Capítulo 5 Vuela Como Mariposa; Pica Como Abeja Reina

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—¡Cuidado allá abajo! —gritó un niño en el trampolín, le había tomado pocos segundos después de haber gritado que su cuerpo chocara con el agua de la piscina. Era el mediodía del viernes y Cassidy Williams mantenía su hermoso cabello rubio en una cola de caballo, ella y su nueva mejor amiga Jennifer Goodman habían entrado al Paradise Club, un lugar de Crowfield donde los más populares de Crowfield High solían pasar el verano.

El lugar era totalmente fascinante, había un bar que servía todo tipo de cocteles, un gran campo de tenis donde los adinerados les gustaba demostrar sus destrezas jugando un partido. Y sobre todo una espléndida piscina. Era sin duda, el Paraíso.

— ¡Cas, mira! —chilló Jennifer señalando a Andrew Brown, él la miró y le guiñó el ojo. — ¿No me dirás que no es hermoso?

Cassidy rodó los ojos.

—Si lo que te gustan son los perdedores, deberías ser novia de uno de los nerds de 8vo grado.

—Al menos ellos me ayudarían con la tarea. —bromeó Jennifer. Cassidy hizo como si fuese a vomitar.

Una camarera se acercó hacia ellas. —Bienvenidas a Paradise Club. ¿Qué desean ordenar? —dijo en una enérgica voz.

Cassidy colocó su bolso sobre la mesa que estaba frente a ellas. —Yo quiero una soda light, con mucho hielo. ¿Y tú qué quieres Jenny?

—Yo quiero lo mismo, por favor. —respondió Jennifer, la camarera escribió la orden y luego se retiró a buscar las órdenes.

La piscina estaba repleta de gente, gracias a Dios ellas habían conseguido una de esas mesas que tenían paraguas y que ofrecía una enorme vista a las demás personas que estaban allí. Luego la camarera había regresado con su pedido y caminó a atender otras mesas.

— ¿qué te parece él? —Cassidy señaló a un chico de cabello negro y abdominales marcados.

—Le doy un 10,5. —respondió Jennifer, luego bebió otro sorbo de su soda light. Inspeccionaba así alrededor para buscar a otro chico al cual enumerar. Era una costumbre que hacían cada vez que había chicos lindos, una le señalaba a la otra y ella daba los puntos y el que superara 15 puntos era el supuesto ganador. Aunque era un juego que la antigua amiga de Cassidy, Helena jugaba con ella y con las demás pero con la diferencia de que al que perdía una de las chicas le tocaba invitarlo, pero Cassidy podía jugarlo ahora... No es como si Helena lo estuviera jugando en estos momentos ¿no es así?

—Yo le doy un 12.

Jennifer hizo unos pequeños círculos con su pitillo sobre el vaso. Mantenía la vista en varios chicos que entraban y salían por las puertas corredizas. —Yo veo un lindo rubio entrando. ¿Cuántos puntos?

— ¿cuál chico? —Cassidy levantó la mirada de su revista. Sus cejas se levantaron, su boca hizo una O, era el chico las más lindo que había visto, el chico se quitó la franelilla y dejó descubierto sus marcados abdominales. — ¡Oh mi Dios! —exclamó ella.

Cassidy bajó sus lentes de sol hasta su nariz y pudo observarlo perfectamente, él era perfecto y ella era perfecta también. Solo fue cuestión de tiempo para que el chico la mirara a ella, el corazón de Cassidy latía con fuerza, el chico le sonrió y ella le devolvió la sonrisa.

Era tan irreal, el chico no le quitaba la vista con sus penetrantes ojos verdes. Jennifer miraba a Cassidy y luego giraba a ver al rubio a la distancia que parecía moverse. ¿Acaso caminaba hacia ellas? Si, así parecía. — ¿Hola? Tierra a Cassidy. —Jennifer sacudía su mano frente a Cassidy pero esta parecía no parpadear.

—Y-yo le doy 20 puntos. —Fueron las palabras de Cassidy. Era como el chico de sus sueños, solo que el de sus sueños era menos lindo que este que caminaba hacia su mesa.

— ¡Oh Cas, viene para acá! -no dejaba de decirle Jennifer, que parecía más ansiosa.

El chico rubio se detuvo frente a ellas. — ¡Hola! —Le dijo el a Cassidy. Ella le devolvió el saludo, también Jennifer—. No dejé de mirarte desde que llegué. Eres la chica más hermosa que he visto.

Cassidy se sonrojó. —De seguro le dices eso a todas, ¿eh?

El chico negó con la cabeza.

—Bueno, los dejaré por un momento —Mintió Jennifer—. Creo que Andrew me está llamando. —luego se desplazó a través de la gente que estaba alrededor de la piscina.

