Capítulo 12 FIN

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  • Dedicado a La dedico a todas las hermosas lectoras :)
                                    

11 de octubre de 2012 

En la mañana llevamos a Ronaldo al aeropuerto. La despedida de Isabela y Ronaldo duro demasiado. Él no se quería ir por que se preocupaba por ella y ella solo le decía que debía hacerlo. Luego de todo eso volvimos a la casa.

*Zayn’s POV*

— Zayn creo que cometiste un error en tratarla mal. — me dijo seria.

—  Créanme estoy muy arrepentido. — dije cabizbajo.

— Si se te nota.

— ¿Por qué si tanto dijiste que la amabas la despreciaste tanto? — me reprochó.

— Solo me deje llevar por el coraje, pero sé que ella jamás me perdonara.

— Zayn. Selena y yo empezamos como ustedes, solo por fama. ¿Verdad?– yo solo me limité a asentir.  -Pero a mí no me importa con quién se acostó antes de que fuéramos novios solo sé que  la amo y todo se perdona si verdaderamente hay amor. Además, confío en ella plenamente.

—  Lo que me enfureció es que tuvo la oportunidad de decírmelo y no me lo dijo. — le dije algo molesto. Comenzaba a recordarme de ese momento.

— Deberías de ir por ella y decirle lo que sientes. Tal vez te perdone.

— Saben que la iré a buscar y le pediré perdón. — me puse de pie. Estaba decidido y nada me haría cambiar de parecer.

Me fui del apartamento de Selena prácticamente corriendo hacia el apartamento de Cristina. Detestaba el tráfico de por la tarde en la ciudad. Debía llegar lo más pronto posible pero al parecer eso sería imposible. Al llegar a su departamento comencé a tocar como loco en la puerta.

— ¿Qué hace joven?

—  Lo lamento señora. ¿Sabe donde esta Cristina? — dije con algo de esperanza en mi voz. Tal vez ella sabía dónde estaba.

— No sé donde pueda estar, pero la vi salir ayer con unas maletas.

—  Oh. Muchas gracias. — le agradecí y salí de allí.

Con unas maletas. ¿Dónde podría estar? Maldición. Cristina por favor. Me pase mis manos por mi cabello caminando de un lado a otro en la acera en frente del gran edificio donde ella vive. Ya sé. Ahí debe estar. Cuando quiere pensar o solo relajarse va un hotel que está a unos cuarenta y cinco minutos de aquí. Le gustaba ir a un spa que allí había.

— Bienvenido señor. ¿En qué le puedo servir? -me dijo la recepcionista.

— ¿Cuál es la habitación de Cristina Toro? Es mi novia. Ella me está esperando. — le sonreí.

El diario de una directionerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora