-¡Príncipe¿Qué hace usted aquí?- dijo preocupado. ¿Qué si su príncipe quisiera matar al pequeño hanyou de no más de 7 años?
-¿Dónde esta el mocoso?- Shiso le miro como estudiando la actitud de su Amo.- Contesta.-
-...En su habitación.- pero el príncipe no tenía la mirada que usaba cuando mataba, mas bien era la mirada de siempre, fría e indiferente; cuando mataba y peleaba él veía todo con superioridad.
Cuando llego con el mocoso pudo ver a su hermana, Sana llorando al lado de él.-Hermanito, vamos, ya...-el hanyou se removía en la cama.- Miroku...-
-¿Qué tiene exactamente tu hermano?- una voz le hizo volver la cara asustada. Se veía el cansancio en sus ojos y rostro, se notaba el tiempo que llevaba sin dormir o comer bien.
-¡Príncipe!- la chica se levanto- ¡Por favor no...!- dijo al pensar que podría estar ahí para matar al pequeño.
-¿Qué tiene exactamente tu hermano?- dijo con autoridad. La chica comenzó a temblar y explico que el niño tenía fiebre desde hacía más de un mes, que no dejaba de quejarse y que aunque todo parecía un simple resfriado humano, el no había podido sanar.
-Le he dado todo cuanto conozco, pero no mejora- agregó. Sesshoumaru escucho pasos.
-!Como Sigue Sana?- Rin entro a la habitación, y vio a su amo.- ¡Amo!- El taiyoukai no dijo nada. Pronto llegó Shiso.
-Dama Rin será mejor que salga de aquí- dijo Shiso al ver a humana, pero la chica negó, y al no ver protestas por parte de Sesshoumaru. -¿Príncipe, que opina usted?- El mayor de los hijos del gran guerrero InuTaisho era un experto en la pelea, orgulloso e impasible, pero también sabio e instruido, sus continuos viajes le habían llevado a conocer cosas que en su palacio, jamás hubiese conocido...
-...salgamos- dejando a las mujeres (y a Jaken) dentro. Sesshoumaru le explico sobre la sospecha que tenía sobre aquel extraño mal que había matado tantos hanyous hace mas de cincuenta años. -para ser exactos han pasado 77 años...- Shiso asintió.
-Si, es la edad de su hermano- dijo sin remordimientos; Sesshoumaru le dio una mirada dura, si no fuera porque ese youkai era poderoso y había servido fielmente a su madre hace tantos años, ahí mismo habría muerto.
-¿...entonces que esperas?- Shiso se congelo ante la pregunta de su Amo.
-¿Príncipe?-
-Sácalo del palacio y destrúyelo, entiérralo, quémalo, como quieras, pero lejos de mis tierras- pero también era un príncipe calculador e inclemente.
-¡Pero Príncipe...!-
-¡no Amo!- Rin había salido para traer mas agua para el niño.- ¡no puede hacerle eso!-
-No te metas en esto Rin- dijo secamente- No sabes los problemas que puede acarrear ese hanyou.-
-¡Pero no puede tirarlo como basura!- Shiso se sorprendió ante la naturalidad con la que Rin hablaba con el príncipe, no importará cuantas veces lo viera, nunca dejaría de asombrarle.
-No me importa, además en este palacio hay más hanyous...-dijo con frialdad.
-¿Más?- Rin no lo comprendía.-
-Así que más vale que me expliques eso ahora mismo Shiso- dijo mirando con frialdad al youkai.
-pero si no hay otro hanyou además de mi sobrino, príncipe...!- pero un aroma llegó a su nariz.- ¡no es posible!-
-...Este aroma...se parece al de...-Sesshoumaru olfateo el ambiente.- !Ese maldito...!- Sesshoumaru salió del corredor con su extraordinaria velocidad, Rin corrió al jardín. ¿Qué diablos había sido eso!