Ha llegado el momento de hablar con Santana. Estuve evadiendo el tema durante toda esta semana pero llegó la hora que tanto temía.
"Hey nena, ¿crees que podamos vernos en 15 minutos en el parque de la esquina? Necesito hablar contigo. Te quiero.
Finn."
"Claro que sí, te veo en un rato ;). Espero que no sea nada grave.
Santana."
Sigo sin encontrar las palabras adecuadas. Podría sólo decirle "Hey Santana, me voy al ejército. Nos vemos en 4 años." Eso sería estúpido de mi parte. Mi cabeza sigue siendo un remolino cuando salgo de mi casa para dirigirme al parque. Mis manos sudaban y temblaban.
Ahí estaba ella, radiante como siempre con ese vestido con estampado floral y su cabello suelto, completamente liso. ¿Dónde está mi bote para la baba?.
- Hola nena.- Le di un corto beso.
- Hola Finn.- Me dedicó una de esas sonrisas que me hacían perderme.
- Ven vamos a una banca para sentarnos y poder hablar.- Dudó por unos segundos hasta que asintió y caminamos a la banca.
- ¿De qué quieres hablar, Finn?.- Di un gran suspiro mientras tomaba su mano.
- Cuando yo tenía 6 años, mi padre murió. Él era soldado. Fue y es un gran ejemplo para mi. Siempre quise ser como él, un héroe, alguien a quién la gente admirara. Siempre me hizo falta. Yo veía a los demás niños con su papá y me ponía a llorar en el baño del colegio.- Tragué saliva para seguir continuando.- Crecí con el sueño de seguir sus pasos.
- Finn, no entiendo, ¿a dónde quieres llegar con esto?.- Tomé sus manos y la miré fijamente.
- Hace unos meses, mandé mi carta de reclutamiento al ejército. Creí que no me habían aceptado porque no obtuve respuesta durante dos meses...pero hace unas semanas la carta llegó. Me aceptaron. Santana, me voy al ejército.
- Finn, yo..yo no sé qué decir o qué pensar. Esos fueron tus planes desde niño. Mucho antes de conocernos. No puedo meterme en ellos, es tu futuro. Lo que siempre has querido.- Las lágrimas resbalan por sus mejillas. Me odiaba a mi mismo por causarle esto.
- No llores nena, sé que duele pero no quiero verte así.
- Te amo Finn. Y voy a apoyarte en esta decisión. Siempre tendrás mi apoyo.- La abracé, la abracé como sí mi vida dependiera de ello.
- Yo también te amo Santana.- Tomé su mano y entrelacé nuestros dedos para caminar hacia mi casa. Hoy sería mi último día con Santana. Quiero aprovecharlo.- ¿Quieres ver un poco de televisión?
- Finn, es nuestro último día juntos, ¿y tu quieres ver televisión?.- Colocó sus manos a ambos lados de su cadera. Ella tenía razón.
- Bueno, ven vamos a mi cuarto.- Tomé su mano para poder subir las escaleras. Entramos y nos recostamos en la cama, simplemente mirándonos él uno al otro. Nunca me había puesto a pensar en lo mucho que la voy a extrañar, en la falta que me va hacer.
- Te voy a extrañar mucho Finn. Será difícil estar sin ti durante todo ese tiempo.- Susurró con tristeza. Acaricié su mejilla con ternura.
- Lo sé, va a costarme mucho estar sin tus besos o tus abrazos. Te amo tanto nena.
- Todo estará bien entre nosotros, podemos mandarnos cartas, seguir en contacto.- Negué levemente sintiendo mis ojos aguarse.
- No puedo hacerte eso. No puedo obligarte a que detengas tu vida por mi.- Santana juntó sus labios con los míos. Tan sólo era que ella me besara para poder sentirme en el cielo.
- No decidas por mi. Yo quiero esperarte.- Llevó sus manos detrás de mi cuello. Nos acomodamos de manera que ella quedó sobre mi, con sus piernas a cada lado de mi cintura. Mis manos recorrían sus piernas desnudas gracias a su vestido. ¡Dios bendiga los vestidos!. Besé sus labios con amor, con pasión, con una necesidad que nunca había sentido antes.
- Te necesito, te necesito tanto nena..- Susurré con desesperación sobre sus labios. Ella sonrió ampliamente diciéndome "sí". Deslicé el cierre de su vestido para deshacerme de él y tirarlo al suelo. La admiré con ese conjunto de encaje blanco que llevaba de lencería. Mierda, se veía perfecta. Se veía hermosa. Me moví con ella para que quedara debajo de mi y así poder deleitarme con su exquisita piel que me embriaga por completo. Me deshice de mis pantalones que estaban molestándome, junto con mi camisa quedando sólo en bóxer.Después de haber hecho el amor alrededor de dos veces, Santana se quedó dormida en mi pecho mientras yo acariciaba su brazo. Mi mente daba un millón de vueltas al asunto. No quiero dejarla aquí, no quiero irme pero creo que la decisión ya está tomada. Joder, ¿porqué carajos tuve que mandar esa carta? Pero es que tampoco imaginé que me enamoraría así de esta manera tan loca, tan pura, tan apasionada.
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Me after you.
FanfictionFinn se encuentra atraído por la chica nueva; Rachel. Inician un romance, pero nunca se imagina que el amor está en otro lado y en otra persona.