Jennifer se dio la vuelta y le hizo señas. Cassidy sabía que quería decir. Te dejo en buenas manos, amiga. Cassidy y Jennifer se habían hecho buenas amigas a mediados de enero; cuando se sentaron juntas en la cafetería de la escuela, habían hablado de cosas que tenían en común, ambas estaban en el mismo grado, así que comenzado a entablar conversación, ir a comer helado y hacer pijamadas en sus casas y poco tiempo después que Cassidy se había convertido en la chica más linda y popular de Crowfield High, y que mejor que una chica como Jennifer para acompañarla en su reinado. Jennifer fue de gran ayuda cuando Cassidy necesitó de una amiga, aún más cuando ella se transformó de una mariposa poco reluciente a una hermosa y nueva abeja reina. Aunque todo eso también fue hecho posible con los consejos que le daba Helena, con sus regaños... Y con las humillaciones. Cassidy no era fea, pero si era una chica poco arreglada; usaba siempre trenzas y su cabello rubio era se veía sucio y grasoso y usaba frenos, algo que no le hacía estar muy linda.

Cuando se separó de sus antiguos amigos ella no se quedó de brazos cruzados, ella necesitaba comenzar de cero. ¿Qué mejor cosa que regresar siendo una líder? Tomó todas las revistas de moda y buscó en internet, hizo lo que estuvo a su alcance, solo bastó un fin de semana pasar de su vieja y patética Cassidy a la más hermosa. Todos se quedaban boquiabiertos, era mejor que Helena, todos hablaban de ella, los chicos la querían y las chicas la envidiaban. Era su sueño hecho realidad.

Cassidy y el chico rubio habían hablado por casi hora y media, él era muy listo, atento y divertido, sus padres se habían mudado desde Ohio hace varias semanas y el haría el noveno grado en Crowfield High, lo que significaba que iba a verlo diariamente.

El sostenía la mano de Cassidy, el corazón de ella aceleraba cada vez más rápido. —Y bien, señorita diversión —bromeó el mientras jugueteaba con el brazalete en el brazo de Cassidy—, ¿cuando empiecen las clases me darás un tour por las instalaciones? Espero que tu novio no se enoje.

—Claro, con gusto te daré ese tour. -le dijo ella entre risas. —Y no, no tengo novio.

El chico levantó una ceja.

—Debes estar bromeando. Con lo hermosa que eres.

Cassidy se sonrojó. —Me gustaba alguien, pero eso era hace mucho. Y ya no es nada para mí. —Cassidy se refería a su ex-amigo Tom, a ella siempre le había gustado pero después que el la rechazó y se hicieron amigos ella le perdió el interés

—Sabes, me gusta algo de ti. Eres misteriosa e inteligente.

Cassidy comenzó a hacer círculos en la servilleta de su vaso.

—Yo también creo que eres lindo. Y misterioso.

Jennifer se aclaró la garganta, Cassidy no la había visto parada detrás del chico. ¿Ella había escuchado la conversación? —Disculpen, pero Cas, debemos irnos. Tenemos cosas que hacer.

Cassidy se levantó de la silla y tomó su bolso, tal parecía que el chico seguía mirándola. —Discúlpame, me tengo que ir. —dijo ella.

El chico palideció.

— ¿qué? ¿Tan pronto? ¿Por qué no se quedan un rato más?

Cassidy abrió la boca pero Jennifer se le adelanto. —Son cosas de chicas.

— ¿te volveré a ver? —le preguntó el a Cassidy.

Cassidy le dijo que si, luego se acercó a darle un beso en la mejilla. Ella pudo darse cuenta de cómo el chico se sonrojó. Ella se despidió de él y caminó hacia la salida.

— ¡Rayos Cas! Has enganchado a un pez gordo. —Jennifer le dio unas palmaditas al hombro de Cassidy.

—No solo eso... —le dijo Cassidy, caminaron hacia la mesera. Ella le dijo algo a la chica al oído que Jennifer no pudo escuchar. La mesera asintió y caminó hacia donde estaban sentadas; el chico seguía ahí viéndola, la camarera se acercó a él y le dijo algo luego señaló a Cassidy y Jennifer.

Jennifer se comenzó a reír. —Dime que el... —luego volvió a reírse.

Cassidy había querido hacer eso desde mucho tiempo, Helena había sido su maestra a tal grado que si ella estuviera aquí no sería rival en comparación con Cassidy. Ella ya no era una oruga... Ella no era una mariposa.

Cassidy le dio un último vistazo al chico. —El acaba de pagar nuestra cuenta. —Ella le sopló un beso y le giño el ojo. Y siguió caminando con su amiga hasta desaparecer por la salida.

Era la nueva abeja de la comenta. Y nadie se comparaba con ella.


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