*Narra Ari:
Cuando sentí las manos de Leondre en mi cintura, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Cuando me dijo aquello, sentí su aliento en mi cuello, y solo pude darme la vuelta, para verle a los ojos. Con una mano en mi cintura y otra secándome las lágrimas me decía cosas preciosas.
-El día que nos conocimos, cuando intentaste ayudarme sentí un escalofrío, no sabía si era miedo de que te pegaran por mi, o simplemente al ver toda tu perfección. No sabía que eras para mi, pero solo pude darme cuenta cuando vi tus cortes. Abrí los ojos y me di cuenta de que no podía dejar que sufrieras así, tu sola, cuando yo te amaba aunque no me diese cuenta hasta ese momento-
Sus palabras se deshacían en mi cabeza, enredaban mis pensamientos y hacían que me quedara totalmente hipnotizada, escuchándole y mirando sus oscuros ojos. Casi sin darme cuenta me incliné hacia él, pegando su rostro al mío. Con una mano me cerró suavemente los ojos, la volvió a poner en mi cintura y me besó.
Aquel beso no se parecía a ningún otro que me hubiesen dado. No era como los de Gregory, siempre ansioso de más, o con prisas. No era como los de Nicola (si, había salido con Nicola antes de Gregory, cuando llegué a Gales, de ahí nuestro odio) siempre brutos y juguetones.
Era dulce, lleno de amor, cálido, perfecto... Me di cuenta de que llevaba tiempo deseando que Leondre me besara, aunque yo misma no lo aceptara.
Cuando nuestros labios se separaron abrí los ojos y pude ver la sonrisa más bonita del mundo en el rostro de Leondre, por que era tan jodidamente perfecto? Le quería. Quería al pobre niño al que mi ex y todos maltrataban, quería al valiente niño que me había sacado de entre Alice y sus arpías cuando me pegaban, quería al niño asustado al que le rompieron dos costillas por mi, quería al niño atrevido que se había encarado a Gregory, quería al niño que tenía delante. Quería a Leondre Devries.
Nos abrazamos y fuimos hasta el sofá.
-Si yo gano, me tienes que dar un beso, si tu ganas, te tengo que dar yo a ti un beso- Me ofreció dándome el mando de la PlayStation
-Como negarme?- Le dije quitándole el mando de las manos
Jugamos siete partidas al Uncharted, una hora entera, de las cuales cuales ganamos tres cada uno, y empatamos la ultima.
-Y ahora que? Es un empate- Le dije
-Pues, me apetece besarte, así que no me voy a quedar con las ganas-
Me sonrió, agarro mi cara con las dos manos y me beso. Tras ese beso fueron otros muchos, hasta que nos dimos cuenta de la hora que era. Las 18:37
Fuimos a buscar las tablas para salir y cuando yo iba a abrir la puerta el me dijo:
-Ahí fuera ya no podré besar tus labios... Verdad?-
-No... Gregory está solo a tres casas de la mía- Le contesté desepcionada
Me beso y abrió la puerta
-Tenía que hacerlo, posiblemente no vaya a hacerlo más hoy...-
-No tienes remedio...-
-No, mi locura por ti jamás tendrá remedio- Me dijo guiñándome un ojo
Practicamos unos cuantos trucos por la calle, riéndonos y cayéndonos unas cuantas veces.
-Ari... Emm... Hola, solo vengo para saber que tal te va en el nuevo instituto... No te enfades- Escuché decir tras de mi... A Gregory, como no
-Pues me va genial, tengo amigos, les caigo bien a mis compañeros, no me insultan ni me pegan, a Leo tampoco... Que más pedir?- Le contesté dándome la vuelta
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Can I Be Your Queen?♛ {Leondre Devries} EN EDICION
FanfictionEl inicio de la historia de Ari y Leo.