No soy tu hermano!!

Capitulo 4

-naruto kun.

Al girarme note como una chica de ojos perla y de hermoso cabello, me miraba con una preciosa sonrisa en su rostro-hinata. ¿Qué haces aquí?

Ella rio traviesamente, mientras estiraba sus manos-vine a traerte tu bento. ¿No lo olvidaste cierto?-me fulmino con la mirada inquisitiva.

Los nervios se apoderaron de mi cuerpo. "era cierto hoy comeríamos juntos"-O-obviamente...no-dije desviando la mirada.

-¿Seguro?-insistió.

-¡por supuesto!-me puse nervioso por un momento. Era difícil mentirle.

Me miro e igualmente dijo-vamos entonces, seguro y tienes hambre-Su voz tan gentil tocaban una hermosa melodía jamás escuchada. Se giró y comenzó a caminar, mientras yo la seguía desde atrás perdiéndome en su figura y recordando aquel día.

-Naru-kun...naru-kun

-Si no te levantas pronto llegaras tarde.

Note como lentamente abría mis ojos y unas preciosas jemas se hacían visibles para contemplar su belleza.

-Buenos días Naru-kun!!-me decía con una enorme sonrisa en su rostro mientras el sol daba una hermosa vista detrás de ella. Era tan brillante...-¿huh?-tan deslumbrante que pensé que era un sueño, pero al bajar la mirada y encontrarme con su escote y la piel que cubrían tan solo ...

-¡¿?!¡Hi-Hinata!-Me sobresalte de inmediato y mis mejillas de inmediato se tornaron de todas la tonalidades de rojo posible.-¿p-por qué estás en mi cama?-tartamudee.

Se sentó de espalda, tomando su cabello para atárselo en una coleta alta, dejándome ver esas increíbles curvas que se dibujaban en su cuerpo, era espectacular. Trague grueso.

-Lo siento, tal vez estaba medio dormida anoche.

-M-más importante...-mis ojos se ampliaban y mi presión sanguínea aumentaba con el pasar de los segundos un aroma embriagante se filtraban por mis fosas nasales mientras no dejaba de verla-¡tu ropa!¡la ropa, rayos!¡vístete!-dije desviándola mirada y con mi rostro sumamente rojo. Escuche el tenue sonido de una risita delante de mí.

La mire y en aquel momento medí cuenta, que sus ojos estaban sobre mi-naruto-kun...tú en realidad...tú piensas cosas pervertidas sobre mí, verdad.

-!!-me sorprendí con mi rostro sumamente rojo, al escucharla e inmediatamente pase mi mano por mi cabello exasperado.-aaah...hinata yo...-mis manos se posaron en mi nuca de forma torpe y rápidamente desvié la mirada-bu-bueno si pero, tu eres kawaii y a veces me siento culpable por pensar en hacerte cosas así...

-pfff...jajajaja-Lo último que escuche fue una carcajada y una sonrisa que resplandecía aún más que el sol, mientras unas líneas salían de sus labios-eres tan honestos naruto-kun.

No pude apartar mis ojos de aquella sonrisa, por más que lo intentara, había algo en ella que siempre me reconfortaba. Aquel día me dije a mi mismo:

"quiero seguir viendo esa sonrisa".

Más que un deseo como siempre era algo que anhelaba desde el día en que nos conocimos, todo mi mundo cambio y solo giraba en torno a ella.

Volviendo a la realidad de lo que fue uno de los mejores días que había tenido. Me tope inmediatamente con su piel blanca, ella caminaba a unos pasos delante de mí y podía admirarla por completo. Tan solo con recordar aquel día es suficiente para que se me erice la piel. La piel de hinata en las oportunidades que tuve de tocarla era como tierra firme; justo como un sueño. Donde la soñé como un sexto continente no registrado en mapas todavía.