Como era de esperar, el rumor de que estábamos juntos fue creciendo por el instituto, e inevitablemente, llegó a oídos de Paula. Cuando esto ocurrió Nora y yo debíamos llevar viéndonos algo más de un mes y medio, Paula le retiró la palabra a Nora durante dos semanas, sin tener muy claro por qué, hasta que finalmente le confirmó que era por lo nuestro.
Tuvieron fuertes discusiones durante unos días, pues Paula argumentaba que ya me tenía y que mi novia me había entrado a propósito, y Nora por su parte no paraba de decirle que hacía meses que yo le gustaba, y todos sus amigos lo sabían, incluida ella.
Estas discusiones siguieron hasta que yo zanjé el tema, soy una persona bastante sincera y directa, así que le dije la verdad a Paula. Le dije en privado que yo no había tenido intención de estar con ella en ningún momento, y que Nora no había intentado nada conmigo, que había hecho yo todo porque me gustaba Nora y no ella, fue bastante duro, pero era la verdad. Ahí terminaron las discusiones, y Paula habló a Nora como amiga por última vez:
- Me parece que eres mala amiga, me has quitado a mi chico, sabiendo que ya lo tenía.
- Ambas sabemos que no es verdad Paula, y el mismo te lo ha dicho, se que no estaba bien y yo en ningún momento le incité a hacerlo, pero a mi me gustaba tanto como a ti, no pude resistirme cuando empezó. - le contestó.
- Esta bien, pues tienes que elegir, él o yo, vamos. - dijo Paula en tono condescendiente.
- Mira quién es la mala amiga ahora eh, si fueses una buena amiga no me harías elegir, cuando tu me dijiste que hablabas con él, sabías perfectamente que a mi me gustaba, pero yo te apoyé, y hablé con el para que quedaseis, tragándome lo que yo sentía. Si fuese la mitad de buena de lo que dices ser harías lo mismo, y me apoyarías ahora que tengo yo la oportunidad, igual que hice yo contigo.
- Le eliges a él pues, bien, entonces no tenemos nada más que hablar. - se dio media vuelta y se fue.
Iban a la misma clase, si tenían que hacer un trabajo juntas o les mandaban algo, lo hacían, pero desde ese día nada volvió a ser lo mismo.
Mientras tanto Nora y yo avanzábamos en nuestra relación. Habíamos empezado el 11 de noviembre de 2012, esa era nuestra fecha "oficial" como ella la llamaba, mi número favorito es el 11, lo que me pareció mucha casualidad y a la vez me gustó. A finales de diciembre, uno de los últimos días de clase mi madre me preguntó que porque llevaba casi dos meses llegando más tarde de lo normal, me dijo que si me había metido en la droga que se lo dijese que ella me ayudaba, me buscaba ayuda de profesionales y demás tonterías, hasta que la corté y le dije que no era eso, que lo que pasaba era que tenía novia y le acompañaba a casa, ella se rió aliviada y me dijo que podía llevarla cuando quisiese. Aunque no lo haría hasta mucho después.
Uno de esos días, cuando Nora y yo nos paramos en la plaza después de clase, hacía mucho frío, así que mientras nos besábamos le dije en plan jocoso que me calentase. Ella se rió y metió su mano helada bajo mi camiseta, entonces me aparté corriendo y dije riéndome: "¿Sabes qué?Me lo he pensado mejor, casi que no hace falta que me calientes".
Se quedó callada, se pegó a mi metiéndome la mano por dentro de la ropa interior y dijo: "¿Estas seguro de eso?". Obviamente, como cualquier hombre ante tal provocación me volví loco, y comenzamos a besarnos mientras ella me tocaba. Recuerdo como me besaba el cuello y se me ponía la piel de gallina mientras me lo hacía, fue absolutamente increíble.
Siempre íbamos de la mano por la calle, pero el día después de eso, no se la dí. Ella fue todo el camino mosqueada, sin saber por qué iba con las manos en los bolsillos, sin sacarlas lo más mínimo. Ya cuando llegamos a "nuestra" plaza me dijo: "¿Ya está bien no? ¿Se puede saber por que llevas todo el rato las manos en el bolsillo?".
A lo que yo le contesté: "las llevo en el bolsillo para que estén calientes, porque voy a devolverte lo que me hiciste ayer". Instantáneamente se le dibujó una sonrisa picarona, y comenzamos a besarnos, después le besé el cuello, haciéndole un chupetón, mientras mis manos le acariciaban la espalda, entonces seguí besándola, llevando mis manos hacía zonas más "sensibles" digamos. Nunca antes había tocado a una chica, había tocado a Amanda por fuera, pero nunca había tocado a nadie por dentro, aún así, sin miedo ni vergüenza lo hice, bajé mi mano y comencé a tocarla.
Tras unos minutos haciendo eso, me agarró el pelo y me dijo al oído en un tono muy autoritario: "¿¡Quieres meterlos de una vez!?", y yo como buen mandado, lo hice, empecé a meter y sacar un dedo, y ella no paraba de pedirme más, luego 2, e incluso 3, mientras cada vez gemía más alto. Y por desgracia, en ese momento, pasó lo que nunca pasaba, salió una persona por la puerta de atrás. Gracias a dios no nos vio, pero desde luego nos cortó el rollo absolutamente, nos despedimos y cada uno se fue a su casa.
Esa misma noche, hablando como siempre le dije que lo que habíamos hecho era nuevo para mi, que lo único que había hecho o me habían hecho con una chica en el plano había sido lo de Amanda. Entonces, para mi increíble asombro ella me dijo que no era su primera vez, a pesar de tener dos años menos que yo y estar "empezando" segundo de la eso. Me contó que había masturbado a otros chicos, sin decirme un numero exacto, también me contó que todos ellos le habían tocado a ella, y como guinda del pastel, me reconoció que había hecho sexo oral, a lo que yo atónito le contesté:
- ¿A cuantos tíos se la has chupado?
- Que más dará eso ahora. - me dijo ella.
- Dímelo.
- A 6.
En ese momento me desconecté y no la hablé hasta que fui a buscarla para ir al instituto al día siguiente. No acababa de creermelo, había empezado a hablar con ella a principios de octubre, lo que significaba, que había hecho todo eso en primero de la eso, si no antes, no quería juzgarla por su pasado, pero me resultó un tanto difícil no hacerlo teniendo en cuenta que yo no había besado a ninguna chica hasta mediados de tercero.
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Diario de un Capullo Malcriado.
RomanceChristian Fernández es un chico Madrileño de 18 años, hasta el momento ha tenido suerte en la vida, una buena familia y unos buenos amigos, es bastante inteligente y no se le dan mal las mujeres, sólo hay un pequeño detalle... es un putón y un capul...