¡Pizza! part 1

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Ryden POV.

Ya es receso *Genial* estar Escuchando a los maestros no es muy agradable a veces me pregunto no se cansaran de venir y hablar con alumnos que no les importa un comino lo que dicen.

*Tu eres una de esos alumnos*

Claro que no

*No te estarías quejando*

Como sea da igual.

Estamos en cafetería y Jayden está muy callada, no me dijo como le fue en su "cita" con Sam tal vez bien, tal vez mal no lo sé, se supone que hablaríamos sobre ese tal Noah, "el niño raro" o "el niño bonito" o no sé qué otro apodo ponerle.

- Oye Jayden.- Ni siquiera voltea, sólo está ahí sentada así que le aviento un pedazo de servilleta.

- ¿Que, qué?- Toda desorientada voltea a todas partes.

- ¿Y......?- Espero y se dé cuenta de que hablo.

- Ah, sí es cierto, cuales son las conclusiones.- Son muchas y muy malas.

- ¿Le damos vergüenza?- Es horrible pensar eso, pero estaría un poco razonable eso.

- No lo sé, ella no es así.- Eso espero.

- Podrían dejar de cuchichear, parecen ratones.- Ni siquiera se había dado cuenta que hacíamos eso, pero ah el que le importa, el sigue con su estúpido celular en su cara.

- ¿Y a Nick que le pasa?

Las hormonas seguramente.

- No lo sé, no deja su estúpido y adorado celular.

- Debe de estar en sus días.- Sólo nos ignora y sigue con lo suyo, ¿a quién le mandara tantos mensajes?

*Chismosa*

No, Solo soy curiosa.

- Bueno sólo nos queda ir a su casa, para interrogarla, en la escuela no se puede.- Tiene razón hay muchos con orejas grandes.

- Sí, claro está bien.

- Mierda se me acabó el saldo.- Nick corre como si su vida dependiera de ello hacia lo que creo yo la salida.

-¿Este sábado está bien?

Porque siempre sábado.

- Si está bien

********

Y Apenas es lunes, porque tengo que trabajar y lo peor es que lavó platos, no me importa pero es cansado y a veces, salgo oliendo raro, claro por la comida que a veces cae en mi ropa, lo sé no soy cuidadosa con las cosas, en fin, todo sea por el lindo dinero, ya casi es mi hora de salida y estoy cansada, que bien que hay asientos atrás del lugar.

- Quieres que te lleve a casa.- No me sorprendo de su presencia, ya sabía que está parado en la puerta desde un rato.

- No.- Solo quiero un poco de paz.

- ¿No confías en mí?- Menudo imbécil, jamás confiaría en él aunque se ve que es del tipo que le gusta jugar, interesante.

- Porque debería confiar en ti- Vamos sigue el juego idiota, tal vez me pueda divertir.

- Porque, soy tu amigo.- Ja, claro, es hora de ser una niña inocente.

- En serio eres mi amigo.- Él se acerca y se sienta junto a mí.

- Claro que si.- Está muy cerca de mí, Mierda no soporto eso - Puedes decirme lo que sea.

- Ok, entonces yo quisiera...-

¿QUIÉN GANARÁ? (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora