Capitulo 7

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Narra Damian

Salimos de ahí lo mas rápido posible. Afortunadamente la secretaria, Jeannie, no le habían hecho nada, y la encontramos inconsciente en la sala de espera. Después de tranquilizarla y convencerla de que no llamara a la policía, le dijimos que se fuera a casa.

Cuando salimos a la calle mi auto se encontraba totalmente destrozado, intente no hacer todo un show por eso, era un buen auto. Tome las bolsas de adentro, junto con las armas, el dinero y las identificaciones y tomamos el auto de Walt, el cual iba maldiciendo hasta la médula de nada, pues si, esta bien furioso.

-Podrías dejar de maldecir -le digo mientras enciendo el auto, Javier aun se encuentra muy alterado y el doc apenas ve dos dedos delante de él.

-Claro, porque el que asustaran a tu secretaria, tu consultorio este destruido, tu cara hecha un lío e hinchada y que trataran de matarme no es motivo suficiente para mentarle la puta madre al presidente si así me late -grita todo esto con una total furia impresionante.

Javier miraba ausente desde el asiento de atrás, ni siquiera creo que sepa algo de lo que pasa a su alrededor.

-No idiota, solo cállate -le digo y arranco el auto.

No dejo de mirar por el retrovisor al rostro perdido de Javier, quien miraba por la ventanilla sin ni siquiera mover un musculo. Decido abordarlo una vez lleguemos a un lugar relativamente seguro ya que sé que es cuestión de tiempo que relacionen el consultorio con Walt y por ende su dirección y nos encuentren, pero al menos mido que tenemos tiempo de elaborar un plan, antes de que Raul mueva mas fichas.

Mencionar si quiera su nombre en mi mente me hace apretar el volante con fuerza y aumentar la velocidad ligeramente. Sé que si lo encuentro lo haré trizas, lo despedazare y lamentara haber lastimado a Javier.

-Idiota trata de no matarnos en la carretera -dice Walt. Disminuyo un poco.

En poco tiempo llegamos a la casa de Walt, se encuentra en un bario tranquilo, apenas se mueve una hoja de un árbol. Su casa es la típica casa de una familia americana de dos pisos salvo que Walt no tiene familia, se divorcio hace 5 años y no ha vuelto a casarse. Parqueo el auto unas casas mas adelante por si las dudas, si ellos atacaran la casa nos daría tiempo a salir por detrás y llegar al vehículo.

-Siéntanse en su casa -dice Walt cuando entramos. -Yo iré a lavarme la cara o tal vez arrancármela y hacerme una nueva -sonríe aunque no estaba feliz.

Javier pasa a mi lado y se dirige a la sala para sentarse y mirar la tv aunque no la encendió. Camine hacia el y me arrodille justo frente a el.

-No debiste tomar el arma -digo con cierta furia. Se que le ha traumatizado haber matado a dos personas, aun esas intentaran hacerle daño, se lo que se siente la primera vez y no es nada agradable, ademas Javier es bueno, no es como yo, un alma dañada que intenta redimirse. -¿Ves porque debes quedarte con Walt en un lugar seguro?

Javier niega con la cabeza.

-Estoy bien -sonríe.

-No es cierto.

-Lo estoy....

-¡Javier! -me arrepiento de inmediato haber levantado la voz y pude notar el estremecimiento de su cuerpo. -Perdóname, lo siento -digo rápidamente y tomo sus manos en las mías. -¿Porque no entiendes que perderte a ti nunca ha sido una opción? Este mundo no es fácil, tomar un arma... quitarle la vida a alguien, no quiero que nada de eso te afecte.

-¿Que hacías en UBP hace años? -pregunta de repente.

-Javier...

-¡Ya basta! Solo dímelo.

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