-Te dije que no te fueras.
-Ya lo sé. Sólo quería respirar un poco de aire fresco.
-Ajá. En fin. Quiero que conozcas a un amigo. Cristian, Brenda. Brenda, Cristian.
¡Carajo! Era el mismo chico al que le había torcido los ojos solo porque me estaba viendo. Y ahora, ¿qué le iba a decir?
Respira...
-Hola. Mucho gusto.
-Hola. ¿Qué tal?
¡Rayos! Es por eso que no me gusta hacer amigos, después del hola ya no sé qué más decir.
-Ella es mi prima. -Dijo mi primo.
-¡Claro que no Kevin! Soy tu tía.
-Perdón. -Dijo.
-En estos días ya no se respeta ni a la familia. -Traté de sonar lo más ofendida posible.
-Sí. Lo que digas. -Me puso los ojos en blanco.
Silencio...
-¿De dónde vienes? -Preguntó Cristian.
-Si te digo probablemente no sepas que es eso. -Me burlé.
-Déjame intentarlo. -Me retó.
-Mérida.
-Tienes razón, nunca he ido. Sólo lo he escuchado unas cuantas veces.
-Te lo dije. Es como un pueblo fantasma.
-¿Es un rancho?
-No te pases. -Le puse los ojos en blanco. Este chico podía ser estúpidamente exasperante.
-¿Entonces? - Inquirió.
-Me refiero a que está civilizado y todo. Tenemos luz, agua, gas, etc. es solo que tenemos poca población.
-Ya veo. No son salvajes.
-¡Por supuesto que no! -¡Diablos! Realmente era exasperante.
-Tranquila. Sólo jugaba. -Sonaba divertido.
Cuando sonreía dejaba ver sus dientes blancos, una sonrisa casi perfecta a excepción de un diente apenas desviado. Normalmente detesto los dientes chuecos, pero él hacía la diferencia, lucía bien. Pude admirarlo más detenidamente y tenía un lunar cerca de la boca, le daba un aire coqueto. Tenía una nariz afilada y un poco respingada, un cabello lacio peinado con gel un tanto largo que se le veía muy bien. Era muy alto y delgado. A simple vista aparentaba 15 años, la verdad es que podía tener más.
Perdí la cuenta de cuánto tiempo estuve admirándolo, creo que lo miré más de lo que debería, eso no es bueno. Sólo espero que él no sea tan delicado respecto a lo de las miradas como yo, porque me odiaría. Bajé la mirada.
-¿Cuándo llegaste? -Parece que mi invasión ocular a su cara y cuerpo no le afectó.
-El domingo, antes de que callera el granizo.
-Hubiera estado feo que llegaras durante el granizo.
-Lo sé.
Miré a mí alrededor y no vi a Kevin. ¿Desde hace cuánto se había ido? ¿Cuánto tiempo llevaba hablando con él?
-¿Dónde fue Kevin? -Le pregunté.
-Está afuera.
-¿Cuánto tiempo lleva ahí?
-Desde que te pregunté de donde venías.
-Ya veo. -Vaya que perdí la noción del tiempo y de las personas.
-Vámonos. -Dijo Fernanda. Parecía molesta.
-Creo que tengo que irme. -Le dije a Cristian.
-Claro.
-¿Nos vemos mañana?
-Claro.
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That Often Go
RomanceEs una una historia en la que se combina de todo; amor, desamor, alegría, tristeza, decepción, traición. Ésta comienza con las primeras palabras que nos dan a entender las secuelas de la historia, a partir del primer capítulo se va narrando el p...