Capítulo 10: Laura y su novio

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Laura no podía creerlo. Nunca había besado a nadie. Era un sueño, era su sueño volviéndose realidad.
Ambos cerraban los ojos, pero Laura podía ver perfectamente en su mente sus dulces ojos. Sentía fuegos artificiales dentro de sí, era algo increíble... luces de colores, ellos dos juntos... mientras dentro de su cabeza estaba pasando eso, sentía sus labios suaves y frescos presionados contra los de ella. No sabía cómo se besaba, pero parecía qie lo estaba haciendo bien, o al menos a Ezequiel no le importaba. A ella tampoco en realidad, no le importaba si lo estaba besando bien o no, lo único que creía importante en ese momento era que le estaban dando un beso. Y no cualquier beso, el primero, y con la persona que siempre le había gustado. Al cabo de unos segundos, que para los dos fueron años y años, se separaron despacio. Se miraron a los ojos, y no fue como otras veces, fue de distinto. No distinto malo, sino distinto mejor. Algo de ensueño. Siguieron mirándose por casi un minuto. Ambos sonreían y soltaban una risita de vez en cuando, pero el silencio se rompió cuando Ezequiel habló. Laura se habría quedado así, sin que nada más importara durante toda su vida.
-Supongo que eso...  -dijo, tímidamente- supongo que eso fue un beso. Ahora, tendríamos que ser novios, no?-
Laura sintió esas mariposas en el estómago de las que hablaban en las películas. Nunca se hubiera imaginado que pudieran sentirse realmente, lo veía como algo metafórico. Pero ahora, sentía eso y mucho más.
-Sí -respondió, y eso fue suficiente.
Laura pensaba en Rodri, en cómo se sentiría en ese momento. Le molestaría que fuera novia de su ex?
Miró hacia atrás, y ahí estaba él, mirándolos, con una sonrisa de oreja a oreja.
Laura le hizo una seña a Ezequiel para que esperara ahí, y se acercó a su amigo.
-Estás feliz? -dijo, apenas lo tuvo en frente-. Te molestaría que él y yo fuéramos... -no pudo terminar de hablar, porque Rodri se abalanzó hacia ella y la abrazó.
-Esto es lo que debería haber pasado desde el principio. Sean novios, cásense, tengan muchos hijos -le dijo, todavía abrazado a ella.
-Estás muy sentimental, no? -le dijo Laura, apartándose-. Así me gusta que seamos. Te quiero, boludo.
-Yo también.

Durante el día, Laura no vio a Ezequiel. Los viernes no tenían clases en común. Pero, a la salida, Laura vio a Ezequiel esperándola sentado en la vereda. Le pareció extraño, ya que él salía a la misma hora que ella y no era muy tarde.
-Qué haces acá? -le dijo ella, acercándose y pensando que podría haber sido un poco más dulce-.
-Faltó la profesora y salí hace una hora y media -le respondió Ezequiel, con naturalidad-. Vamos? Te acompaño hasta tu casa, eso si querés..,
-Te quedaste esperándome? -dijo Laura, sonrojándose. No era nada de otro mundo, pero era tierno pensar que una persona se había quedado esperándola por más de una hora, sólo para caminar juntos. Ezequiel asintió con la cabeza y se paró. Laura se había quedado parada junto a él-. Vamos -confirmó, con una risita.

A medida que iban caminando, se miraban y sonreían. En los primeros pasos, saliendo de los terrenos de la escuela, se tomaron la mano. No hablaron mucho, ambos estaban nerviosos, pero felices.
Cuando llegaron a la casa de Laura, ella se despidió de él con un beso en la mejilla, pero sin soltarle la mano. Estaba por irse y se detuvo cuando se dio cuenta de que seguían agarrados. Giró hacia Ezequiel y éste la empujó hacia él y la besó. Laura volvió a ver su rostro, iluminado por fuegos artificiales y luces de colores. Fue un beso dulce, y duró unos quince o veinte segundos. Cuando se soltaron, se miraron y rieron.
Se despidieron y Laura entró a su casa. Subió a su habitación y recordó que hace mucho no escribía en su diario. Dejó la mochila de la escuela al lado de la cama, se sentó al lado de los almohadones, tomó una lapicera, su diario y comenzó a escribir.
'Hoy fue uno de los mejores días de toda mi vida. Será muy difícil superar esto... de la nada, Ezequiel me dice que me ama, corta con Rodri, me besa y me pide ser la novia. Obviamente dije que sí, creo que lo amo cada minuto más. Casi ni hablamos, pero sus ojos me dicen que es muy dulce y que me quiere mucho.
Es muy raro que me pase esto a mí. Normalmente nadie me ve, y menos él. Normalmente nadie me dice que me ama, pero él sí. No caigo todavía, siento que es un sueño del que en cualquier momento voy a despertar. Estoy muy, muy feliz. Nada podría arruinar esto, ni siquiera mudarme a Rosario. Tengo novio, y es Eze'
Cuando terminó, cerró el diario y se quedó sentada, tratando de pensar en si todo eso era verdad.

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2015 ⏰

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