de semana el salón entero ya sabía sobre la relación que los dos chicos mantenían y poco a poco la escuela reconocía a los chicos como una pareja, no era que fueran la última noticia simplemente conocían la pareja de vista sin importar sus nombres.

Ambar seguía castigada ya no asistía después de clases a las reuniones de los chicos pero podían verse durante clase y en el almuerzo algunas veces salia de casa por las noches para encontrarse con Xavier en su jardín.

Los días pasaban rápido y pronto llegaron los exámenes para cerrar el primer semestre, bien se sabía que el pequeño grupo no era del todo aplicado pero sus notas eran suficiente para poder aprobar las materias, a excepción de Lucy con pensamiento numérico y algebraico, Xavier y Hellen en Comprensión lectora y redacción y Chris con Biología, Ámbar era la única que sobresalía en sus notas no solamente por su inteligencia también por que se encontraba castigada y esto le daba mas tiempo de estudiar en casa mientras que los chicos dejaban a la suerte sus notas prefiriendo el ocio.

Era sábado por la noche y los padres de Lucy estaban fuera de la ciudad celebrando sus 15 años de casados, mientras los chicos a excepción de Ambar se preparaban para dar una fiesta por el fin de semestre en la cual fueron invitados los de tercero y segundo grado.

- Gracias por no invitarla - dijo Hellen amablemente a Lucy.

-Descuida, no fue idea mía.

-¿Si no fue tuya entonces de quién? - preguntó Hellen.

-No lo creerías si te lo dijera - contesto enigmática.

- Hola chicas — gritaron a unísono los dos chicos abrazando a ambas chicas —¿Se divierten en mi fiesta? - grito Xavier sobre la musica.

- Podrá ser tu fiesta Xavier pero recuerda que es mi casa - respondió Lucy risueña.

-Lo que digas linda - concluyo Xavier mientras Lucy rodaba los ojos.

- Te dejo con tu anfitrión - le indico a Hellen - iré por algo de tomar ¿Quieren algo?

- Yo mejor te acompaño - respondió Chris y sin esperar respuesta de los demás se perdieron entre los invitados.

-¿Por que no vienes con tu "novia"? - pregunto Hellen formando las comillas con sus dedos.

-Bueno y que hay de malo en eso, celosa de aquello que llamas "novia" - Xavier hizo énfasis en la palabra novia y prosiguió - además sabes perfectamente que no me interesa tanto como tu - sonrió.

La noche era cómplice de lo que se avecinaba y sus intenciones no podían ocultárselas el uno al otro, bailaban tan cerca y dándose a desear que no importaba el alcohol pues ambos seguían conscientes de todo acto. Xavier abrazo por la espalda a Hellen que no se resistía a su tacto, deslizó su mano a la de ella y se abrieron paso entre la gente para llegar a sus cervezas y subir a la segunda planta.

Ambos entraron a la primera habitación que encontraron vacía, Xavier se detuvo a cerrar la puerta mientras Hellen esperaba a la orilla de la cama con un toque de sensualidad que animaba al chico a devorarla con la mirada, Xavier tomó un ultimo trago de su cerveza y la lanzo al suelo para abalanzarse sobre la chica enseguida comenzaron a besarse con la misma intensidad que se miraban y él a desprender cada prenda de su cuerpo con desesperación obteniendo la misma respuesta de parte de ella hasta terminar en la cama en una escena de pasión.

— Te amo Xavier — dijo Hellen dándole un beso en la boca después de la haber terminado su cortejo  — Desasté de Ámbar para que podamos estar juntos.

— Hellen, ella no me importa solo estoy jugando un poco — decía mientras miraba a la chica a los ojos. —Vamos podremos divertirnos un poco los dos.

Lagrimas de un corazón suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora