La hija de Maléfica ® [Henry Mills, fanfic] [DarknessBeliever] (Pausada)

Chapter eight

   Hace un tiempo.

   Bosque Encantado.

   —No me digas...—Comenzó a decir irónicamente el pirata— Necesitas otros de mis favores.

   —En realidad...—La chica hizo una mueca mientras se encogía de hombros con indiferencia— No, sólo necesito que me acompañes a un lugar, es todo— Le dijo con un tono de indiferencia, al igual que sus acciones.

   Aquella mañana, Trini había decidido que no quería ir sola a Wonderland, y además de que no tenía con quién ir, todo el mundo la odiaba en el Bosque Encantado, ¿Por qué? No nos precepitemos, pronto sabremos el por qué de tanto odio.

   Rumple no iba a acompañarla, por el simple hecho de que el dueño de la cosa que debía buscar Trini era él, Bella no podía porque era un trabajo muy peligroso para alguien sin magia lo hiciera.

   Garfio era la única persona que podía hacerlo, no iba a pedirle ayuda a Robin Hood o a alguno de su grupo, ellos también atentaban contra ella. La única persona que no llegó a conocer de los “Hombres Felices” Fue a Will Scarlet, un hombre muy nombrado por ellos.

   Trini sabía sobre Will y su estadía en Wonderland, porque los rumores corren más rápido en Misthaven, que los caballos del carruaje de Regina o algún ladrón tratando de escapar de los Caballeros Negros—

   —¿Por qué sigues acudiendo a mi, después de lo que me hiciste?—Le preguntó con cierta molestía—

   —Porque eres a la única persona a la que puedo acudir, porque sé que tú jamás me delatarás con Regina—Le respondió sin titubeo alguno. Trini tenía razón, Garfio jamás la delataría frente a Regina, por alguna razón desconocida para él.

   Tal vez el hecho de que a pesar de odiarla, seguía sintiendo cosas por la chica. No podía olvidarla. Y cuando su corazón está apunto de hacerlo, ella llega y arruina los planes del capitán para olvidar—

   —¿Por qué eres así?—Trini ladeo la cabeza en forma de confusión, al no entender la pregunta del marinero—. Vienes, lastimas a alguien, lo dejas, para el tiempo, y sólo lo buscas cuando lo necesitas—Trini se cruzó de brazos—

   —Eres a la única persona que se lo he hecho, o sea, buscarlo cuando lo necesito. No sé por qué soy así. Tal vez es porque no tengo sentimientos y mucho menos corazón, además, no me importa si la gente sale lastimada—Mientras ella hablaba, se escuchaban sus zapatos resonar por toda la habitación a medida que emitía una palabra. Quedarse en un solo lugar le resultaba tedioso—

   —Debes tener sentimientos, al menos una pizca.

   —No—Su tono de voz fue firme—. Y te apuesto a tu garfio a que no los tengo. ¿Me ayudarás o no?—Le preguntó luego de varios minutos de silencio—

   —Está bien— Trini sonrió ligeramente mientras elevaba una ceja y ponía su típica cara de autosuficiencia—. Pero necesito algo de ti—Trini sabía perfectamente lo que quería el capitán había estado leyendo sus pensamientos, otra vez. Repetirían lo que hicieron hace un año.

   En la actualidad.

   Storybrooke.

   Trini.

   —No sé si quisiera contarte todo de mi, Henry— Le dije sincera.

   Luego de besarnos, nos quedamos ahí conversando, conociéndonos más. No sabía si era buena idea que nos besaramos siendo amigos. Los dos nos dejamos en claro que no seríamos algo hasta que las cosas se aclararan. Su familia me odia, me detesta y me quiere fuera de este pueblo -según lo que dijo Henry-. Creo que lo mejor será irme. Pero no lo haré hasta descubrir quién es mi familia.