Can I Be Your Queen?♛ {Leondre Devries} EN EDICION

Capítulo 5 {Por ti}

Los gritos de Leondre

<<¡¡Por favor!! Noo... ¡¡Haré lo que queráis!! ¡¡¡¡¡No, no, no, no!!!!! ¡¡¡AAAAA!!!>>

Los golpes.

Las risas y las burlas.

<<¡Maldito bebé! ¡Cállate de una vez!  ¡¡¡¡Mirad todos como llora!!!!>>

Gregory propinándole patadas y golpeándolo sin piedad.

-¡Así aprenderás!-

-¡¿Aprender a que?!- Pregunta Leo a gritos

-A que para ser un imbécil como tu, ¡Mejor no existir!- Le grita Thomas

-Y a no volver a acercarte a mi novia nunca más, Leondre Devries- Lo agarra por el pelo y le levanta la cabeza del suelo- ¿Es preciosa verdad? ¿¡¿Verdad que sí Leondre?!?- Grita cuando el no le contesta

-¡Sí, sí, sí!-

-¡Pues no deberías ni siquiera atreverte a mirarla de lejos!-

Todos se ríen. Los alumnos miran desde las ventanas, unos asustados, otros grabando y burlándose. El cielo está totalmente gris y la lluvia amenaza con caer en cualquier momento. Se escuchan truenos lejanos en señal de tormenta. No hay profesores, siempre aprovechan la hora del café para pegar a Leondre o abusar de cualquiera que tenga la mala suerte de caerles mal. Nadie se atreve a avisar a un adulto porque temen a Gregory y a Thomas. Es un secreto terrible a voces. 

-¡¡Gregory!! ¡Ya vale! ¡Déjalo, ahora!- Le grito con toda mi fuerza de voluntad, sin saber exactamente de qué rincón de mi pecho ha salido la valentía para hacerlo. 

Leo levanta la vista al momento, y cuando me ve suspira y deja caer la cabeza contra el suelo, cerrando los ojos. Todos me miran y siento que me hago diminuta, pero no me encojo, no puedo hacerlo ahora. 

-¿Qué haces Ari?- Pregunta mi enfurecido novio

-Estoy harta. Harta de Alice, harta de toda esta gente mirando y no haciendo nada, ¡Harta de ti!- Ante esto último Gregory se acerca a mi, imponente y con cara de enfado y doy un paso atrás, pero sigo- Si a mí Alice no puede hacerme la vida imposible, cosa que tanto pareces ignorar, Leondre tampoco se merece esto-

-Ari, a ti no pueden tratarte mal porque no lo mereces. A él si, porque es un ¡Puto idiota de mierda!- Grita esto último girándose, mirando a Leo

-¡No! Él es una persona más, como tu y como yo ¿Que te ha hecho él? ¿Que pasaría si te hicieran eso a ti? ¿Por qué tanta rabia contra alguien a quién no conoces?-

-A mi no me lo harían, antes de ser como éste niño, me suicidaría- Contesta escupiendo justo al lado de Leo, que se encoje ante las duras palabras. 

Le miro a los ojos con expresión seria y él empieza a levantarse del suelo lentamente, detrás de aquellos monstruos.

-Te dije que era una puta zorra- Le dijo Nicola, susurrando pero lo suficientemente alto para que lo escuchemos

-¡¡Cállate antes de que te pegue, imbécil!!- Le grita Gregory con la cara roja por la rabia

El silencio en el patio es mortífero, ni siquiera los alumnos desde las ventanas emiten ni un murmullo. 

-Ari, piensalo, ¿De que te vale defenderle?-

-Es mi amigo-Digo casi llorando- Yo llevo sufriendo por Alice un tiempo, pero el... ¿Desde cuando le pegáis? ¿Sabéis lo que duele que no le importes a nadie y te traten así?-

-Ari, ¡BASTA!- Me grita, y me encojo del miedo- Vuelve dentro y haré como que no se te ha ido la cabeza hoy, no pienso seguir discutiendo- 

Al ver que no me muevo y le mantengo la mirada, viene hacia mi y sin que me de tiempo a retroceder un mínimo me agarra la cara con una mano, sujetándome por la barbilla y apretando sus dedos en mis mejillas. Los ojos se me abren como platos y noto como el corazón quiere salirseme del pecho. 

-¿No me has escuchado? Estás montando una escena, Ariadna- Susurra

Respiro entrecortadamente por el miedo que se ha apoderado de mi. Es la segunda vez que Gregory se pone violento físicamente conmigo, y nunca pensé que lo haría con todo el mundo mirando, pero subestime la capacidad que tiene su rabia de hacerle perder los papeles. 

Entonces Leo echa a correr hacia mi, empujando a Thomas. Gregory me suelta y doy dos pasos hacia atrás instintivamente. Leondre se queda unos metros detrás de mi. 

-¡Maldito niñato!- Dice Gregory avanzando al momento

Me coloco delante de Leo

-¡Ya vale Gregory!- Le grito, y una lágrima baila sobre mis pestañas y cae deslizándose- ¡No voy a dejar que le hagas daño! Pégame a mi antes para llegar a él si eso quieres-

-Ari, cariño... No hagas las cosas tan difíciles, ¡Me estás desquiciando!- Grita esto último

-¡Ni cariño ni nada!- Doy un paso atrás, mi propio grito me asusta, pero trago saliva y más tranquilamente prosigo- No quiero seguir con un monstruo, Greg, no voy a perpetuar este bucle de violencia y mucho menos a ser testigo sin hacer nada- Balbuceo esas palabras y tomo aire antes de seguir- No puedo ni verte a los ojos. No podemos seguir juntos.-

-¿Qué acabas de decir?- Dice quedándose helado

-¿Tengo que repetirlo?-

-Hija de...- Dice uno de ellos

-Cállate Joel...- Defiende Leo, y el susodicho da un paso en falso adelante, haciendo a Leo temblar

Gregory tiene la mirada fija en mi, sin decir una palabra. Empieza a rascarse la nariz como sé que hace cada vez que está nervioso o cerca de llorar. Se acerca, haciendo que Leondre retroceda, y me agarra de un brazo mientras me mira fijamente a los ojos. Me sacudo hasta que me suelta.

-¡Te mataré por esto Leondre Devries! ¡Lo juro!- Grita de repente, se da la vuelta y se lleva una mano al pelo- Ari, sabes donde estoy. Lo siento por todo... y, háblame cuando estés más tranquila.- Se gira y se queda en silencio unos segundos, mientras nos miramos fijamente sin poder decir nada- Te quiero.-

Tras decir eso se va. Todos le siguen y el patio se queda vacío, y las ventanas poco a poco también. Las lágrimas me ruedan por las mejillas y me cuesta respirar. Leo y yo caemos al suelo en un mutuo abrazo.

-Gracias... No sabes lo mucho que significa esto para mi. Nunca había tenido una amiga...- Me confiesa entre lágrimas- ¿Por que lo has hecho? Con todo lo que te dije antes...-

-No des las gracias. Lo hice... Por ti... Y por mi misma.-

Me abraza mas fuerte y sigue llorando. Nos desahogamos hasta que suena el timbre de clase. Le doy la mano y le ayudo a levantarse. Me pasa el brazo por los hombros para sujetarse. Apenas anda. Juntos entramos en el instituto, dispuestos a lo que venga pero en unas circunstancias muy diferentes. 

Publicada: 17/10/2015
Editada: varias fechas