Una cruda discusión había sido llevada acabo en las puertas del Palacio del Lord del Oeste, este no contemplaba ni siquiera en la peor de sus pesadillas tener a su hermano ahí, y si a eso le aumentaba cinco humanos y tres hanyous (resultado de la vergonzosa relación de InuYasha con la humana sacerdotisa) era simplemente inaceptable, se negaba rotundamente, es mas, no permitiría ni que pisaran donde él pisaba, era ofensivo, repugnante, molesto...
Además esos mocosos sobre el perro volador (Kirara) decían ir a rescatar a su humana, vaya estupidez, dos mocosos (¡encima humanos!) tratando de arrebatarle a Rin...
Pero los minutos pasaban y no se largaban y el comenzaba a exasperarse, de hecho había comenzado a atacar con su látigo, pero Kagome había puesto un campo de energía, claro que para él eso no era "Gran" impedimento, si era una barrera, pero no era imposible romperla, él nunca había conocido límites y no estaba dispuesto a comenzar ahora...Estaba a punto de desenvainar a Toukijin cuando su joven humana tomo su brazo derecho entre sus manos y le pidió que no lo hiciese...
-Suéltame- ordenó.
-¡Amo por favor¡es la vida de su hermano!- ¿Hermano¡Hermano había dicho¡Que insulto!
-Suéltame Rin, y entra al palacio- dijo con una mirada fría. Toukijin resplandeció.
-¡No!- De acuerdo, esto no le agradaba; Rin no era una persona voluntariosa (con él), mucho menos desobediente, pero ahora estaba demostrando tener mas ímpetu de lo que aparentaba. -¡por favor¡Al menos deje que descansen un día, el viaje debió ser duro!- ¿y a él que diablos le importaba eso¡El no los requirió ahí!
-Basta ya Rin- dijo aun mas molesto. La chica se interpuso entre Toukijin y las futuras victimas de su amo.-
-¿Acaso disfruta lastimando personas?-
-Muévete- ¡Maldición¡si tuviera su otro brazo ahora mismo la arrojaría tras él y cortaría a esos idiotas!- Muévete- el tono de voz era frío (y a la vez furioso); la joven se sintió presionada y nerviosa.
-Amo, por favor...se lo suplico- dijo acercándose a él y tomando la hoja de toukijin.- Por favor, no le pido que lo haga por mi, no lo valgo ni tengo derecho a pedirle este gran favor, pero por favor...-
-...- Para Sesshoumaru eso era una mentira, ella tenía derecho a pedirle favores, es decir, ella era de él, pero después de todo ¿Qué tanto podía pedir?...pero esto, esto jamás paso por la mente del Lord.
-...Por favor Amo...!Se lo suplico¡solo unos días!- Y el día que había pedido ahora ya eran "días".
-...mañana se largan- dijo fríamente. Rin sonrió y asintió. El lord introdujo a Toukijin y dio la espalda. Kagome iba a protestar pero Sango la detuvo, provocar a Sesshoumaru sería un error, ya de por si habían tenido problemas para llegar al lugar, Shippou cargaba a InuYasha, y ellos a parte tuvieron que llevar a sus hijos por temor a que los monstruos que rondaban la aldea les atacaran.
Si, ya habría tiempo para hablar con Sesshoumaru sobre el gran favor que necesitaban...
Una vez que los "humanos invasores" se deshicieron de sus hijos en el jardín "pidieron" una "audiencia" con el Príncipe del Castillo.
-¡Necesitamos hablar!- grito Kagome desde el otro lado del salón del trono.- ¡Abre la puerta Sesshoumaru!-
Maldita sea, ni siquiera Rin, que vivía con él, tenía autorización para llamarle de esa forma tan descortés y ahora, esta maldita humana llegaba, le gritaba, le exigía entrar a su palacio, y además hablar con él, sobre el idiota de su hermano...
-...Jaken- el renacuajo salió del lugar con todo el valor posible existente dispuesto a correr a esos mal nacidos humanos.-...abre la puerta.-
-!Pero Amo bonito?- pero la mirada asesina de Sesshoumaru le hizo entender que o lo hacía o se moría.- En seguida...pueden...-dijo al tiempo que abría la puerta. En cuanto esta estuvo abierta, entro Kagome, Sango y Miroku- ...pasar...-el pobre renacuajo estaba lleno de pisadas, esos malagradecidos humanos; era verdad, al menos debía agradecer que Rin no le arroyaba...siempre.
