Capitulo 4

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Narra Javier

Siento una presión en mi estomago, es algo molesta y me dificulta respirar con normalidad. Despierto con algo de desconcierto para notar el cabello de Damian justo ante mis ojos. Al aclarar mi mente y ser un poco mas consciente de mi alrededor me doy cuenta de que Damian esta dormido sobre mi estomago y no solo eso... ronca.

De pronto me da un ataque de risa que por mas que intento apaciguar cubriéndome la boca termino por sacudirme un poco y de paso a Damian, pero parece tener el sueño pesado ya que ni se mueve.

Me inclino un poco para poder verle el rostro. Parece un ángel caído del cielo, e intento relacionarlo con el Damian que conozco despierto, pero justo ahora parecen dos personas distintas.

Luego, como si la realidad fuera demasiado estúpida y aburrida paso lo inimaginable...

-Javier... -susurra Damian.

Ahora si que casi no aguantaba la risa, por un momento pensé que había despertado ¡Damian habla en sueños! Y... y... a mencionado ¿mi nombre?

De pronto dejo de reírme y lo observo con mas detenimiento, hace un movimiento y presiento que se despertara así que rápidamente me recuesto y me hago el dormido, pero al pasar varios segundos y sentir que no se movía mas, abro los ojos y lo veo mucho mas acomodado encima de mi, con su pierna pasada por encima de las mías, su cabeza mejor recostada de mi estomago y un brazo en mi costado izquierdo y lo que es aun mas increíble, tratar de creer que sea posible que ronque aun mas de lo que ya lo hacia.

Quiero reírme y llorar y asustarme y saltar de alegría. Y no, mi mente irracional no quiere explicar el porque de cada una de esas emociones.

Intento relajarme y pensar en lo divertido del asunto. Vamos, que ver a Damian, el siempre ceñudo y malhumorado Damian, de pronto con cara de ángel y todas las malas mañas que uno podría tener mientras duerme es totalmente desconcertante, aunque no en tan mal sentido.

..........

No se en que momento me quedo dormido, pero al despertar de nuevo Damian ya no esta en la habitación, en cambio me encuentro solo. Y a juzgar por la luz débil de la ventana noto que aun es temprano.

Luego siento un rico olor proveniente de la cocina y no es que sea perro pero como tal levanto mi colita (trasero) y voy directo a la cocina.

Me acerco silencioso mientras veo a Damian igual que hace dos noches de un lado a otro en la cocina mientras prepara el desayuno. Me siento callado en una de las sillas de la islita y lo observo por un rato.

-¡Mierda! -dice cuando finalmente voltea. -¿Podrías dejar de hacer eso? Vas a matarme de un susto.

-No pareces ser alguien que se asuste fácil -respondo riendo un poco mientras mi mente se esfuerza por relacionar el Damian dormido con el despierto, y no, es como si fuera dos personas totalmente distintas... me pregunto si tendrá un gemelo y ese fue quien durmió anoche conmigo... y no, no ha sido un chiste.

-Pues hace 2 días vivía solo, debes dejar que me acostumbre -dice malhumorado. Es cuando me doy cuenta que detesta que se burlen de él, aunque sea un poco y posiblemente sin la intención.

-¿Que preparas? -pregunto mientras se me hace agua la boca.

-Mi especial secreto de pancakes.

-¿Especial?

-Si, le agrego algunas cosas fuera de la receta tradicional.

-¿Como cuales?

-Ya no seria secreto ¿no? -frunce el ceño.

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