Capítulo 11

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-No era modesta cuando te dije que realmente era mala jugando bolos. –Tenía que disculparme de alguna manera lo mala jugadora que era.

-No eres mala jugando. –Intentó animarme.

-Tú eres malo mintiendo.

-Bueno, no eres muy buena jugando, pero tampoco eres fatal.

-Bueno, gracias. –Me resigné.

-¿Quieres que vayamos por un jugo o algo? -Creo que le urgía que cambiáramos de tema, lo cual para mí, estaba perfecto.

-Claro.

Caminamos hasta la cafetería y yo hice mi más grande esfuerzo por no desmayarme mientras caminaba junto a él.

Cuando llegamos nos sentamos en una mesa sólo con dos sillas, lo cual me pareció extremadamente romántico, y yo era una tonta. Una gran idiota.

That Often GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora