-Mocosa tonta- pero Rin solo miraba a su Amo embelesada.- ...tonta...-dijo otra vez.- ...tonta, tonta...-pero la humana no le prestaba atención-...ton...- sintió que su bastón le era arrebatado- !Que crees que haces?--Con esto me siento mejor- dijo Rin en suplica.- por favor, sólo un momento.- el renacuajo suspiro resignado. De pronto su Amo se detuvo.
-Aquí se quedan- dijo con indiferencia.-
-¡Pero...!- Rin iba a protestar cuando una puerta igual de inmensa que la primera se abrió.- ¿Amo?- era una habitación fría, y seguro que era muy vieja porque la madera crujía con el ir y venir del aire. Cuando la chica entro sintió un gran terror invadirla, había estacas y cráneos de monstruos. En algunos incluso se podía ver cuan dolorosa había sido su muerte al ver sus expresiones.- ¡No Amo...!-
-¡Amo Bonito no me mate!- el renacuajo rogó por su vida. Pero de un fuerte golpe Sesshoumaru lo mando a volar, estrellándose contra la pared, y en el piso le esperaban estacas.- ¡Aghhh!- Jaken coloco su mano frente a él y una especie de campo telequinético detuvo su caída, con cuidado pasó entre las filosas puntas de las estacas y llego al piso. Suspiro una vez ahí ¡Que horrible había sido!
Rin observó todo atónita ¡Su Amo había intentando realmente matar a Jaken! Sintió una presencia tras de ella, y ya sabía de quien era, lo sabía tan bien que no quiso volver la vista, estaba tan aterrada que ya no sabía que pensar.
Sintió que una de sus manos la posaban sobre uno de los cráneos, y sus dedos comenzaron a temblar, de hecho su propio movimiento hacía que el cráneo golpeará el frío y oxidado metal, haciéndole temblar hasta la barbilla y a pesar de eso no grito, no pensaba hacerlo; su Amo dijo "Silencio Rin, No Grites" y para ella era ahora más que obvio que se refería al resto del día.
-¡Amo bonito!- el renacuajo se intento acercar pero la mirada fría de Sesshoumaru le detuvo, pero para el pobre Jaken eso era cruel hasta para Rin, la chica no mostraba una "aceptación completa" a ver morir gente e incluso demonios; seguro que para ella era un momento contradictorio porque en sus manos tenía algo de lo que tanto odiaba, y si eso no fuera todo, sabía que no podía expresar ni el mas mínimo desagrado. El rostro de la joven se mantenía impávido, pero en su mirada era mas que obvia su angustia.- ¡Amo!-
-¿Ahora lo entiendes?- dijo secamente el Taiyoukai. Jaken observó a su Amo ¿entender que¿Se refería a él o a Rin?-
-...Si- dijo la chica, aunque su mano seguía temblando.- Sientes que recorre todo tu cuerpo y que sube por tu espina como un escalofrío, y a pesar de eso te sientes poderoso por que venciste...- Sesshoumaru retiro su mano de la de Rin - pero sientes que esta sensación no te va a abandonar...- dijo mientras tallaba su mano derecha con la izquierda tratando de quitar esa desagradable sensación.
-A pesar de esto, dudo que llegues a conocer el verdadero significado de la muerte para los youkais.- dijo el taiyoukai.- porque tu eres humana.-
-Comprendo, soy inferior a ustedes- Sesshoumaru ya no dijo nada más, salió por la misma puerta por la que habían entrado y Jaken, al ver que Rin le seguía, también le siguió.
Pasaron unos minutos de frío silencio, la luz de la vela se perturbaba de momento en momento amenazando con extinguirse- ¿... que fue todo eso Rin?- preguntó Jaken. Pero la chica no contesto, siguió a su Amo aunque su mirada era ligeramente melancólica.- ?-
Llegaron nuevamente al pasillo del ala este y una vez ahí, Sesshoumaru subió por unas escaleras con la orden de que ellos se fueran del lugar y que cenaran sin él.
-...-
-...Rin¿que fue todo eso? explícame.- dijo con intranquilidad el renacuajo.
-...Ayer, antes de que el Amo se acostase, me atreví a ir a sus habitaciones para hacerle una pregunta...-