Capítulo 8

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*2 semanas después*

Tocaba la revisión de Shinobu, ya tenía 10 semanas de embarazo, por lo que ya tocaba hacerse otro ecograma, Shinobu sentía como se estaba inflamando más su vientre pero aún no era muy visible, también iba al baño a orinar a cada rato, algo que lo molestaba; Miyagi estaba ansioso, sería la primera vez que vería a su hijo, quería fumar, pero no lo hacía delante de la presencia del menor, eso lo molestaba, había disminuido su adicción al cigarrillo por culpa de su embarazo, bueno, si quería tener un bebé sano tenía que hacer sacrificios.

Llegan a la sala de espera y cuando los llaman, se levantan y se meten.

-Hola Shinobu, me alegra verte de nuevo, por favor, siéntense.-Dijo la doctora señalando las sillas que estaban frente a su escritorio para que se sentaran y al hacerlo cruza sus piernas viendo al menor.- Como te has sentido?-

-Primero quisiera presentarle a mi pareja, You Miyagi.-Dijo Shinobu mirando a su pareja.

-Es un placer.-Dice Miyagi sonriendo.

-Y bueno, he tenido muchas ganas de orinar, según Miyagi, yo me he puesto más llorón, cosa que no es cierta, y mis náuseas ya disminuyeron.- La doctora anota todo lo que dice y luego se levanta.

-Ya debes estar en tu décima semana de embarazo, todo lo que me dijiste, es normal, pero aún falta ver a tú... Digo, a su bebé, es la primera vez que escucharán a su pequeño corazoncito latir, ¿no les emociona?-Les pregunta la doctora, Shinobu y Miyagi, se miraron asombrados, no sabían que escucharían a su hijo en ese momento.

-Ya sabes el procedimiento, te acuestas en la camilla, te bajas un poco el pantalón, yo te pongo el gel y la máquina para poder verlo.-

Shinobu asiente, se sube en la camilla y se baja un poco su pantalón, Miyagi agarró su mano en un intento de mostrarle apoyo, la doctora le puso el gel en su vientre y comienza a pasar la máquina por allí.

-Muy bien, todo se ve perfecto aquí, ya tiene los dedos de sus manos y de sus pies, esa es su cabeza, esos son sus ojos y aquí... Está su corazón.-Decía la doctora.

Y... Hubo un silencio, se comenzó a escuchar un golpeteo muy rápido, a Shinobu se le aguaron los ojos, ese era el corazón de su hijo.

De parte de Miyagi, no podría creerlo, el verlo, y ahora el escucharlo, lo volvía tan real, lo amaba, sí que lo amaba, ese latido le parecía como un cantar de ángeles, no quería dejar de escucharlo.

-Felicidades, tienen a un bebé muy sano.-Les dijo la doctora luego de un rato, ella quitó el aparato del vientre de Shinobu, éste se limpia y se comienza a bajar de la camilla con la ayuda de Miyagi, ambos se vuelven a sentar frente al escritorio y esperan a que la doctora les de la copia de la ecografía y un audio.

Cuando se los entrega, se levantan y la doctora mira a Shinobu.-Espero verte en un mes, quizás, y ya podrás saber que sexo tendrá tu bebé, debes mantener tomando tus vitaminas, trata de no esforzarte mucho, nos vemos.-

Ellos salen del consultorio y Miyagi le agarra su mano provocando un sonrojo de parte del menor

-¿Qué haces anciano?-

-¿No te puedo agarrar la mano?-Le pregunta Miyagi, Shinobu infló sus mejillas hasta llegar al auto, pero antes de subirse, siente un mareo y cierra sus ojos bajando su cabeza.

-Mh...-Miyagi se extraña y se acerca rápidamente a él.-

-¿Shinobu? ¿Qué tienes?-Le pregunta colocando su mano en el hombro del menor.

-Me maree, ya se me pasa.-Se sube en el auto de Miyagi y se coloca el cinturón de seguridad, Miyagi se sube y le agarra su rostro.

-¡¿Que...?!-Comenzó a preguntar Shinobu pero fue callado con un beso.

-Idiota, ¿por qué hiciste eso?-Le pregunta desviando su mirada.

-Porque me hiciste el hombre más feliz del mundo, tu, mi pequeño terrorista, me has hecho, muy, muy feliz.-Le dijo acariciándole lentamente su mejilla sin alejar mucho su rostro de el del otro, algunas pequeñas lágrimas salen de los ojos de Shinobu, esas palabras jamás las había pensado escuchar del mayor.

Miyagi le suelta su rostro para pasar a acariciarle lentamente su vientre y sonríe.-Los amo, a los 2.-

-Yo también te amo Miyagi.-Dice susurrando, luego cruza sus brazos y ve como el otro arranca el auto.-

-Oye, ¿puedes primero comprarme un helado? No aguanto el hambre.- Miyagi lo mira de re-ojo, habían comido antes de salir, aunque no le dijo nada porque suponía que eso era por culpa del embarazo; lo llevó a una tienda donde vendían helados, se bajan y Shinobu pide un gran helado mezclado con cosas que al mayor le daría asco, se vuelven a subir en el auto y Shinobu come tranquilamente su helado; llegan a su apartamento y Shinobu seguía comiendo su helado, el mayor se asombraba de como pudiera seguir comiendo como si nada.

Cuando Shinobu termina de comer su helado, se acerca a Miyagi que estaba en la sala viendo las fotos del ecograma.

-Estoy lleno, salgamos a caminar.- Dijo sentándose a su lado.

-Acabamos de llegar, ¿no puedes esperar un rato?-Le pregunta Miyagi sin mirarlo, Shinobu abre un poco más sus ojos y comienza a llorar, nuevamente, sorprendiendo al mayor.

-¡No me quieres! ¡Eres un idiota! ¡Debes hacerte responsable!-Gritaba entre llantos el menor.

Miyagi dejó las fotos sobre la mesa que estaba en la sala y abrazó a Shinobu, sabía que eso era culpa de sus alocadas "hormonas".

-Ya... Yo si te quiero Shinobu, sólo que ahora es muy pronto para salir, luego lo haremos.-Le dice acariciándole lentamente su espalda.

Shinobu asiente y se comienza a calmar, estos serían unos eternos meses, tanto para Miyagi, como para Shinobu.


Mi Pequeño Terrorista(Junjou Romántica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora