Capítulo 9

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No supe en que momento llegué al coche, cuando desperté ya estábamos en camino. Tal vez era tarde para darme cuenta de lo que planeaba Kevin.

-Creo que éste es el lugar que nos dijo Kevin. –Decía Rafa refiriéndose a un restaurante de comida rápida.

-Brenda, tenemos que bajar. –Decía la tía Ariel para que supiera que tenía que dejar de llorar y bajar. En ese momento me di cuenta que aún estaba sollozando.

-Vaya, al fin han llegado. –Era la voz de Kevin.

Como pude, limpié mis lágrimas, me armé de valor y salí del auto.

Ya nadie podía pararme, estaba dispuesta a saber lo que había estado planeando en todo el día Kevin.

Ojalá hubiera retrocedido, pero hasta entonces ya era tarde...

Incluso a lo lejos podía ver ese cabello un tanto alborotado y moldeado con gel casi perfectamente. Estaba 75% segura que era él, pero no podía asegurarlo completamente.

Hasta que él volteó...

Me quedé congelada tras su mirada; calmada, pacífica y profunda. Una mirada que revelaba que estaba enterado de todo y que me estaba esperando desde hace mucho.

Quería respirar pero olvidé cómo hacerlo.

Ahora su mirada me abrazaba y me consumía. Estaba segura que parecía una tonta al estar parada sin saber que hacer más que mirarlo. Pero no me importó.

Lucía más hermoso que de costumbre; tenía un aire sofisticado y rudo, con tan sólo mirarlo te hacía suspirar y al mismo tiempo te cortaba la respiración.

Lo que me hacía sentir no era fácil de explicar...

Si no lo había comprendido antes, ahora ya lo sabía; estaba enamorada de él.

-Wow. Tienes cara de haber visto un fantasma. ¿En serio te sientes bien? –Rafa volvió a interrumpir mis pensamientos, iban dos veces que lo hacía. Debería darle una medalla o algo por el estilo.

-Estoy bien.

-Entremos. ¿Te parece?

Lo volví a mirar. Cortó mi respiración y aceleró mi corazón de nuevo. Asentí a la pregunta de Rafa, no pude contestar, mi boca no pudo emitir ningún sonido, y mis pies se movían pesadamente, haciendo de mi paso algo torpe y estúpido.

El trayecto hasta la mesa me había parecido eterno. Pero en los últimos pasos para al fin sentarnos reparé en mi aspecto, tenía que ir al baño a tratar de estar un poco presentable. Fue un alivio percatarme en esto, no podía presentarme así. Mi aspecto era terrible; tenía los ojos hinchados de tanto llorar, mi cabello era una maraña tremendamente horrible y estaba más pálida que de costumbre. No soy bonita, pero esto era el colmo de las feas. Parecía más bien un muerto viviente que una persona. En mi caso, un poco de maquillaje no estaría de más, pero no tenía.

No tenía muchas opciones, así que amarré mi cabello con una goma y enjuagué mi cara. Ojalá eso fuera suficiente...

Cuando llegué a la mesa solo había una silla disponible y era frente a él.

Mierda...

Intenté hacerlo lo más natural posible, pero cuando me ponía nerviosa era aún más torpe. Porque, ¡rayos!, ese chico ponía mis nervios al cien.

Tomé asiento inusualmente callada. No quería decir o hacer algo mal, el chico realmente me gustaba y yo quería hacer todo bien.

-Brenda, ¿estás bien? –Mierda, ya iban tres veces que me preguntaban lo mismo, tal vez si estaba peor de lo que imaginaba. Además odiaba que preguntaran eso, pero mi tía Ariel hizo la excepción, no me sentí enojada cuando lo preguntó. –Has estado muy callada, no nos has deleitado con tus melodiosas risas.

Todos comenzaron a reír. Era obvio que algo me pasaba, por lo regular me partía de risa con cualquier palabra que dijeran, pero hoy no. Además mi risa no era melodiosa, era horrible, y no es por hacerme la modesta, pero en realidad era terrible.

-Es solo que estoy muy cansada. Creo que la caminata de la mañana me dejó fatal.

-Está bien. Pero te aconsejo que debes cargar pila y ponerte al cien.

-¿Por qué?

-Los bolos. ¿No lo recuerdas? La noche aún es joven, así que hay que aprovecharla.

¡Como pude olvidarlo! No tenía ánimo de nada, y menos ahora que éste estúpido chico llegó.

-Claro. Hay que ir. –Me rendí.


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   Este es uno de mis capítulos favoritos, tal vez no sea muy original pero es algo muy personal y eso lo hace taaaan especial para mi. Espero que les guste, no llevo mucho tiempo escribiendo así que no soy una escritora muy buena. A mi me ha encantado este capítulo porque lo siento tan real, porque lo vivo y me transporto al lugar de los hechos.

Disfrútenlo y espero que sea de su agrado. Gracias.


That Often GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora