Ay ay ay, cap 4 chiquillas (?) UY UY UYYYY
Llegó la hora de la verdad. Me van a odiar luego de este capítulo. Lo van a hacer.
Carpie.
-¡Mike! ¡Mike! ¡Mike! .-Chester entró corriendo a su habitación, prácticamente saltando de un lado al otro. Tenía una gran sonrisa en su rostro como el mejor accesorio, vistiendo unos pantalones color crema con brillitos y dulces de todos los tipos pegados a él. Su camisa era blanca y su corbata era de puros dulces chicos. Todavía no se colocaba su levita, que seguía el mismo patrón de los pantalones, y ocupaba un chaleco sin mangas color café oscuro. Además, parecía un arcoíris centellante-. ¿Estás listo?
-Más que listo, Chazzy -exclama Mike, sonriendo de vuelta mientras terminaba de arreglar su cabello con ayuda de una peineta frente al espejo del gran baño. Chester entra y se trepa como un mono a Mike, abrazándolo por la espalda; esconde su cabeza en el agujero del cuello de Mike y entre besos dice-. ¿Sabes -beso- cuánto -beso- te quiero?
Mike suelta una carcajada y deja de cepillar su cabello. Mira a Chester por el espejo con una sonrisa incrédula y una ceja levantada.
-No, no lo sé. Sólo tengo una idea vaga -responde el próximo rey y camina con algo de dificultad a hacia la cama de Chester, donde había dejado su casaca-. Deberías bajarte, tu traje se va a arrugar.
-Aw, no quiero .-Chester le abraza más fuerte y aspira el olor al perfume de Mike. Una fragancia que sin duda estaba diseñada para atraer gente, pensó, porque era terriblemente adictivo. O quizá era lo mucho que amaba a Mike y que no importase que cosa fuese, el amaba todo lo relacionado con él. En ese instante lucía tan varonil, apuesto y alegre. Lo único que quería hacer era comérselo a besos.
-Yo me reservaría esa posición para otros momentos -suelta Shinoda. Chester se sonroja fuertemente y se baja.
-¡Mike!
-¿Qué? Sabes que es verdad. Aunque creo que es al revés. Y contra la pared no estaría mal.
Se colocó su casaca color chocolate negro, del mismo tono de los pantalones y corbata. Parecía que su traje y el de Chester estaban hechos a juego, pues su chalequillo era blanco, todos los colores contrarios.
-Yo estoy listo. Ponte tu chaqueta, pastelito.
El chef miraba con aire ausente su habitación, teniendo el presentimiento de que algo iba a pasar. Y algo no muy bueno, precisamente. No lograba sacarse esas preocupaciones de la cabeza por más de cinco minutos, su sistema parecía querer recordárselo.
-No sé porque siento que no volveré a este lugar en algún tiempo -murmura y se voltea para mirar a Mike. Era un revoltijo de nervios, pero trataba de mantenerse calmado para no alterarlo.
-Quizá porque te pensaba invitar a pasar lo que queda para mi cumpleaños en casa .-El pelinegro se acerca y posa su mano en la mejilla de Chaz. Sospechaba que aún seguía con la descompensación mágica, por lo que no se extrañaba mucho por su comportamiento desequilibrado. Quería que fuera una sorpresa, pero que va.
-¿En serio? -pregunta emocionado olvidando todo lo anterior.
-Ajá, apenas termine esto nos podremos ir, si quieres, claro. Y tendremos el castillo para nosotros dos, solos, por un par de días -contestó y abrazó a Chaz únicamente para asegurarle que era verdad. Chester no se iba a negar y aceptó gustoso el afecto.
-¡BEBÉ, VAN A LLEGAR TARDE A LA GALA! .-Una mujer de no más de 50 años abrió la puerta de golpe y entró caminando rápidamente a la habitación. Vestía un vestido dorado que, al contrario de la moda, no tenía un falso enorme y no parecía estrangular a la señora; en su cabeza, su cabello castaño claro, casi rubio, estaba acomodado en un tocado simple con una pequeña tiara. Sus ojos eran exactamente los mismos de Chester. Era su madre, por supuesto.
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sólo bennoda
Fanfictioncontenido: - drabbles. - one shots. - sweet love: fanfic largo, au, fantasía, aventura, romance.