7. Día de clases

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Mía pov
-¡Vamos Mía debes dormir! Malditas pesadillas, maldita cama, maldita Adisson Shepard.-
Resignada tomé una almohada y tapé con frustración mi cara deseando dormir un poco mas hasta que....
-¡Mierda! ¡Mamá! Necesito que me prestes tú coche- grité mientras torpemente me paraba de la cama, me dí una ducha en tiempo record, y fui hasta mi armario.

Diablos, diablos, diablos,donde estas! Maldita blusa. busqué lo mas rápido que pude entre el altero que formaba mi ropa el atuendo de vestir que utilizaba para ocasiones especiales.
-Aqui estas- dije colocandome de prisa ropa interior de encaje negra a la vez que me enfundaba en una falda secretarial o como se llame color negro, tomé una blusa de manga tres cuartos color blanca y me la coloqué tambien por dentro de la falda agarré el saco que hacia conjunto con la falda y mis tacos negros en la mano izquierda mientras con la derecha secaba mi cabello con la toalla, la tire al suelo y bajé las escaleras lo más rápido que pude, mi mamá ya me esperaba en la puerta balanceando sus llaves en la mano, al pasar a su lado me dijo con una sonrisa burlona
-¿tarde?- la fulmine con la mirada y tome las llaves del auto.

-Ja Ja, tú si que sabes ser buena madre, ¿porque no me recordaste que hoy era viernes?- le conteste sin dejar de caminar y la escuche gritar " no sabia que debia hacerlo, lo siento".
Rei para mis adentros, y me dirigí al coche, ante mi, un audi blanco, que belleza. Subi al asiento del conductor dejando mis zapatos y el saco en el de al lado, Maldita sea Mía, hoy hay clases y tenias que olvidarte, que responsable pensé y arranqué el auto con rumbo a la universidad y a toda velocidad.
... ... ... ... ... ...
Aparqué en el estacionamiento de la universidad y me puse los zapatos, tomé una bocanada de aire, y repasé mi discurso mentalmente una vez más, tomé el saco y bajé del coche, cerré con llave y caminé con paso rápido hasta mi salón de clases... ¿qué? ¿Por qué soy una chica con intenciones de quitarse la vida debo tener depresion continua? Ah no, para irme debo terminar como alguien exitosa, y para eso debo hacer algo realmente importante, pero para lograrlo, primero deberia estar llegando temprano a clases, cosa que... no se me da bien.

Entré al aula, y las miradas fueron casi en automatico dirigidas hasta mi.
-Buenos días, lamento el retraso- miré el reloj en la pared 11:25, rayos, 25 minutos de retraso.
-Relájate Mía, el profesor nisiquiera ah llegado- comentó Anee, mi "mejor amiga" Ja! Pobre idiota, un peldaño en mi escalera, eso es lo que en verdad es.
-Menos mal- respondo un poco más aliviada.
Me quito el saco que me habia puesto de camino al aula y lo coloco en una silla, me dirigo al ptoyector, lo enciendo y luego enciendo la computadora del salón, acceso a internet, y abro mi correo electrónico, abro el apartado de borradores y descargo mi presentación para despues abrirla.

Ya mas tranquila, me siento encima del escritorio y repaso de nuevo mi discurso. Psicología, es lo que estudio. Desde niña, me habia agradado entender las cosas, trataran de lo que trataran, cuando cursé el último grado de secundaria, fueron a mi escuela de diversas universidades a promocionar los listados de carreras que ofrecian a los alumnos, y al escuchar las actividades de la carrera de psicología, me decidí inmediatamente. Asi que aqui estoy, en mi último semestre de la carrera de psicología, chica lista ¿eh? Claramente.
Un carraspeo me hizo volver en si, el profesor Arturo (un completo imbécil) habia entrado al salón de clases hace Lucifer sabrá ya cuanto tiempo el hombre este, es castaño, de ojos claros, piel blanca y labios apetecibles, hace un año... murió su esposa, según se.. ambos iban en el auto y un camión los impactó la mujer murió luego de meses en terapia intensiva en el hospital, ¿y el? es desde entonces una alma más en desgracia que vive el día a día con su patética rutina. Tiene un hijo, un año myor que yo, 21 años tiene el chico, me compadezco de él, su padre vive no por que quiere.
-Buenos días, ¿puedo ya comenzar con la clase?- me obligué a sonreir, y el tipo solo asintió y tomó asiento.
1...2...3... conté mentalmente y comenzé.
... ... ... ... ...
-¿Alguna duda?- pregunté al final de mi brillante exposición.
-Sí, ¿Qué te hace pensar que la resiliencia es importante? ¿ o, qué siquiera encaja con la tarea que les deje? Fui claro señorita Lyn, les pedí que que hablaran de algún tema que creyeran de suma importancia, de un tema que mereciera una hora de mi tiempo, y de la difusión a campus abierto, no de esta clase de simplezas... me decepcionas Mía.- habló con tono arrogante mi profesor.
-Señor Velasquez, dígame... -Le llamé por su apellido, para que notara la seriedad del asunto.
-¿usted sobrevivió, o supervivió a la muerte de su esposa?- la expresión en su rostro, fue indescifrable, pero tenia unas cuantas hipótesis de que clase de efectos habia tenido mi pregunta en él.
-¿y eso que tiene que ver?, le pido de favor dejemos de lado los temas personales, el punto aqui es que su exposision fue un total desastre, asique considerese reprobada.- habló con tono fuerte, y con aires de prepotencia, como... como tratando de intimidarme. . . JA! Buen intento.
-oh señor Velasquez, no es mi problema el que aún no lo supere, y de antemano me disculpo, por haber tocado una de sus... ¿ cómo llamarlo? Am... ¿fibras sensibles? ¿puntos bébiles? Esto no es personal, use su capacidad, como profesional, y reflexione,de esto se trata la resiliencia señor, de sobrevivir o supervivir, asi que por ello se lo cuestiono. Vivir superviviendo no es vida tomando en cuenta la ya dañada psicología de la persona. Piense en eso, se lo dejo de tarea.- contrataqué. Bajé del podio y al estar más cerca de él, susurre para que solo el me escuchara
-Y también le daré tiempo, para que reconsidere mi nota, que bien sabemos merezco aprobar con sobresaliente.- dicho eso me dirigí a la silla donde antes habia dejado mis pertenencias, (que en realidad era solo mi saco) y tomé asiento.
El profesor luego de unos instantes, salió de su especie de transe y retomó las actividades del día.
Pobre inútil, pensé yo. Al sonar el timbre y dar la clase por terminada, sali del aula, no sin antes dedicarle una última mirada al señor Velasquez.. se veia cansado. Ya luego me encargaría de el.

Traicionandome a mi misma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora